He comprobado que entre mis amistades la tecla está rielando sobre la pantalla más que la luna sobre la mar salada.
Soy más de primavera y de otoño que de verano, pues no llevo bien ni el sol ni el calor ni ninguna de las actividades aeróbicas adjuntas, por lo que nada más alejado de mi imaginario paraíso que una playa sin fin festoneada de palmeras y cocoteros.
Esta disfunción veraniega solo la he podido sobrellevar hasta hace poco proponiéndome lecturas drásticamente homeopáticas, pasando de Hegel a Heidegger, y llevando un esforzado diario filosófico, a veces hasta moderadamente publicable.
Pero este verano, y supongo que será cosa de la edad, me he dedicado a la relectura reposada de la Odisea, comprobando que mis desdichas caniculares nada son comparadas con las mayores de aquel gran sufridor que Ulises fuera, y escribiendo algún que otro haiku bajo la sombra de algún árbol piadoso y en compañía de un aperol spritz bien preparado.
Sin embargo, he comprobado que entre mis amigos, conocidos y saludados – que decía Josep Pla- la tecla está rielando sobre la pantalla más que la luna sobre la mar salada.
Así, mi viejo amigo el catedrático de la UNED Paco Martínez ha escrito una interesante aproximación sobre los nuevos rumbos de nuestra exterioridad centrándose en las cuentas pendientes con Oriente y particularmente con China.
Por su parte ,el reconocido historiador Fernando Miquelarena ha profundizado en la investigación sobre la conspiración franquista en Navarra aportando nuevos y relevantes datos.
Y finalmente el recientemente nombrado Consejero de Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, Juan Ignacio Pérez, nos ha proporcionado una sugerente reflexión sobre la íntima patologización general básica en la que sobrevivimos.
Y supongo que es de agradecer que , a pesar de la canícula, se mantengan firmes gentes como las mencionadas para que nuestras neuronas no se adormezcan más de lo necesario y terminemos por ser víctimas de una galbana absoluta…
(c) by Vicente Huici Urmeneta
¡Caramba don Vicente! Coincido plenamente con usted en lo de la primavera y el otoño. En cuando a lo de sus últimas lecturas no. Servidor lleva tiempo orientado hacia algunos libros de Haramburu Altuna, como «El Dios de los vascos» y «El crepúsculo de Dios – Historia cultural del cristianismo en Vasconia» y otros autores que tratan de esas cosas del comportamiento del clero vasco, Parientes Mayores, feligresía y demás. Me parece un mundo fascinante. Por cierto estas lecturas me han permitido descubrir que existe una pequeña población denominada Valpuesta con una historia fascinante y sobre la que hay bastante literatura.
Muchas gracias por el comentario. Le veo a usted activo , como siempre, y me alegra mucho que así sea.