«¡ Qué revistas había entonces! ¿Cómo hemos podido perder tanta potencia intelectual?» me decía ayer mi viejo amigo , el filósofo y catedrático de la UNED Paco Martínez.
Y me lo decía a raíz de un comentario que le había hecho sobre mi vínculo con el recientemente fallecido José Luis Rodríguez García, también filósofo y catedrático, en este caso de la Universidad de Zaragoza, a quien había conocido siendo yo secretario de la Revista de Ciencias Sociales EL CÁRABO, y sobre el que Paco había hecho una preciosa necrológica.
Así que no he podido evitar volver la vista hacia aquellos años setenta en los que todo parecía posible y que, por lo tanto, fue una ocasión histórica inigualable para grandes debates ideológicos y políticos y que poco a poco fueron desapareciendo entre el cansancio y , a veces , como consecuencia de un pragmatismo simplista.
Pues se nos venía encima una democracia homologada a una Europa entonces mascarón de proa del Estado de Bienestar – y ahora aleta de estribor del Neocapitalismo – y una postmodernidad impensable, toda vez que la modernidad no había arribado a nuestras costas y la revolución pendiente todavía era …¡La revolución burguesa!
Eramos, fuimos, una generación sin maestros , como bien dice Martínez, pues salvo casos extraordinarios, la mayoría estaban muertos o en el exilio, pero algunos y algunas destacaron inter pares proporcionando claves y pistas sin eludir el compromiso político que exigía el tardo-franquismo. Y tal fue el caso de José Luis Rodríguez García que militó en el Movimiento Comunista (MC).
Y frente al reducionismo tacticista de los debates hoy habituales en los medios de comunicación y frente a la incultura general básica manifiesta , no es de extrañar que, a pesar de todo, algunos y algunas sigamos reivindicando aquel nutrido ambiente de intercambio de ideas y proyectos…»¿Cómo hemos podido perder tanta potencia intelectual?»
(c) by Vicente Huici Urmeneta