LO QUE VEMOS VIENE DE LEJOS (Y NO EMPEZÓ AYER) por José Vicente Iriarte

Mi querido amigo, el historiador José Vicente Iriarte (*) me ha enviado esta breve y sugerente reflexión que publico aquí con mucho gusto:

«En la limpieza veraniega de estanterías varias me he encontrado dos obras de Francis Fukuyama, y una de ellas El fin de la historia y el último hombre, de 1992, me ha retrotraído a aquellos años.

Afirmaba en ella que los procesos históricos habían culminado para dar paso a un orden capitalista universal y democrático  tras  la guerra fría: parecía que nos quedábamos con la narrativa del “fin de la historia” y con las ideas futuristas del Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense”.

Según la tesis expuesta, la caída de la URSS dejaba como única opción viable el liberalismo democrático, constituyendo el llamado pensamiento único: se podía prescindir de ideologías y la economía lo era todo. Fukuyama estaba a favor de la guerra de Irak, lo mismo que Robert Kagan y John Bolton, como expresión del nuevo orden.

Pero años después, ya en 2008 (El fin de la hegemonía norteamericana), el politólogo estadounidense comenzó a entrever que el neoconservadurismo había evolucionado negativamente y  culpaba de ello al unilateralismo de la política exterior norteamericana, en unos momentos en que Rusia pasaba de los apuros estructurales a un tímido despunte y cuando no se  esperaba un despegue económico  tan rápido en la República Popular China.

Posteriormente, en un reciente artículo se ha desmarcado finalmente de su anterior orientación con críticas muy duras a la corriente neocon, insistiendo en su fuerte discrepancia con el unilateralismo de la política estadounidense y en la acción política de Oriente Medio,y anunciando el fin del predominio norteamericano, al no ocupar en solitario el primer plano en la escena global por el creciente éxito con que se desempeñan otros grandes actores políticos, económicos y culturales.

Fukuyama se plantea desde ese momento la cuestión de un “mundo posterior al dominio americano” refiriéndose a lo que puede esperarse en los próximos años, pues aun siendo la mayor potencia mundial se está produciendo un desplazamiento de poder en lo que a la economía se refiere ya que China, Rusia, India y otros países, los BRICS, están en expansión.

Queda así claro que el sermoneo político y social de EE.UU de los últimos años suena un poco falso después de la crisis de 2007 que ha conllevado deudas multimillonarias para los norteamericanos (hoy cerca de 34 billones de dólares) y una gran  acumulación de reservas para otros. Por otro lado, el gasto militar norteamericano continúa siendo impresionante pues viene a ser tanto como todo el del resto de potencias armadas y, sin embargo sus ejércitos no han salido sairosos de ciertas pruebas como, por ejemplo, Irak o Afganistán .Y además aparecen nuevas alianzas como la Organización de Cooperación de Shanghái (2001) con objetivos no precisamente pronorteamericanos.

¿Qué hacer ? ¿Seguir la doctrina neocon de Paul Wolfowitz manteniendo a Rusia como objetivo? ¿Impedir el desarrollo de economías que cuestionan la supremacía norteamericana? Con todos estos mimbres y a luz de los acontecimientos presentes, me pregunto sobre Ucrania, Oriente Medio, y la guerra comercial iniciada por  Trump…Algunos dicen que estamos en medio de una guerra mundial multifacética o híbrida…«

(*) José Vicente Iriarte (Pamplona- Iruña 1955) es Doctor en Historia Contemporánea.