La política de la derecha ha vuelto a evidenciarse en un tema local como la reactivación de un proyecto urban´ístico que desoye las recomendaciones para enfrentarse al cambio climático que cada día es más evidente.
Las carambolas y las desafecciones políticas facilitaron que no prosperara una alcaldía progresista en la ciudad de Pamplona y que se alzara con el bastón de mando Cristina Ibarrola , de Unión del Pueblo Navarro – UPN.
Esta alternativa de mando en plaza ha sido obviada durante unas semanas tanto por la fiebre sanferminera como por los calores electorales previos al 23- J , pero pasadas las resacas correspondientes, ha vuelto a evidenciarse en toda su plenitud a partir de uno de esos temas aparentemente locales pero que manifiestan un modo de estar en el mundo de la derecha política de siempre.
Me refiero a la reactivación del proyecto de construcción de un gran parking en el lugar que hoy ocupa la Plaza de la Cruz, que supondrá una tala de árboles sexagenarios de difícil reemplazo, un proyecto que fue aprobado sin consenso alguno por el anterior alcalde Enrique Maya, también de UPN y famoso por haber instalado una gran bandera de Navarra con un mástil de una altura de 30 metros ( y con un coste de cien mil euros) el año pasado.
Un proyecto que cuenta con el rechazo vecinal- como otros de los que ya he hablado en varias ocasiones– no solo por la supresión de un lugar vinculado a la memoria y a la vida social de muchos pamploneses y pamplonesas, sino por ser una muestra más de la implantación de un modelo de ciudad, cada vez más hormigonada, que favorece el eterno negocio pingüe de la construcción y desoye las recomendaciones urbanísticas para enfrentarse al cambio climático que cada día es más evidente.
Un proyecto que, sin duda, podría haberse revisado si el empecinamiento de algunas fuerzas politicas y la cobardía de otras no hubieran impedido el gobierno progresista que probablemente deseaba una gran parte de la ciudadanía.
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Estoy de acuerdo totalmente, a pesar de parecer un tema local de Iruña, es un problema extensible hacia el resto de nuestra ama lurra, querída tierra y resto del cosmos….. también, debemos reflexionar en nuestras acciones
Así lo veo yo, en efecto.Se trata de una forma de crear ciudad más dependiente de hacer negocio que de pensar en la vida colectiva y en el respeto a la naturaleza.Muchas gracias por el comentario.
Soy buen y asiduo visitante de Pamplona -y de toda Navarra- pero no estoy en condiciones de opinar al respecto. Recuerdo el follón que se organizó cuando el parking de la Plaza del Castillo y bajo mi modesta opinión aquello fue un acierto. Uno ha ido viendo a lo largo del tiempo los estacionamientos subterráneos que se han ido haciendo en esa querida ciudad ¿Qué hubiera sido de Pamplona sin ellos? En fin, la sociedad cambia y los valores también. Que sus ciudadanos decidan.
Y aún así, en el II ensanche ha vuelto a ganar la drcha , UPN y PP…oye, yo ya no sé qué pensar…estamos tont@s o qué?
Gracias por el comentario. Espero que la ciudadanía pueda decidir porque la transformación que se propone es muy relevante.
Muy curioso, sí.Merece la pena darle alguna vuelta reflexiva.Gracias por la atención y el comentario.