Son muchos los dimes y diretes , los bulos y contra-bulos y las más fake- news que están circulando a propósito del desgraciado derrumbe del vertedero de Zaldibar.
No tengo la menor intención de entrar en el fondo de la cuestión pues para ello hay expertos que pueden opinar mejor, como Julen Rekondo, (1) y tampoco sobre si hubiera sido necesaria la presencia de la UME española o si bien eran suficientes los recursos propios.
Sobre las formas, poco hay que decir que no se haya dicho, todo lo más recordar que la falta de empatía mostrada por algunas autoridades es un rasgo general cuando se confunde la política con la gestión, pero aún así …¡ Cómo se puede pretender «transmitir un mensaje de tranquilidad a la población» desde una displicencia tan pavisosa !
Y, por supuesto, hablar acerca de la utilización que se puede estar haciendo de esta causa en un periodo electoral es un oxímoron , pues utilizaciones, de este tipo y de muchos otros, las ha habido , las hay y las habrá.
Me voy a referir a un aspecto anecdótico pero significativo, pues en el telediario de ETB2 en castellano del martes día 18, tras dar una exhaustiva crónica de la comparecencia parlamentaria de las máximas autoridades vascas al respecto, sin solución de continuidad y antes de pasar a otros temas, se ha dado noticia de la campaña que ha emprendido el Ayuntamiento de Astigarraga para concienciar a sus ciudadanos y ciudadanas porque , al parecer, mayormente no separan los diferentes tipos de basura .
No hace falta haber cursado un grado en Ciencias de la Comunicación para darse cuenta de la perversidad de esta combinación, pues en efecto, tras haber repartido en relación a la cuestión de Zaldibar todo tipo de irresponsabilidades, una de ellas, solapada pero reiterada, ha sido la excesiva reacción popular – al parecer manipulada – a las consecuencias ambientales y sobre todo para la salud del mentado vertido, y esta irresponsabilidad se ha hecho conectar en el dispositivo informativo directa y conceptualmente con la de aquellos y aquellas que no reciclan adecuadamente sus basuras.
Este tipo de operaciones burdas y a la vez tan efectivas que consisten en repartir, en este caso literalmente , la mierda generada por unos y unas entre todos y todas, es una estrategia habitual de los tecnócratas, como ya se pudo ver, por ejemplo,en el caso sobresaliente de la crisis del año 2008 en la que , al final, algunos gurús y medios de comunicación insinuaban que se debían aceptar las políticas de austeridad porque «habíamos gastado lo que no teníamos»,cuando quienes divulgaban este mensaje eran precisamente quienes habían fomentado este gasto y además a escala internacional.
En fin, que parece que este asunto va a dar para mucho, aunque por ahora no ha habido dimisiones ni se las espera. Y entre tanto, sobrevivimos a una manipulación tras otra…
(1) Julen Rekondo, » Vertedero de Zaldibar: consternación y más cosas «
Por favor don Vicente, se lo suplico, deje de utilizar lo de unos y unas, ciudadanos y ciudadanas………… Por lo demás no me creo que las autoridades no supieran qué estaba pasando en el vertedero. Admiro y aplaudo las formas del lehendakari pero decir que eso era un «accidente» no se le ocurre ni al que asó la manteca. El problema es que estas cosas de vertederos y demás no las quiere nadie en su municipio. Cada vez que recuerdo lo de llevar la basura a Navarra y a Cantabria se me abren las carnes. ¡Me solivianto!
Todo el mundo (de las autoridades me refiero) ha mirado para otro lado y ha dejado hacer. Ya que tenemos un basurero………. pues utilicemosle y dejemos de complicarnos la vida tratando de autorizar otro nuevo con los problemas que eso comporta. ¡Para qué vamos a enfrentarnos a alcaldes y coordinadoras de «ecologistas». Triste, todo muy triste.