
En 1957, el crítico catalán Josep Maria Castellet publicó La hora del lector, una obra fundamental de la crítica literaria española de la época. En ella, el autor proponía una narrativa alternativa a la novela social ‘de argumento’ por entonces imperante , otorgando una importancia definitiva al cambio de actitud del lectorado que, consecuentemente, debería adoptar un tono decididamente proactivo frente a la recepción pasiva y la pereza mental habituales.
He recordado esta propuesta al leer Los expulsados ( 2025), del escritor venezolano afincado en España Edgar Borges, pues formaliza eficazmente las indicaciones de Castellet , por otro lado muy sugerentes ante la nueva invasión de literatura «de argumento» ,mayormente bajo una torpe clave seudo-policial, fácilmente reconvertible en guion de una serie televisiva más.
Además, este nuevo libro de Borges no resulta ser sino la continuación estilística de otros anteriores como La niña del salto ( 2018), Enjambres (2020) o Figuras (2023) y, como en ellos, hay ecos de su literatura de referencia como es el caso evidente de Peter Handke, de quien el escritor venezolano es un gran conocedor y admirador (El hombre no mediático que leía a Peter Handke, 2012).
Y , como en los casos anteriores y acaso particularmente en la lectura de Los expulsados, se requiere una participación activa a la hora de reconstruir , desde los diversos materiales propuestos, la historia de tres niños maltratados, Marta , Sara y Andreu, extraviados en un laberinto tan simbólico como vivencial, gestionado por un extraño sistema panóptico tan kafkiano como foucaultiano.
Una obra , en fin, que supondrá un desafío para cualquiera que la lea y que nuevamente resultará, como dice Enrique Vila-Matas , una manifestación de «la literatura como un complot contra la realidad» o al menos, contra una determinada construcción social de la realidad, en palabras de P.L.Berger y T.Luckmann
(c) by Vicente Huici Urmeneta
«La literatura como un complot contra la realidad». Daré vueltas en mi cabeza a esta frase mientras contemple la mar en mi paseo mañanero
Estimado Antonio: acaso se entienda mejor la frase desde la perspectiva de un libro que siempre he recomendado: La construcción social de la realidad, de los sociólogos P.L Berger y T. Luckmann ( en pdf.:https://redmovimientos.mx/wp-content/uploads/2020/07/La-Construcci%C3%B3n-Social-de-la-Realidad-Berger-y-Luckmann.pdf)
Desde esa perspectiva la frase podría reformularse como «La literatura como un complot contra la realidad…socialmente construida como verdad indiscutible»…Gracias por la atención y el comentario.