Se acaba de estrenar en el Festival de Cine de Cannes una copia restaurada de Tasio, la opera prima del cineasta navarro Montxo Armendariz. El film original vió la luz allá por 1984…
…En una cena que recordaré siempre, y en la que se comentaron algunos aspectos del guión y del rodaje, un desgraciado equívoco, fruto de las intrigas intestinas del mundo del cine de aquella época y que ninguno de los implicados ni implicadas quiso aclarar -recuerdo haber pedido al respecto más de un careo- me apartó personalmente de su director cuya obra sin embargo he seguido con mucha atención.
Era yo por entonces un joven inocente y bastante habladorico y , en ciernes de publicar mi primer poemario – Teoría del extraño movimiento -, todavía pensaba que el mundo de la creación artística era un ámbito tan puro como el de mis haikus, en el que tan solo se intentaba conseguir una cierta perfección estética.
Con con el tiempo me fui dando cuenta ,y acaso aquel incidente fue el primer aviso,de que en dicho mundo como en otros barrios del quehacer humano hay envidias solapadas y amoríos inconfesables, fidelidades coyunturales e infidelidades oportunistas, y sobre todo muchos intereses ocultos de los que darían muy buena cuenta tanto la psiquiatría como la economía.
Pasados cuarenta años, no puedo sino alegrarme de la recuperación institucional de esta película que marcó un antes y un después en el devenir del cine español contemporáneo , y acompañarla con el aplauso que en su momento me fue a priori negado.
Y, en cualquier caso, sería conveniente recordar para el futuro que son las obras quienes hacen a los artistas y no los artistas quienes hacen las obras, mal que les pese…
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Dos cosas, huici
¿Cine español?
¿Pero qué pasó?
Cine español, pero, si usted quiere, cine vasco. Basta tener en cuenta lo que por entonces se hacía en estos lares.
¿Qué pasó? Que quienes hicieron unos comentarios ignominiosos – y los recuerdo con nombres y apellidos – negaron después haberlos hecho y me los atribuyeron a mí, que tan solo los repetí inocentemente, y que la persona a la que estaban dirigidos – fácilmente deducible por el contexto- no quiso en ningún momento escucharme llegando a negarme el saludo…Y hasta hoy. Una de tantas historias chungas de ese mundillo del cine…