Leo en la prensa que la democracia española ha bajado de calificación en el Índice democrático que elabora anualmente el The Economist, situándose en el puesto 24 de la clasificación con una puntuación de 7,94 lo que se traduce cualitativamente en una democracia “defectuosa”. Parece que esta recalificación- descalificación está directamente relacionada con el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial, que ya dura más de tres años y que por cierto viene denunciándose desde hace ya mucho tiempo desde diversas instancias jurídicas.
Más allá de que este tipo de rankings tengan mayor o menor fundamento – opiniones las habrá al respecto- lo cierto es que su difusión genera una sensación de desasosiego ciudadano sobre todo porque recuerdan a aquellos y aquellas que mostraron abiertamente su escepticismo sobre algunos aspectos de la denominada Transición.
Y como esta semana he intentado reivindicar desde los alfozes norteños la figura escritor valenciano Joan Fuster , me he encontrado con un texto suyo, titulado «Los residuos del antiguo régimen» y publicado en La Vanguardia en 1979, y que , entre otras cosas, decía lo siguiente :»La maquinaria del Estado español, en todos sus aspectos, es una criatura franquista: la reciente Monarquía constitucional no puede desprenderse de ella, aunque quisiese. Los múltiples escalafones que constituyen el tinglado proceden de una época y de una mentalidad antidemocráticas, y hay que esperar el relevo. Que se jubilen. Es dar tiempo al tiempo. Y dar esperanza a la esperanza. Cuando, un día, los jueces, los empresarios, los coroneles, los delegados de Hacienda, los registradores de la Propiedad, la entera burocracia pública, desde los ministerios a los municipios, y la otra burocracia, la privada, tan decisiva como la otra, se renueven, otro gallo nos cantará. Tendrán acceso a esos puestos-clave individuos ya no “franquistas”. No me hago demasiadas ilusiones: no serán “franquistas” y se quedarán en “conservadores”. Menos da una piedra. Un “conservador” inteligente -si no es inteligente ya no será «conservador”, será “fascista”- sería la eventualidad afable«
Y se me ha ocurrido tener uno de esos malos pensamientos que por no afectar al sexto mandamiento casi nunca se evacuaron en el confesionario. Y es el tal que quizá los pronósticos de Fuster sobre la jubilación de los miembros correspondientes de la cúpula del poder judicial eran bastante ajustados y que acaso en sus renovaciones sucesivas haya predominado la transmisión de un franquismo sociológico metodológico entre togas y birretes, de manera que lo que quedó «atado y bien atado», no se pueda desatar…Ni desatascar…
Discrepo respetuosamente don Vicente. La administración española en su conjunto es lo que es porque así lo han querido la pléyade de pol´íticos mediocres y más que mediocres, temerosos y más que temerosos que nos gobiernan o desgobiernan. Es igual en el gobierno del Estado que en el de todas y cada una de las comunidades autónomas. En todas y en cada una de ellas se ha copiado el mismo modelo de administración, no hay la más mínima originalidad. Hace falta que a la administración se le dé un buen meneo tal y como en su momento se atrevieron a hacer aquellos integrantes del Plan de Estabilización con López Rodó y Ullastres a la cabeza.
No creo que discrepremos mucho.Pero no vendría mal una reforma global de la Administración en clave del siglo XXI…Gracias por el comentario.
Totalmente de acuerdo, Señor Huici.
Y no olvide que, además, la gran mayoría de los medios de comunicación han sido comprados (de forma literal) por esa misma mayoría conservadora.
¿Del ejército podemos hablar?
Pero es que, a más doler, una buena parte del pueblo español (la mayoría, si quitamos Cataluña y Euskadi) es todavía franquista lo sepan ellos o no lo sepan. Por eso en el legislativo y en el ejecutivo pueden llevar la voz cantante a menudo…
Un servidor se pregunta cuántos españoles votarían «Franco» en las elecciones si tal posibilidad existiese. Y la respuesta creo que dolería…..
Esto no tiene remedio. Seamos sinceros. Mejor marcharnos (si podemos, claro)…..
Muchas gracias por el comentario.
España es un país muy nacionalista y muy dado a no consentir otros nacionalismos a los cuales llaman con despreció periféricos .
Es lo que les mueve a todos por igual . los franquistas de antes a los de ahora da lo mismo su clase social les une la una grande y libre
.Justo lo que pregonan las derechas Españolas . Es además un nacionalismo casposo de banderitas pero que hacen poco por el y se llevan sus dineros a paraísos fiscales . y en algunos casos gente peligrosamente intolerante con los diferentes . Siempre ha sido así .
Pues bastante de acuerdo, pero es asi por conveniencia politica, no hay otra. Y tanto el franquismo de derecahas como el de izquierdas lo han querido asi, y ahora nos encontramos en la guerra derecha (y extrema) versus mal llamada izquierda, que han sacado ya sus carros de combate juridicos que estaban, algo camuflados y los han puesto en primera linea y asi poder intervenir (con esa mal llamada independencia judicial) en contra de todas las decisiones de los parlamentos y gobernar desde los carros de combate, ad hoc, del partido que defienden.
ESTO QUE SERIA MUY FACIL DE CORREGIR, NO SE QUIERE HACER, PUES PARA ELLO HAY QUE CREER EN LA DEMOCRSCIA
En la casa de mi Padre hay muchas moradas. También hay muchos fascismos. Todos más o menos tenemos el nuestro. Y no digo lo de la primera piedra. Si fuera cierto que Churchill dijo tantas cosas habría dicho aquello de que cada pueblo tiene el régimen que se merece.