Todos los días, tras mi paseo matutino, al retomar la escritura junto a un te verde caliente, suelo escuchar la breve composición de la banda sonora inicial de Peter Gunn de Blake Edwars , compuesta por Henry Mancini.
El binomio Mancini-Edwars siempre funcionó muy bien, desde Desayuno en Tiffany´s (1961)- con la inolvidable Audrey Hepburn como protagonista- , hasta Victor o Victoria ( 1982) – con la también inolvidable Julie Andrews- pasando por Días de vino y rosas ( 1962) – y en este caso hay que mencionar a un impresionate Jack Lemmon- o El guateque (1968) – ¡Ah, aquel Peter Sellers!… y, por supuesto toda la larga serie de La pantera rosa que hizo reír a un par de generaciones y que tuvo su réplica hasta en unos dibujos animados muy de la época.
Lo más curioso del trabajo de esta pareja de hecho de larga duración fue que casi siempre fue oscarizado- y en muchas ocasiones- por la banda sonora .
Todavía hay mucha gente – críticos y connaiseurs incluidos ( e incluidas, of course) – que pasan por encima de las bandas sonoras de las películas como si no existieran o fueran un aditamento sin importancia. Y, en mi caso, tengo muchos amigos y amigas, que no compenden mi devoción por este tipo de música- que, por cierto, suelo compartir con el saxofón poliédrico de Lee Konitz, el ya histórico rock de Deep Pruple o las reiterativas composiciones folcklóricas de instrumentos tradicionales chinos.
Pero sí, lo confieso, aquello de «et prius orto sole vigil, calamum et chartas et scrinia posco» del viejo Quinto Horacio Flaco suele ir acompañado de Henry Mancini…
Yo también me suelo fijar y oír las bandas sonoras de las películas.Particularmente me encantan las que solía utilizar Stanley Kubrick…..claro que sus filmes también eran muy buenos (Es mi opinión,of course)
Gracias por el comentario.