Paris-Tombuctú (Luis García Berlanga,1999)
Y así se puede ( creer) que se puede follar en el alternativo Metaverso…Y esta creencia, puede ayudar y mucho…Sobre todo a estas Nuevas Generaciones…
Perdone el alma dormida por haberla despertado con esta expresión que antes se gestionaba lingüísticamente como f*****, pero dado que el diario de tan digna dirección que me acoge con tanta generosidad la ha usado recientemente en un titular, atrévome a lo que antes no se podía decir ni acaso se barruntaba.
Y es que el tal titular era – y es… ¡demonios del scripta manent!- «EN EL METAVERSO NI SE COME NI SE BEBE NI SE FOLLA» en palabras de una experta consultora que resum´´ía en un uno y trío la supuesta más definitiva de las conclusiones de una jornada reflexiva sobre el papel de las Nuevas Tecnologías en la vida de las jóvenes generaciones.
Para bien y/o para mal, el desarrollo del artículo de marras no ofrecía en su poliédrica estructura ningún argumento lógico o mención emp´írica alguna que abonara en adecuado silogismo la conclusión a que aludía el titular, pues se desfribilaba mismamente en anécdotas y repentismos varios otro sí asaz técnicos.
Más la piedra ya estaba echada tras su lectura y en mi arqueocerebro los hertzios se incrementaban alegres y combativos generando divertidas sinapsis evocadoras de otros tiempos y otros lugares.
Pues lo de comer, beber y follar no ha sido históricamente una trinidad bien avenida para mi generación, siempre vacilante entre el «sex, drugs & rock-ans-roll» que in illo tempore llegaba desde «los países más avanzados» y lo de «aquí follar no es un pecado sino un milagro de la divinidad» que recordaba oportunamente el dilecto poeta don Ramón Irigoyen.
Y más vale que , con el trancurrir de los años y tras algunas agitaciones propias de la juventud-divino-tesoro, lo de follar se convirtió benevolamente en algo «que no es tan importante como parece», pero que «está bien porque conoces gente…»
…Pero veo que me desvío del tema, porque en estos lares lo de comer y beber ha resultado suficientísimo ya que, en palabras implícitas del ínclito psiquiatra Carlos Castilla del Pino y expl´ícitas del antropólogo simbólico Andrés Ostiz-Osés, nunca se ha superado en tales alfoces la fase oral – y algunos (y algunas, of course), ni la fase anal.
De manera que ¿qué nos va o viene del Metaverso? ¿ Qué pues, si ni con gafas de Google se puede llegar a ver lo que no existe? ¿O acaso existe, pero no se ve? ¿Ha cambiado la realidad o la construcción social de la realidad?- aquí que vengan Berger y Luckmann y lo vean…Las preguntas se amontonan en mi cerebro frontal y no puedo apartarlas por mor de mi deriva impertinente como sociólogo- burgués-en -excedencia….
Más, oh, maravilla, oh consolación,he aquí que, derrepentian, me posee un a modo de hierofanía, y recuerdo aquellas primeras secuencias de Paris-Tombuctú (1999) , prístina película en la que el siempre hábil Luis García Berlanga nos muestra a un Michel Piccoli intentando conjurar su impotencia sexual ayudado oralmente y con un dispositivo electrónico ocular ad hoc que anuncia en su fracaso – de ahí el viaje tan posterior como iniciático- ¡una victoria!, como suele acontescer tanto en lo divino como en lo humano…Y ansí , premonitoriamente, sí, se puede ( creer) que se puede follar en el alternativo Metaverso…Y esta creencia, puede ayudar y mucho…Sobre todo a estas Nuevas Generaciones…
Nota Bene.- Para quien requiera de más seriedades, vid. «Emociones y redes sociales durante la pandemia del COVID-19» ( Conferencia del 2 de octubre de 2020, a partir de 22 min. ´)
(c) by Vicente Huici Urmeneta