Ayer me llamó Mikel para recordarme quién es ahora la que fue mi ángel de la última entrada. O mejor, quién ha llegado a ser después de pasar del PCE a Euskadiko Eskerra y luego al PSE. Lo hizo con cierto recochineo alabando su, al parecer, reconocida habilidad para la «captatio vaginalis». El sabrá, porque generalmente sabe lo que dice. A mí , desde luego, no me captó, a lo mejor porque no era «captable» y sólo valía para la «colchoneta».
Aún así,y acaso para remedar tanta risa, me ha enviado por email el poema que a continuación voy a trancribir, en el que se habla- según dice- de algunos ángeles caídos que defendieron dioses que luego fueron destronados. Ahí va ( hay que tener en cuenta que Jon, es Jon Juaristi, poeta auto-exilado en Alcalá de Henares:
Te preguntan con mirada de pobre:
“¿Pero cómo pudisteis vivir
en medio de tantas mentiras sobre
lo divino y lo humano, sin herir
la cabeza, poniendo el corazón
y confundiendo lo que iba a venir?”
Y tú sonríes con aplicación
pues no eran mentiras, eran verdades
como puños, las voces en fusión,
todos unidos camino del Hades,
como nuestros abuelos los carlistas
asaltaban de todas las edades
trincheras liberales. Jon, no insistas,
que nuestro padres no nos engañaron,
que ellos no hicieron menores las listas
de fusilados, tan sólo quemaron
sus detentebalas almidonados
y en lugar de aquel Cristo , nos pasaron
una hoz y un martillo colorados
para que nosotros, sus fieles hijos,
nunca quedáramos decepcionados.
Así carlistas todos, niños pijos
disfrazados de carlistas de roja
boina y de liberales muy fijos,
llevamos bordado en la manga floja
aquel “Venga a nosotros el tu reino”
sin saber de qué reïno se antoja.
( Se admiten críticas razonadas que remitiré a Mikel)