Leo en el diario por cuya benevolencia doy a la luz estas columnas , el testimonio de un testigo directo de la actuación de la Ertzaintza en la que murió el joven Íñigo Cabacas.
Según dicho testigo, cuando comprobó la gravedad del suceso, en medio de un ataque de nervios pidió a lágrima viva una ambulancia ,recibiendo por respuesta una sarta de porrazos mientras uno de los agentes que le aporreaban le decía a otro entre risas : » Mira la nena cómo llora, el hijo puta de él».
Para aporrear al personal se precisan altos niveles de adrenalina, más allá de los correspondientes estiramientos y calentamientos. Esto ya lo sabemos desde que Platón trató en su libro La República, la cuestión de » los guardianes» afirmando que debían tener más fuerza física que mental.
Y viene a ser consecuente con lo anterior ejercer una cierta violencia verbal paralela soltando lo primero que se venga a la cabeza. Pero aquí reside precisamente la cuestión: ¿ Cómo es posible que a un policía del siglo XXI se le escape lo de » Mira la nena cómo llora , el hijo puta de él»?
En una declaración anterior, y según este mismo rotativo, la ex- directora de la Academia de la Ertzaintza de Arkaute , Elena Moreno, garantizó que todos los miembros del cuerpo recibían una formación integral, si bien insistió más en los aspectos tácticos de intervención.
Si los agentes de la Ertzaintza han recibido tal formación integral es de suponer que, a estas alturas del milenio, se habrá incluido lo relativo a los derechos humanos con las matizaciones oportunas en relación a las cuestiones de género …Y entonces , ¿ cómo es posible que a un agente le salgan palabras tan gratuitamente machistas? Unas palabras, por cierto que, por otro lado, recuerdan a tiempos pasados no siempre mejores – lo digo por experiencia propia
Ya sé que que no se puede ni se debe generalizar, y que cada caso es un caso…Y también que este puede ser un aspecto colateral respecto de la atribución de responsabilidades en la muerte de Íñigo Cabacas …Pero no deja de ser preocupante por toda la mochila ideológica que conlleva…Alguna conclusión habría que sacar también al respecto…
¿Quién estaba de testigo que pueda avalar, o no, el testimonio de ese testigo directo del que hablas?. Ya no creo casi nada salvo aquello que yo misma haya presenciado.
Por otro lado, creo que hace falta mucha formacion para sacar del acervo colectivo algunos comentarios. No me sorprende lo que cuentas, más bien lo entiendo como una descripción de la realidad.
Gracias por el comentario.En realidad, sólo he glosado lo que en este mismo periódico se transmitía.
Si ese testigo estuviera mintiendo estaría cometiendo un delito penado por la ley, por lo que podría terminar en la cárcel.
Eso unido al resto de testigos presenciales que afirman cosas semejantes, nos da una idea de la realidad de aquella situación.
Pero evidentemente no es lo más grave que pasó ese día, ni es el origen de todos los males de la policía vasca. Si acaso, espero que supusiera el fin de muchas cosas en la Ertzaintza.
Gracias por el comentario.
Rectifico lo de la Sierra de la Demanda, mejor por la zona de los «pueblos negros» de Guadalajara, están más lejos.
Tomo nota…