«Tome el que escribe asunto que no sea superior a sus fuerzas…»
El amigo Sarrasketa, al parecer, está haciendo lo que yo debería,es decir, una revisión a fondo de este blog al límite de las 1.500 entradas.Y me ha propuesto que reproduzca de nuevo una vieja columna que «empalmaría muy bien con la anterior» y que en su momento se tituló DE PISONES Y PISOTONES.
Así que hay va:
De Pisones y pisotones
«Estoy sentado en la minúscula terraza del Bar Avenida, mordisqueando una de sus célebres «felipadas» y bebiendo, a pequeños sorbos, una caña. Espero a M. que tiene que terminar su bolo en la Alhóndiga-Iñaki Azkuna Zentroa en un cuarto de hora.
En lenguaje del nouveau roman, a dieciséis grados y tres minutos por el oeste atisbo una sombra que se mueve con gestos compulsivos en torno a lo que pudiera ser un teléfono móvil. Cada tres minutos arroja impetuosamente una colilla que cae junto a mi zapato izquierdo sin apagarse. Comprobado el ritmo del proceso, a la tercera colilla me veo en la obligación de apagarla, ya con un pisotón manifiesto, y la sombra se eleva sobre mi y oigo un a modo de gruñido y, a continuación, pasos que se alejan. Y recuerdo que una vez Miguel Sánchez-Ostíz me recomendó un libro que todavía tengo pendiente de leer: Molestias del trato humano, de Juan Crisóstomo de Olóriz.
Viene M. y le cuento el susedido. Sonríe por no reírse. “Es que te lo tomas todo demasiado a pecho. En vez de enfadarte por usar el cenicero grande y no ese pequeño que tiene sobre la mesa, deberías pensar en la carga de trabajo – como se dice ahora- que su expansiva actitud aporta al colectivo de trabajadores de la limpieza”.
Hago una cambiada y le pregunto por su conferencia, charla o lo que sea (tenemos mutuamente prohibido acudir a las que da cada uno pane lucrando: así nos ahorramos esa frase fatal del «¿qué te ha parecido?» y podemos mantener nuestra amistad.
Está satisfecho pues, según dice, ha conseguido que al menos una persona haya decidido dejar de escribir. «Pero», le pregunto, » ¿no habías venido a un taller de creación literaria?».»Así es, pero recuerda el <Sumite materiam vestris, qui scribitis, aequam viribus> de la Epistola ad Pisones de Horacio». «Ya, ¿y en cristiano?»- «Tome el que escribe asunto que no sea superior a sus fuerzas…«
Y yo me quedo pensando en cuántas veces nos metemos en asuntos que son excesivos para nuestras fuerzas, desde pincho-potes amistosos hasta deportes de no-riesgo: la próxima vez me guardaré y muy mucho de dar pisotones demasiado expresivos…»
Y pues sí que esta escriturilla tan antigua empalma y bien con la última, pues háblase de lo mismo mas desde diferente punto de vista – ¡ Cielos, qué clásico que me he vuelto de pronto!- Y la recomendación mayor para el colectivo de lletraferits– esa Epistola de Horacio llamada también Arte Poética- es de las mejores que han salido de aquesta mi pluma (O, my god!)…
(c) by Vicente Huici Urmeneta