Para distracción del aburrido lector ( o lectora, of course) que tiene a bien solazarse con la lecturilla de estas columnillas, no puedo dejar de reproducir la continuación de la polémica iniciada con el Sr. D. Iñaki Ezkerra, a la que me he referido recientemente.
Pues dase el caso de que el Sr.D. Iñaki Ezkerra ha respondido y quiero dar cuenta de ello: «Mire, Huici, usted fue a mi presentación como los policías secretas del franquismo iban a las asambleas universitarias: dando el cante de lejos. Quien está en campaña electoral es usted, que escribe en un periódico de partido. Y gracias por perdonarme la vida pero no lo necesito.»
Y yo he hecho lo propio, en dando por finiquitada la polémica y en diciéndole por las electrónicas redes : «La mala fe la pone usted, por lo que si quiere seguir con la berrea, tan típica y tópica de su condición, adelante.Yo me retiro porque ya no estoy para atender a rabietas infantiles. Por cierto, no le recuerdo en ninguna » asamblea» con o sin secretas dando el cante… «
Aun así, el Sr. D. Iñaki Ezkerra , a quien acaso habría ya que llamarle «El Empecinado», ha continuado tirando del hilo de su aquilatada prosa, en una que no sé si será su última respuesta , pero que merece la pena transcribir por su equilibrado dominio del concepto y su alto nivel argumentativo: «Lo peor de los correveidiles del sabinismo como usted es que no van nunca de frente. Siempre en oblicuo, con insinuaciones insidiosas y viscosas. Ese estilo inconfundible y curil les delata. Y encima quieren quedar como buenas personas. Así han hecho el País Vasco que han hecho. «
Enfin, si hay novedades, no duden ustedes de que se tendrá noticia porque no siempre se puede asistir a un tan delicado litigio.
N. B. Las ha habido. Otra muestra más de delicada prosa de hoy mismo :«Pero ¿no quedamos en que usted se retiraba de este tostón al que es usted quien ha dado comienzo? Usted no tiene palabra y además es un pesado.»
¡Ay, Vicente! ¿Pero qué esperabas oir de nuevo en esa presentación? Un señor que durante los nueve días de Aste Nagusia firma una columna en un conocido medio bilbaino, con el pseudónimo de «El aguafiestas» y en la que trataba de todo lo negativo que tenía nuestra Semana Grande (daba la sensación que añoraba las fiestas de toros y teatro de la época de «El Señor de los Pantanos»).
En definitiva, nada nuevo bajo el sol.
Es una pena que haya gente que dedique su fértil intelecto y aguda prosa, en recordarnos machaconamente que ellos fueron un reducto inexpugnable de las libertades (y los demás, pues parece que no).
Sería cuestión de preguntarles dónde expiden esos carnets, ¿verdad?
¡Qué razón tienes! Gracias por el comentario.