
Me lo he encontrado paseando por la Gran Vía, volviendo de uno de sus largos periplos por Bilbao y sus alfoces. Con la misma simpatía con la que me atendía cuando era mi «médico de cabecera», me ha preguntado por este mi devenir en la jubilación, jubilado ya también él como facultativo.
Es Rafel Olalde Quintana, médico de largo recorrido tanto en su práctica cotidiana que además se abrió al nuevo mundo electrónico que nos conformó desde finales del siglo pasado, creando un excelente blog, como en su implicación en diferentes niveles de gestión , dirigiendo durante mucho años la Secretaría del Colegio de Médicos de Bizkaia. Un profesional que consecuentemente recibió la primera Distinción Dr. Areilza en 2022.
Pero, además , es Rafel Olalde Quintana, el flâneur incansable y reportero polifacético que ha dado y está dando cuenta por medio de sus fotografías de la arquitectura y urbanismo de Bilbao, de sus fuentes y templos, así como del arte callejero que tantas veces es obviado en la agitada vida capitalina.
Se recupera así en su quehacer la figura del médico humanista, bien que adaptada a estos nuevos tiempos que más que corren nos llevan de aquí para allá al ritmo del algoritmo, sugiriéndonos el paseo animado frente a la vigorexia campante y dominante, y también la detención oportuna ante una escultura, la esquina de una calle, una fuente o un grafitti escondido.
Un médico humanista de aquellos que eran capaces de combinar discipinas varias a fuer de dominar la suya y un modelo frente a la medicina tecnocrática y administrativista que en muchos casos tratan la enfermedad pero no al paciente…Al cabo, un hombre del renacimiento, médico y culto, de quien todavía esperamos muchas sugerencias terapéuticas…
(c) by Vicente Huici Urmeneta