Alguien dijo o escribió una vez que agosto era como un largo domingo de sol y de calor. En estos lares, según salga vencedor el viento del noroeste o el viento sur, solemos tener calles vacías y playas llenas o playas vacías y calles llenas.
Sin embargo ,este mes de agosto de 2020 ,el COVID-19 lo ha llenado todo a cuenta de quienes han tenido que renunciar a los viajes exóticos y a quienes por fin se han visto libres de la presión del confinamiento.
Y así ,agosto ,por lo general un tanto anodino, ha tomado en esta ocasión un singular protagonismo al no cesar sino más bien incrementarse la actividad económica, social y hasta política respecto de los meses anteriores, pero también a causa de los rebrotes de la pandemia que han surgido aquí y allá ,sin que se sepan muy bien sus causas.
De manera que la rentrée ,que antes de la discontinuidad histórica en que vivimos, era el punto de referencia para el reinicio de la vida colectiva, ha trastocado nuestras marcas temporales , disolviéndonos , como dijo el sociólogo Georges Gurvitch ,en un tiempo «adelantado sobre sí mismo».
Pues bien,en esta rentrée adelantada hay dos colectivos a los que se les está exigiendo a priori una particular iniciativa : por un lado está el profesorado de todos los niveles educativos al que se le está indicando que se prepare para impartir la docencia según escenarios tan diferentes como la presencialidad esterilizada o el remoto puro on line; por otro lado se sitúa el personal sanitario, a quien se le anuncian unos meses de trabajo a destajo no muy diferentes a los que se vivieron durante el segundo trimestre del año.
Curiosamente estos dos colectivos están coincidiendo en las mismas reivindicaciones: hacen falta más profesionales y muchos más medios.
De manera que teniendo en cuenta que estos dos colectivos van a ser los protagonistas de los próximos meses (y no sabe si con la participación meritoria de los militares y la policía ), sería bueno que los gobernantes asumieran el papel de las antiguas gobernantas y evaluarán adecuadamente las necesidades – escuchando directamente a quienes las tienen delante : esto es muy importante- ,y proporcionaran con decisión los medios oportunos…Dejando, de paso, de echarse la culpa de la situación unos a otros ( y menos a la despistada ciudadania )para obtener un rédito político que a estas alturas ya parece un tanto delirante.
¡Agosto, la sanidad y la educación!
Gracias por sus comentarios, que a algunos y algunas darán que pensar…que es de lo que al cabo se trata.