¿Y a ti, querido lector, querida lectora, mi hermano, mi hermana, qué obras te abrirían la puerta de la confianza…?
Hacia la mitad de Los papeles de Admunsen, recientemente encontrada- y publicada – novela sesentera de Manuel Vázquez Montalbán – y verdadero mapamundi de su obra posterior- se mencionan los libros como claves de identificación del personal durante el tardo-franquismo.
Y así, abunda MVM, como los cristianos se reconocían dibujando un pez o una cruz o los masones apretando los pulgares, la progresía se (auto) detectaba según los libros que se exhibían : «Veíamos a alguien leyendo un libro de Sartre y sabíamos que seguro que se le podía hablar».
Y claro, en esta época atravesada por las redes sociales- y pronto abducida acaso por la IA- en la que muchos libros ya se leen en formato electrónico, ¿ cómo identificar a aquellos y aquellas con quienes se podría hablar?
Será más difícil y habrá que tener un ojo de halcón, pero, por ejemplo, en mi caso, y recurriendo al santoral civil del que habla John Dos Passos en sus memorias Años inolvidables, supongo que alguien que exhibiera los Ensayos de Montaigne, el Oráculo manual y Arte de Prudencia de Baltasar Gracián, Sendas de Oku de Matsúo Bashoo ,La Educación sentimental de Flaubert o El Quadern gris de Josep Pla, me generaría cierta espectativa.
¿Y a ti, querido lector, querida lectora, mi hermano, mi hermana, qué obras te abrirían la puerta de la confianza…?
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Cualquier libro de Lev Tolstoy
Muchas gracias por tu comentario.
En principio la Biblia pero habría que preguntarle la opinión al lector.