Un efecto singular y particularmente sangrante de esta horizontalidad universalizada es la igualación empírica de peatones y los denominados vehículos de movilidad personal ( VMP).
A lo largo de este cuatrimestre estoy desarrollando un curso sobre Las Nuevas Tecnologías en el que voy abordando diferentes aspectos de la transformación que está suponiendo la implementación del mundo electrónico en nuestra vida cotidiana.
En varias ocasiones he mencionado en el aula la transferencia de algunos esquemas virtuales a la vida empírica y casi siempre he puesto el ejemplo de la horizontalidad electrónica.
Pues uno de los esquemas epistemológicos más asumidos es la concepción de una horizontalidad general básica que iguala en lo social las clases sociales, en lo económico las diferentes rentas y en lo cultural las diversas maneras de explicarse el mundo – y lo inmundo – bastando para ello la posesión y utilización de un smartphone.
Pero lejos de altas alharacas teóricas, un efecto singular y particularmente sangrante de esta horizontalidad universalizada es la igualación empírica de peatones y los denominados vehículos de movilidad personal ( VMP) – mayormente patinetes – que , como ya desde hace un tiempo las bicicletas, campan a sus anchas sin distinguir paseos, parques, calles y aceras.
Y claro, lo que en lo virtual puede ser motivo de juego y de jolgorio, ha venido a convertirse en lo empírico en grave y trascendental, sobre todo tras contabilizarse más allá de sustos e incomodidades, atropellos y unas cuantas muertes.
Así que no es de extrañar que las autoridades de una gran ciudad como Paris hayan decidido prohibir los VMP de alquiler tras un referéndum ciudadano con un 92,5% a su favor.
Falta ahora saber cuánto tardarán los mandamases de las ciudades subalternas, todavía entusiasmados hasta el orgasmo con el crecimiento turístico – en nuestros lares una de las herencias inconscientes de la estructura económica del franquismo- en tomar medidas similares.
No será fácil. Porque esa horizontalidad virtual tiene también , desgraciadamente, en algunos casos , su proyección política, la de los cerebros de encefalograma…horizontal.
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Tiene usted más razón que un santo don Vicente
Santo, Santo, Santo…Gracias don Antonio.
Egunon
Solo una pregunta.
¿La DGT no regula (al menos teóricamente) el uso de patinetes?
A mí me parece haber leído algo así como obligatoriedad de casco, prohibición de circular por aceras, con lo que se equiparan al resto de los vehículos, límite de velocidad…. etc., etc.
Cuestión diferente es si se cumple o no.
Un saludo
Egun on zuri ere. En efecto, hay una normativa de la DGT al respecto, pero ni se cumple ni se hace cumplir…Y lo mismo ocurre con las bicicletas..