Ya he comentado en varias ocasiones que en su momento heredé algunos libros de mi abuelo Ataulfo Urmeneta, jelkide sutsua según las crónicas de la época.
Pues bien , hoy, ordenando la biblioteca, al ir a recolocar Origen de la familia,de la propiedad privada y del Estado , de F. Engels, en una edición valenciana de 1925, se ha desprendido de sus páginas una ficha manuscrita en la que se podía leer en letra muy menuda – la transcripción es mía -:»Bakotxak zeregin bat dau, nahi badau, une historiko bakoitzean.Nik, adibidez, ez dot inoiz artista gisa politikokiro parte hartu nahi izan, beste herritar baten gisa baizen. Eta artista gisa, espazio mentalak edegiten saiatu naz, iraupenean sarteko, eta, agian, gero denpora kronologikora itzultzeko, indarbarrituta».
Hechas las consultas pertinentes, la traducción podría ser :»Cada uno tiene una tarea, si quiere, en cada momento histórico.Yo, por ejemplo, nunca he querido participar políticamente como artista, sino como un ciudadano más. Y como artista, he intentado abrir espacios mentales para entrar en la duración y, quizá, volver después al tiempo cronológico, revitalizado».
No tengo ni idea de quién puede ser el autor de este párrafo, ni me consta que mi abuelo lo utilizara en ninguna de las columnas periodísticas que escribía en euskera firmando con el seudónimo de Latz. Supongo que la duración- iraupena– de la que se habla es la de Henri Bergson, y que esta mención le habría atraído la atención pues aquel Urmeneta tenía una amplia cultura,a fuer de ser matemático y filólogo aficionado, lo cual no le impidió,por cierto, rezar el ángelus todos los mediodías, ni acudir a comulgar todas las mañanas a la Iglesia de San Nicolás.
Pero esa diferenciación del artista en tanto que ciudadano por una parte y creador en un ´ámbito determinado de la cultura por otra,que se expresa tan sintéticamente en esas frases , no deja de sorprenderme , pues da cuenta de una polémica acerca del arte comprometido – engagé– que ya por entonces ( murió en 1954) debía de estar muy vigente.
Y así que no he podido sino sentarme un buen rato para meditar sobre todo esto e intentar dilucidar cuál podría ser la interpretación que se le podría dar a este texto hoy en día y en estos lares, en medio de la trifulca mediática y el desasosiego histórico que nos rodean… ¡Vaya con don Ataulfo!
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Qué personaje, tu abuelo Urmeneta!!
El euskera de la nota escrita, ¿no lo está en una modalidad o variante del bizkaiera? ¿Qué explicación le das a esto?
Así es , Javier.Creo que se puede decir que la nota está escrita en dialecto vizcaíno – bizkaieraz-, y esto añade todavía más perplejidad- ¿Sería de algún amigo o conocido vizcaíno?, pues , hasta donde yo sé, él solía escribir más bien en guipuzcoano -gipuzkeraz. Y ya, de paso, ¿ por qué guardar la ficha en un libro de Engels que era una de las biblias del socialismo de la época? En fin, sí, un personaje, por cierto también represaliado en su momento, salvado de males mayores gracias a su catolicismo militante y a la afiliación requeté de su hijo Miguel Javier Urmeneta, luego alcalde de Pamplona…
Hay que ver a que familia más «ilustre» (en el sentido de ilustrada) pertenece usted don Vicente. Me imagino que en la Pamplona de aquellos tiempos ser euskaltzale y nacionalista vasco no tendría que ser nada cómodo.
Ilustrada, sí.Pero en aquellos tiempos el euskera y la cultura vasca en general eran también patrimonio del carlismo- mi abuelo era muy amigo de Ignacio Baleztena. Todo cambió con el levantamiento del 18 de julio, pues jelkides y carlistas se distanciaron, no mucho en Navarra, pero sí , por ejemplo, en tierras guipuzcoanas y vizcaínas. Gracias por el comentario.