Se trata de que esta moda de la privatización de los servicios públicos tan del gusto de la derecha neogótica y de la socialdemocracia democristiana, cumpla con los requisitos mínimos exigibles , es decir que continúen siendo servicios aunque ya no sean públicos.
Como no hay dos sin tres , no hay una sin dos, así que ahí va la segunda columnilla de minimis rebus municipiis.
Pues en una localidad que me resulta más próxima sentimentalmente que geograficamente, durante dos años la subcontrata que el Ayuntamiento había elegido para realizar las labores de limpieza ha estado en huelga con la consiguiente acumulación histórica de basura. Ante las protestas de la ciudadanía, y sobre todo de las familias que no querían enviar a su prole a unas escuelas sucias y malolientes, las autoridades con mando en plaza han respondido que se trataba de una cuestión sindical y que no tenían nada que hacer…
Otro sí, en otra localidad más próxima geográfica que sentimentalmente, la subcontrata encargada del transporte público – la de la oferta más barata, dicunt– tiene al parecer unos horarios en función de su rentabilidad inmediata y para más inri, no acaba de ponerse de acuerdo con la subcontrata que a su vez gestiona los paneles informativos ad hoc , por lo que, en este caso, la ciudadanía no sabe a qué atenerse, sometida a la incógnita del algoritmo empresarial…
Y no se trata de «abordar el debate sobre lo público y lo privado» en medio de esos órdagos sucesivos que se lanzan fiéramente ( en francés es más expresivo, en su polisemia: fièrement) las fuerzas políticas en liza preparando una sucesión algo cansina de convocatorias electorales, pero apelando ahora a la familia, el municipio y el sindicato.
No. Se trata de que esta moda o tendencia de la privatización de los servicios públicos tan cara ( en italiano) a la derecha neogótica y a la socialdemocracia democristiana, cumpla con los requisitos mínimos exigibles , es decir que continúen, please, siendo servicios aunque ya no sean públicos. Pues como decía George Clooney en aquellos famosos anuncios: WHAT ELSE?
Si me permite don Vicente «privatizar» no es que los servicios públicos que una administración ha de prestar al ciudadano los haga o no una empresa privada. Eso es, sencillamente, prestar ese servicio mediante una contrata conseguida a través de un pliego concesional. Lo que suele pasar, desgraciadamente, es que la administración en muchos caso no hace el debido seguimiento a la contrata. Por lo demás es algo que cada vez se está dando más en Europa, prestar un servicio público a través de empresas privadas. Aquí en Donosti, por ejemplo, los polideportivos suelen gestionarse así, y tantas y tantas otras cosas. Mi paso por la administración me ha hecho ser partidario de esa forma de prestación de servicios
Ya me consta , D. Antonio, su opción por compatibilizar ambos sectores, pues la ha expuesto en otras ocasiones. Pero creo que debería haber un mayor control de los servicios que prestan estas subcontratas. Muchas gracias por su comentario.
A la Administración le sale más barato y no se hace responsable de la calidad del servicio, lo que es simple caradura. Los que obtienen el contrato ( amiguitos de la Administración ) consiguen beneficios. Los trabajadores con condiciones generalmente temporales y míseras están desmotivados. Es el truco del almendruco.
Terrible sucesión de concausas que no da lugar a prestar mucha confianza.Muchas gracias por el comentario.