Por lo que he oído en la panadería, las redes están que echan humo porque una influencer con un par de millones de seguidores ( y seguidoras, of course), una tal Yovanna Mendoza, alias » Rawanna» , ha abandonado su militancia vegana, y lo más peor, como dicen en la Ribera, la han pillado…¡ comiéndose una lubina!
Por lo visto la alta traición por la que ya esta siendo fusilada electrónicamente se debe a que su dieta, que a más de vegana proclamaba la bondad irremediable de estrictos ayunos desintoxicantes en tandas de 25 días, se debe a que ha entrado en una fase polipatológica en la que se han sumado a) anemia, b) ausencia de menstruación, c) alteraciones de tiroides…y ¡ag!, d) hongos vaginales.
De manera que aunque el canon ad hoc señala el dogma mayor de abstenerse de comer carne y cualquier alimento de origen animal, incluyendo la leche, los productos lácteos y todos sus derivados, los huevos y productos elaborados por animales, como por ejemplo la miel, la susodicha ha tenido que recurrir a un chute proteínico animálico con el recurso de última instancia del pescado , ya que la lubina, por ejemplo, salvo habilidad muy particular, no te puede mirar a los ojos y decirte lo de » Tu quoque fili mi !».
El caso, y el «estudio de caso» que se podría hacer ( y que , por cierto, salvo por lo de los hongos vaginales, se podría atribuir a un por ejemplo Yovanno , alias » Rawanno» ) no es sino una muestra más del deseo de salvarse-en-general al que , al parecer, es tan proclive la especie humana desde sus orígenes, que no ha cesado de elaborar concienzudos ismos flagelantes para dar sentido al tránsito vital de estos «seres de un día» que decían los griegos, tal y como, precisamente, consignó E.R. Dodds, en su libro Los griegos y lo irracional.: «Cualquier cultura de culpa puede suministrar un terreno propicio al desarrollo del puritanismo, puesto que crea una necesidad inconsciente de auto-castigo que el puritanismo satisface «.
Por lo demás, yo prefiero seguir el consejo de Grande Covián: comer de todo en plato de postre…(Aunque no siempre lo puedo cumplir)
Cada vez estoy más convencido de que lo mejor es ser «normal, limpio y aseado». Es mi máxima.
¿Qué no puedes cumplir, Vicente? ¿Lo de comer de todo o lo de comer en plato pequeño? 😉
Y algo parecido pasa con los anti gluten… Vale la pena leer https://www.pastryrevolution.es/panaderia/imbeceliacos/
Modas sin fundamento, respetando, eso sí, a quienes realmente padecen la enfermedad celíaca.