Estando el debate sobre el colonialismo y sus consecuencias más abierto que nunca, viene bien, muy bien, la mirada particular de una mujer mestiza e ilustrada…
Asistí ayer en Bilbao a la inauguración de la edición número 23 de ZINEMAKUMEAK, MUESTRA DE CINE DIRIGIDO POR MUJERES, que se prolongará hasta el fin de semana.
Tras las presentaciones institucionales de rigor y la entrega del Premio Simone de Beauvoir a Gracia Querejeta, se proyectó el documental Dahomey, de la cineasta franco-senegalesa Mati Diop ( Paris, 1982) galardonado con un Oso de Oro en la Berlinale de este año.
El film recoge la devolución de 26 tesoros reales del Reino de Dahomey, actual República de Benín, que junto con otros miles de objetos fueron llevados a Paris por las tropas coloniales francesas en 1892. Asimismo recoge una larga serie de intervenciones de un debate que se celebró al respecto entre los estudiantes de la Universidad de Abomey-Calavi.
La película resulta sumamente interesante más que nada por el gran desconocimiento que todavía tenemos sobre la colonización africana y el proceso posterior de descolonización, pero algunos aspectos que se muestran resultan tan curiosos como contradictorios.
Pues más allá de que en algunas secuencias del traslado de los tesoros el trabajo físico más duro recae en africanos bien negros, dirigidos por europeos bien blancos, el idioma de los debates es el francés, aunque en ciertos momentos se haga referencia a las perdidas «lenguas originarias».
Y, como es bien sabido, una lengua no es solo un sistema de comunicación sino que con ella se transmite una estructura psico-cultural, lo cual queda de manifiesto en los términos de la discusión entre los estudiantes que, tratando de la identidad, la historia, la religión o la política, siguen con claridad y distinción las premisas conceptuales y argumentativas de la cultura ilustrada europea.
Aspecto este último que no ha de extrañar si se repasa la biografía de Mati Diop, hija de un padre músico, Wasis Diop, y una madre fotógrafa y compradora de arte, y sobrina de Djibril Diop Mambéty, director de la película de culto senegalesa Touki Bouki (1973).
Pero en fin, estando el debate sobre el colonialismo y sus consecuencias más abierto que nunca, viene bien, muy bien, la mirada particular de una mujer mestiza e ilustrada…
(c) by Vicente Huici Urmeneta
No sé si estoy muy de acuerdo con usted don Vicente en eso de que el debate sobre el colonialismo y sus consecuencias está más abierto que nunca, salvo que entendamos por colonialismo el económico. Es un parecer.
Sobre ese también, pero me refería al desarrollado en África y América desde el siglo XV que ahora se está sacando a colación…Gracias por el comentario.