Mi estimado compañero de blogs – y experto en redes educativas- Iñaki Murua ofreció hace poco un link que ordenaba una serie de expresiones de singular interés.Entre ellos figuraba «Seniors Bombers» y se refería a eso que se ha venido en llamar «tercera edad activa».
Por motivos de curiosidad y condición – que diría Baltasar Gracián- me he quedado con este apelativo. Pues era antes la jubilación una etapa de júbilo como su propio nombre indica y se refería mayormente a un «otium cum dignitate» dedicado al estudio meditativo y a la ayuda mutua, o bien regentado en clubs ad hoc de cajas de ahorro y si acaso salpimentado, en ocasiones, por unos terciarios viajes comunitarios del IMSERSO.
En nuestros días, sin embargo, las universidades proponen cursos variados que van desde la Historia del Arte hasta la Expertización en Culturas Orientales pasando por la Gastronomía Glocal; los gimnasios ofrecen planes especiales de mantenimiento; la industria farmacéutica , efectivos tratamientos anti- aging; y , por no continuar, las más variopintas instituciones públicas y privadas, una sucesión de marchas, subidas , bajadas y medias maratones para todos los gustos.
Atravesados ( y atravesadas) por todas estas incitaciones, parece haberse creado efectivamente este modelo del «Senior Bomber» que se percibe en muchos ( y muchas) sesentones avanzados e hiperactivos y que se puede identificar por un mínimo común denominador que no es otro que el de la actividad deportiva – ese «turno de trabajo» que decía Ernst Junger- , una actividad , metáfora viva de cualesquiera otras que, por fin , abduce a muchos miembros (y miembras) de la tercera edad en esa figura del B-52, preparado para atacar con contundencia siempre y en todo lugar.
Pudiera pensarse que esta revolución en el planteo ( como dirían algunos colegas sudamericanos) de la jubilación no es sino un reconocimiento del valor, la autoestima y la salud personales de los tan dinámicos afectados ( y afectadas), pero no se puede eludir que estos «Seniors Bombers» constituyen un nuevo nicho de negocio , según afirman los tecnócratas avisados. Y que conste «que me parece bien», como diría el Príncipe Salina en El Gatopardo, pues tan sólo se trata de uno de los «signos de los tiempos». Aún así, es necesario matizar que , de hecho, la expresión en cuestión se refiere más específicamente a jubilados y jubiladas de lujo.
Pues, entre tanto, otros jubilados y jubiladas, a quienes no les da para tanto estudio, ni tanto gimnasio, ni tanta crema, ni tanta movilidad, continúan manifestándose todos los lunes reivindicando una pensión digna…
Pues no ! No hace falta mucho dinero para pertenecer a un club de seniors! En NY hay un club para aprender nuevas tecnologias y son gratis, pagadas por el departamento de la Senectud o Aging. Organizan cursos para ir en grupo al gym y entrenan a sus socios! A ver cuando se pone esto de moda en Euskadi! Aparte de aprender tecnologias se comparte con otra gente. Tambien hay Senior Centers, donde se come por 1 $ y tienen actividades de todo tipo desde yoga y zumba hasta peluqueria y arreglo de unas, Tambien ayudan con problemas de salud y hasta con abogados en casos de eviccion etc.
Gracias por el comentario y por la sugerencia.