Me ha llegado una convocatoria de la asociación Abando Habitable y Saludable para participar hoy, día 20 de octubre , a las cinco menos cuarto de la tarde en una manifestación que partirá de la Escuela Pública Cervantes. El objetivo inmediato de esta acción es paralizar el derribo del edificio situado enfrente, los locales y patio de la Escuela de Magisterio BAM,al considerar que el polvo que se generaría resultaría incompatible con las normas preventivas frente al COVID-19 que, entre otras cuestiones, plantean la ventilación regular de los centros escolares.
Aun así el derribo no supone sino un episodio más de una ya larga historia que la Asociación ha recordado una y otra vez, y en la que la anuencia de la Diócesis de Bilbao, propietaria de la parcela en cuestión, y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de la Villa, ha protagonizado otros, desde una recalificación problemática del terreno – que está pendiente de resolución judicial- ,hasta una sucesiva reestructuración de usos del nuevo edificio que se pretende construir y que se ha formalizado finalmente en una mole de siete plantas y cinco sótanos, en la que además del uso eclesiástico figurará una gran clínica del grupo Mutualia. Y todo bajo el paraguas de una constructora, Murias, que recientemente ha sido absorbida por uno de los gigantes inmobiliarios: URBAS, una macroempresa actualmente investigada en la Audiencia Nacional por estafa y delito societario.
Si el proyecto se lleva a cabo, a pesar de la oposición de muchos vecinos y vecinas , del AMPA de la Escuela Pública Cervantes y de varios profesionales de la Arquitectura, el Arte y la Historia, desaparecerá uno de los últimos espacios libres de Abando y con él un edificio singular, depósito de una gran parte de la memoria colectiva de este barrio bilbaino.
Y no deja de resultar paradójico que quienes se reclaman una y otra vez de la combinación de tradición y modernidad, haciéndolo a menudo en inglés, se inclinen al final por una pre-modernidad con aires de post-modernidad ( aquí tampoco Nunca fuimos modernos, que diría Bruno Latour), en la que la apuesta por el posicionamiento global intentando ser un referente internacional, queda anulada en el ámbito local al manifestarse tan palurda como descaradamente defensora de intereses privados …
Que no don Vicente, que no, que no va por buen camino. Se mete con los regidores municipales, con la «iglesia» (nada más y nada menos). Hágame caso, como siga por ese camino algún día de estos le van a echar a la Ría. Ya sé que está mucho más limpia que hace 40 años pero ¡aún así!
P.D. No sabía lo de Murias. Se lleva tiempo con lo de IMQ. A este paso van a quedar Irizar, CAF, Iberdrola y poco más.
Me gustaría saber cómo llegó a ser propiedad de la Diócesis la parcela en cuestión.
¿Cuánto pagó por ella? ¿Se la inmatriculó por una peseta en su día? Se la cedió el Ayto. de Bilbao a cambio de darle un uso didáctico?
En definitiva, ¿está la iglesia una vez más haciendo un negocio con lo que en buena lid nunca ha sido suyo?
Lo siento mucho, señores católicos, pero mientras su iglesia siga dando el espectáculo escandaloso que lleva tantos años dando, y que hace poco se ha renovado con la barbaridad de las inmatriculaciones de Aznar, la gente mínimamente racional no podemos evitar desconfiar de cada una de sus transacciones comerciales, ni podemos evitar pensar que su iglesia es un hatajo de delincuentes.
Pues sí…Y poco más.
Yo debo ser ya muy antiguo. Las continuas proclamas del equipo del señor Aburto sobre su labor en favor de un Bilbao sostenible y más amable no me coinciden con la profusión de edificios-mamotreto por doquier.
Garellano, Bolueta, Botica Vieja, Deusto, el monstruo junto al Parque de Echevarría-Grupo Panera…
A mi que soy un poco rarito me da que nos están vendiendo humo con olor a chamusquina.
Es grande la habilidad para decir una cosa y hacer la contraria.
Siempre hay personas que se oponen a todo, da igual, a que se haga el Guggenheim, la torre Iberdrola o cualquier proyecto urbanístico que suponga la modernización de la ciudad, la creación de puestos de trabajo y en definitiva de riqueza. La gente se cree con el derecho a decidir que hacer con el dinero y la propiedad o otros, que no deja de ser una especie de okupación subrealista. Cuando ya se dan cuenta de que sus reclamaciones no tienen ningún sustento legal, ambiental o, lo que es peor, ningún apoyo ciudadano más allá de los cuatro del barro y algunos «apuntacausas» que no se dan cuenta que a nadie le da pena que al barrio más rico de Bilbao tenga un trocito de plaza de más o de menos. Ahora el problema es el polvo y la excusa de la pandemia, todo lo que sea necesario para seguir oponiéndose a cualquier cosa que represente progreso.
Gracias por el comentario. No obstante no puedo evitar recordarle que la idea de progreso a que usted alude nació en el siglo XVIII y se dio por finiquitada el siglo pasado, tras la II Guerra Mundial…
Entonces la idea de progreso actual es que lo queremos todo y que nadie produzca, aunque esa producción suponga «molestias»
Señor Merino, con todo respeto, dice usted que «La gente se cree con el derecho a decidir que hacer con el dinero y la propiedad o otros»
Suele ser cierto. Por eso y antes de creerme con derecho a nada, he comenzado mi comentario diciendo: «Me gustaría saber cómo llegó a ser propiedad de la Diócesis la parcela en cuestión».
La okupación surrealista es, mirando la historia, la que hace la iglesia católica de edificios del pueblo. Le repito el caso reciente de la inmatriculación masiva de edificios ajenos que la Santa Secta Católica acaba de realizar por un euro cada unidad. Ahí queda eso. No se ha visto ni siquiera en muchas guerras, creo yo.
Supongo que en adelante le llevarán los curas a Aznar bajo palio, como llevaron a Francisco Franco tantos años….
Hay mucho pensado y escrito sobre esta cuestión, pero , desde luego, nada que suponga continuar hilando simplezas supuestamente de sentido común.
Un edificio como el que esta en cuestión lo construyen personas, que ganan un sueldo y pueden mantener a una familia, intervienen muchas empresas auxiliares y gremios que a su vez tienen trabajadores contratados, genera impuestos para el ayuntamiento y diputación de muchos millones de euros, el valor que genera para la sociedad es incontestable y eso es progreso del siglo XXI. Es un edificio que no contamina, que ofrece servicios para la sociedad, sanitarios, formativos , Caritas, etc. Prefiero eso que tener un trozo de más de plaza con cuatro bancos. Bilbao es una ciudad viva que tiene que generar riqueza y movimiento. Los que reclaman quieren vivir en el centro de Bilbao como en un pueblo, con mucho verde y sin ruidos y eso no puede ser.
Gracias, de nuevo, por su comentario. Sobre lo de «eso no puede ser», una vez más muestra usted una gran desinformación y un punto de vista muy retrógrado, pues eso es precisamente lo que intentan que puedan ser las autoridades municipales de grandes ciudades como Paris, Berlin o New York…
Señor Cueva, entonces ahora el problema es que el propietario de la parcela es la iglesia, cuando se van cambiando los motivos del rechazo a esta operación es porque nunca ha habido un motivo justificado importante.
Efectivamente Sr Huici, «eso no puede ser», no se les puede privar a resto de vecinos de Bilbao y de todo Bizkaia de unos impuestos (hablamos de millones de euros) que son necesarios, más aun en una situación como la que vivimos, por el simple capricho de unos pocos vecinos. Las instituciones siempre deben favorecer el interés la mayoría.
En México D.F. tenían el dudoso honor de ser la ciudad más contaminada del mundo.
Algo han mejorado porque ya no lo es y lo han conseguido entre otras cosas plantando multitud de árboles frondosos y construyendo muchos parques.
En Bilbao preferimos ser el parque de atracciones turístico, la sede de «grandes eventos» y los pisos caros.
Capital del mundo, referentes, líderes…
Es una apuesta económica. Ya veremos el resultado.
Nuevamente demuestra usted su desconocimiento, en este caso, fiscal. Pues la contribución impositiva mayor procede del IRPF de quienes declaran y de los impuestos indirectos. Antes de continuar en una nueva linea de argumentación, infórmese, por favor…Y , sobre todo, no reproduzca más tópicos manidos que para eso ya están algunos de nuestros políticos, sobre todo quienes pertenecen a la reciente hornada,tan inculta como endiosada…
No merece la pena argumentar nada porque no es capaz de de debatir sin llamarme desinformado o retrógrado. Soy economista y creo que de impuestos sabemos más que los sociólogos. Sigua entreteniéndose en este tema, le quedan dos años, más o menos, hasta que el edificio esté terminado, porque no le quede duda que se va a construir y después, los más contentos con el mismo serán los propios vecinos del barrio.
Ya veo que como se ha quedado sin argumentos, ahora utiliza como último recurso el «argumento de autoridad», otro pecio ideológico del Antiguo Régimen. Y también en esa distinción entre»economistas» y «sociólogos» está usted a principios del siglo pasado. Por otro lado, si estaba usted tan seguro, desde el principio, de que el macroedificio «se va a construir y después, los más contentos con el mismo serán los propios vecinos del barrio»…¿A qué ha venido tanta diana floreada? En fin, doy por terminada esta tenida, aunque ha sido interesante, pues ha resultado una muestra un tanto sonrojante de que lo más carpetovetónico todavía anida entre nosotros.