EL SUBMARINO (¿amarillo?)

«Casi me dan pena, pero no: son un epítome de la estupidez, y como tal deberían ser recordados» ( Aurelio Gutiérrez Cid)

El episodio del submarino Titan ,que ha desatado una búsqueda internacional por mar y aire – y un desenlace fatal – ,opacando informativamente el reciente naufragio de una nueva nave desbordada de inmigrantes, era un tema pendiente.

Pero he recibido estas líneas del escritor bilbaíno Aurelio Gutiérrez Cid (1971), autor de 18 bolas extra y Nueve loros y quince colibríes – un dechado de ironía y ternura – y me han parecido más que suficientes:

«Agonía premium extended»

Cinco millonarios aburridos de todo –podridos de opulencia- deciden que a 3800 m de profundidad van a tener una experiencia que les hará sentirse vivos.

Se meten en un minúsculo y carísimo submarino, que se hunde en las profundidades, para ver los restos del “Titanic”. Qué guay. Cool. Exclusivo. Sólo ellos pueden hacer algo así.

El caso es que el submarinito amarillito –como el oro- se estropea y se transforma en un ataúd con oxígeno para 40 horas.

Tratemos de meternos en la piel de estos desgraciados que lo tenían todo, y hagamos una teleserie sobre esos 2400 minutos de agonía, sabiendo que están solos y que se les va a acabar el oxígeno. Y no pueden moverse, solo pensar y hablar entre ellos, aislados del mundo.

Casi me dan pena, pero no: son un epítome de la estupidez, y como tal deberían ser recordados.

Ahora son super-famosos.

Pues eso , que diría Paco Umbral

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

12 comentarios en «EL SUBMARINO (¿amarillo?)»

  1. Es que nosotros somos pobres y no sabemos apreciar las cosas imprescindibles de la vida, a saber :
    Chuletas bañadas en oro.
    Viajes al espacio
    Coronaciones reales
    Esquí en Saint tropet
    Hoteles en Dubai
    ……..
    Nos conformamos con tener sol. Salud. Comida. Amigos. Autoestima
    a palmadas, decía Charlot que con eso era suficiente. Fijaros si somos pobres

  2. Aprecio, tan agudo y acertado como siempre. Y tan valiente, pues el resto del mundo se empeña en darnos a conocer el perfil de los ocupantes de la tumba submarina, como si eso nos fuera a convencer de que llevaron a cabo una hazaña digna del pase a la historia y de que son dignos de nuestra piedad.

  3. Por una vez coincido con usted respecto a algo.Lo del Titán ese ha sido una muestra de aquello de «en el pecado la penitencia». Aurelio Gutiérrez, sugerente, y también la idea de recoger escritos de otras gentes. Quizas7 un poco pasada sacar a colación lo del submarino amarillo de los Beatles.

  4. Me alegra coincidir en algo, aunque sea coyuntural. En efecto, el episodio del batiscafo es una muestra más de la dimensión delirante del mundo en que vivimos.Por lo demás, Aurelio Gutiérrez es un escritor incisivo, irónico y muy recomendable para sonreír aun desde cierta melancolía.

  5. «Cinco millonarios aburridos de todo –podridos de opulencia- deciden que a 3800 m de profundidad van a tener una experiencia que les hará sentirse vivos.»

    Describir a los personajes como millonarios aburridos de todo y podridos de opulencia. Si bien el término «podridos de opulencia» puede sugerir que están hartos de su riqueza, la afirmación de que están aburridos de todo es subjetiva y carece de justificación. La idea de buscar nuevas experiencias para sentirse vivos es algo común en muchas personas, independientemente de su nivel socioeconómico.

    «Se meten en un minúsculo y carísimo submarino, que se hunde en las profundidades, para ver los restos de un barco. Qué guay. Cool. Exclusivo. Sólo ellos pueden hacer algo así.»

    No tiene sentido expresar sarcasmo hacia la elección de los personajes de explorar los restos de un barco en un submarino caro. Sin embargo, es importante reconocer que las personas tienen diferentes intereses y pasiones. Si estos millonarios encuentran fascinante explorar los restos de un barco, no hay razón para menospreciar su decisión solo por su riqueza. Además, el hecho de que la experiencia sea exclusiva para ellos no implica automáticamente que sea negativa. Muchas personas buscan experiencias únicas y exclusivas para satisfacer sus deseos de aventura.

    «El caso es que el submarinito amarillito –como el oro- se estropea y se transforma en un ataúd con oxígeno para 40 horas.»

    Tremendo utilizar términos despectivos como «submarinito amarillito» y «ataúd» para describir la situación en la que se encuentran los personajes. Si bien es cierto que el submarino se avería y queda limitado en tiempo de oxígeno, lo cual no ha ocurrido, sino que ha explotado al poco de sumergirse, el uso de un lenguaje despectivo no aporta a una crítica constructiva. La premisa de un grupo de personas enfrentándose a una situación límite puede generar tensión dramática y explorar la condición humana en circunstancias extremas.

    «Tratemos de meternos en la piel de estos desgraciados que lo tenían todo, y hagamos una teleserie sobre esos 2400 minutos de agonía, sabiendo que están solos y que se les va a acabar el oxígeno. Y no pueden moverse, solo pensar y hablar entre ellos, aislados del mundo.»

    Calificar a los personajes como «desgraciados» debido a su situación de estar a punto de quedarse sin oxígeno en un espacio confinado. Sin embargo, la palabra «desgraciados» es subjetiva y no representa necesariamente la opinión de todos los espectadores. Además, la idea de explorar el aspecto psicológico y emocional de los personajes en una situación de aislamiento y supervivencia puede ser interesante desde el punto de vista narrativo. La limitación física de no poder moverse también podría generar reflexiones y diálogos profundos entre los personajes.

    «Casi me dan pena, pero no: son un epítome de la estupidez, y como tal deberían ser recordados.»

    Calificar a los personajes como un «epítome de la estupidez» sin ofrecer una justificación clara. Juzgar la inteligencia o valía de los personajes basándose únicamente en su elección y situación actual es una generalización injusta. Además, el hecho de que puedan enfrentar la muerte inminente de manera valiente o descubrir aspectos de sí mismos en su lucha por la supervivencia podría añadir profundidad a la narrativa.

    En resumen, considero que el autor del relato presenta una visión sesgada y despectiva de los personajes y su situación. Es importante reconocer que cada persona tiene sus propios deseos y motivaciones, y no podemos juzgarlas simplemente por su riqueza o elecciones de vida. La premisa planteada podría explorar temas interesantes relacionados con la supervivencia y la condición humana en circunstancias extremas.

  6. Como no he sido nunca rico no sé ponerme en la cabeza de tal. Me temo que han hecho una tontería como las que hacemos muchos casi todos los días. Ni más ni menos. Pero estas no salen en los periódicos

  7. Me recuerda la canción de Javier Krahe: «Cuando todo da lo mismo/por qué no hacer alpinismo». Y también lo enlazo con la película «En tierra hostil» de Bilgelow, sobre un buscador de experiencias extremas. Añado en este foro -no era necesario- música y una peli para complementar el texto.

  8. Querido Aurelio: tu escrito ha logrado hacer reflexionar a partir de una anécdota , lo cual no es poco , y es mucho más atendiendo a su brevedad y concisión. Una perla brillante en medio del fango mediático tan políticamente correcto y supuestamente equilibrado.

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