«Catetos»,»fatxas» etabar…LA RESACA

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Después de escribir  de seguido las entradas sobre el programa de ETB1 que tanta polvareda ha levantado, me he quedado desfondado y algo, no mucho, sorprendido.

Desfondado porque las he escrito a vuelapluma, al par de lo que iba ocurriendo e intentando reflexionar al paso, siguiendo intuiciones de las que ya había dado cuenta anteriormente y aquí mismo.

Sorprendido, aunque no mucho, por las reacciones que han ocasionado.Pues las públicas han sido por lo general,razonadas y educadas aunque fueran en algún caso discrepantes, pero otras, las privadas y aún anónimas, pretendidamente insultantes.

Para muestra dos botones.Así,alguien que firmaba Arrigorriaga me ha llamado «traidor» desautorizando  la mención de mis ancestros jelkides. Pero qué le voy a hacer, mi familia está llena de carlistas y nacionalistas vascos – que a juicio de Arturo Campión podían considerarse  carlistas disfrazados – y si he de ser sincero, prefiero a cualquiera de aquellos de antaño que a muchos de los conversos tecnócratas de hogaño.

Otro sí, Gutarra me ha  tildado de «españolazo» pues pidiendo la dimisión de la dirección de EiTB – que, por cierto, yo no he propuesto en ningún momento -, me he posicionado directamente junto al PP. Otro que no ha entendido la diferencia entre la ideología y la política , pues se puede discrepar en la manera de ver el mundo y sin embargo coincidir en un aspecto concreto… Y además, eso del » conmigo  o contra mi » es un poco viejuno: todavía recuerdo cómo  a finales de los setenta, en plena clandestinidad, me encontré en la calle con un camarada de otro partido que me comentó en voz baja «que había expulsado a todo el comité provincial…» y se me ocurrió decirle «¿Y no será que todos los demás te han expulsado a tí?»…

En fin, que tengo una cierta resaca… Pero nada que no se pueda arreglar con una quedada de la Junta Extraterritorial de los Desayunos de los Martes…

Mundanas e inteligentes

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Hoy, en un día tan señalado, he vuelto a leer este párrafo de  Una mirada atrás, las memorias de la escritora norteamericana Edith Wharton (1862-1937) haciendo referencia a 1899: «Yo era un fracaso en Boston ( ciudad que solíamos visitar como huéspedes de la familia de mi esposo) porque allí se me consideraba demasiado mundana para ser inteligente, y un fracaso en Nueva York porque temían que fuese demasiado inteligente para ser mundana».

Teniendo en cuenta que se movía en un ambiente en el que compartía amistad con Henry James o con Paul Bourget, estas palabras   alcanzan , si cabe, mayor significado, pues manifiestan esa histeria otorgada a las mujeres entre su ser y su estar.

Durante muchos años se les ha negado la posibilidad de ser bellas e inteligentes a la vez y , a la contra, algunas han sido ansiadas por no haber sido encontradas, como le ocurrió a un  Nietzsche o a un Baroja, que deben su fama de misóginos a su propio fracaso en  dar con la mujer adecuada, con la que además, «se pudiera hablar».Pues encontrada, al decir de Montaigne, se  llegaría a ser capaces de dormir con ella una siesta como con una hermana.

Y enonces se produciría esto que también consigna Wharton un poco más adelante de la cita citada: “El verdadero maridaje de las mentes honestas consiste en que dos personas cualesquiera posean un sentido del humor o una ironía ajustados exactamente a la misma clave, de modo que sus respectivas miradas a un determinado objeto se entrecruzan como los haces de dos proyectores” …

«Catetos»,»fatxas»,»chonis» ( 4 y última parte)

El portavoz del Gobierno Vasco ha manifestado que  no tienen la intención de destituir a la directora de EiTB, tras el escándalo que se ha organizado a partir de los insultos vertidos en el programa de  ETB1 Ni euskaduna naiz, eta zu?. Ha añadido que el asunto ya está reconducido internamente y que se establecerán los medios adecuados para que no vuelva a ocurrir algo semejante.

Bien. Su postura es legítima puesto que es un gobierno legítimamente constituido. Pero nada se sabe de esa reconducción interna. Por ejemplo, ¿se ha suspendido cautelarmente la emisión de dicho programa? ;¿ ha habido alguna dimisión o destitución ad intra.

Así mismo el portavoz ha señalado que se creará en el Parlamento Vasco «una ponencia que revisará el modelo de la radiotelevisión pública vasca». Bien:  puede que esta sea una buena ocasión  para recordar lo que es una televisión pública – y de paso  hacer limpieza  de tanta bobería masoquista acumulada.

Pero,  aun así, queda una cierta sensación de inacción,  algo que en política no es de recibo: un gobierno, cualquier gobierno, debería reaccionar más contundentemente ante el insulto difundido por un ente público. Andarse con equívocos, melindres y buenas palabras , relegándolo todo a una comisión, recuerda demasiado a las maneras de hacer de algunos a quienes se ha insultado.

Y un gobierno, un gobierno cualquiera, no debería perder ninguna oportunidad de demostrar que efectivamente gobierna…

P.S. Finalizo aquí esta serie. Espero que se me perdone si en algún momento me he puesto  demasiado «grave y trascendental». No he podido evitarlo recordando a tantos demócratas vascos – y a muchos, sí, de los denostados progres del 68– que lucharon por la libertad con una voluntad creativa y sin odio. Aunque algunos de ellos no se dieran cuenta. Como mi abuelo Ataúlfo Urmeneta y su hermano Moisés, jelkides de primera hora.

 

” Catetos”,”fatxas” , ” chonis” ( 3ª parte)

 

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Como no hay dos sin tres, y donde dije digo, digo Diego, las explicaciones que ha dado la dirección de EiTB sobre el desgraciado programa-  Ni euskalduna naiz , eta zu? -en el que se ponía a caer de un burro a «los españoles», han sido bastante ambiguas.

Por supuesto, ha pedido disculpas pero ha añadido  a su argumentario,más allá de reiterar que se trataba de un «programa de humor» que, bueno, apenas si lo vieron 27.000 espectadores y  que se ha extrapolado la polémica convirtiéndola en motivo de confrontación política . Alguien ha añadido que , además , se ha movilizado  la denominada Brunete mediática.

Este tipo de cosas se suelen decir cuando no se hacen las que se tienen que hacer y , sobre todo, por extensión de la petición, tan liviana,  de perdón. Así ,se dice sottovoce, el «pecado» no fue para tanto pues no lo vieron tantas personas – sólo  unas 27.000- , olvidándose de  la «selección de imágenes» que millones han visto en You Tube ( ¿ no hubo nadie que se diera cuenta de esta posibilidad en un medio audiovisual?

Y, por otro lado, se proclama que el asunto se ha convertido en cuestión de confrontación política. En este punto deberíamos hacernos la pregunta de George Clooney: What else?. Pues si lanzas un boomerang ya sabes (¿ O no, ya que era en petit comité?) que si no eres hábil te dará en la cocorota. Y para eso no hace falta recurrir a los tópicos de la Brunete mediática – que suenan al cabo  a la conspiración judeo-masónico-comunista-internacional – sino simplemente aceptar que se ha metido la pata hasta el zancarrón y obrar en consecuencia, sin medias tintas ni paños calientes.

Al menos que uno de los rasgos diferenciales de este nuestro país, sea, de verdad, que el la hace, la paga.Sea quien sea. Y caiga quien caiga.

» Catetos»,»fatxas» ,» chonis» ( 2ª parte)

 

 

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Tras la polvareda levantada por la emisión del programa de ETB1 – Ni euskalduna naiz, eta zu?– en el que se tildaba  a los españoles de «catetos», «fatxas», «chonis» y demás, las reacciones han sido diversas. Los partidos políticos lo han considerado bien inadmisible ( mayormente) o fruto de la libertad de expresión( mínimamente); algunos implicados/as se han disculpado; y , por fin desde el ámbito institucional se ha solicitado un mayor control y se ha pedido perdón a quienes  pudieran haberse sentido ofendidos, añadiendo en ocasiones » porque indudablemente hay ciudadanos en el País Vasco que se pueden sentir españoles».

Comenzando por esta última coletilla, parece que algunos no se han enterado de que, desde hace algún tiempo, para sentirse  o querer ser vasco no hace falta sentirse o ser anti-español, ni anti-francés ni anti-nada: son esas cuentas, viejas cuentas de principios del siglo pasado, comprensibles, por ejemplo, en el caso de mi abuelo Ataúlfo Urmeneta, abertzale sutsua que en los años veinte escribió unas aleluyas anti-españolas. No, algunos nos sentimos ofendidos, por la bajeza moral que supone atribuir esos calificativos a  los españoles, pero nos hubiera parecido exactamente lo mismo si se los hubieran atribuido … a los mongoles.

Y luego viene lo de pedir perdón como si estuviéramos – dicho sea con  todo el respeto – en una sacristía. Pero  tampoco. No estamos en una sacristía- por mucho que también a muchos les parezca que sí- sino en una sociedad civil regulada por algo que se denomina política. Y en política  los errores  no se resuelven pidiendo perdón -algo muy en boga desde la inexistencia de las «armas de destrucción masiva» o el reciente caso Fillon – o, siguiendo otra práctica de sacristía, incrementando los niveles de control  interno – ¡ a saber qué significa eso!-sino dimitiendo o siendo destituido. En este caso, además, serviría, como ya comenté en su momento, para limpiar las sentinas de tanto masoquismo furiosamente acumulado.

Pues, por cierto, no hace falta haber cursado ni primero de Psicología  para comprender que cuando alguien te dice «que es bueno reírse de uno mismo» – en este caso no sabemos si el uno es vasco y/o español- tiene un magnífico complejo de superioridad que oculta sus profundas y oscuras  debilidades.

 

» Catetos»,»fatxas» ,» chonis» y …»progres del 68″

 

En la desgraciada deriva masoquista que se inició con ¡Vaya semanita! , que luego tuvo su culminación en 8 Apellidos Vascos y sus secuelas pseudo-buenistas, parece que se ha dado un paso más , revelándose la otra cara del masoquismo que no es sino el sadismo.

Algunos ya habíamos avisado de que tanta tontería televisada, tanto jajaja, más allá de embobar al personal, desviaba la atención de las estrategias que se estaban desarrollando «en Madrid» proponiendo frente al cachondeo local,  muy serias series sobre los grandes esfuerzos de los monarcas españoles por construir España; y otro sí , del misil que se estaba preparando con la  difusión masiva y  cinematográfica de la novela Patria de Fernando Aramburu.

Y aunque parece que el aviso no llegó a las mentes directivas de EiTB, sí que algún sabueso olió el olor  a pólvora y, quizá por su cuenta, decidió reconvertir, como decía arriba, el guiño masoquista en furor sádico, y nada mejor para ello, que , en un programa más de los del jajaja–  Euskalduna naiz, eta zu?-  comenzar a poner etiquetas a «los españoles» y tildarlos de » catetos»,»fatxas» , » chonis» … y » progres del 68″ ( ¡hace falta valor y ser tan tonto como inculto!)

Es de suponer que, en cualquier otro lugar, si una televisión pública se permitiera esta bajeza moral- y, por cierto, ESTA ESTUPIDEZ POLÍTICA- su dirección sería destituida fulminantemente…

Quousque tandem abutere patientiam nostram….?

Consecuencias inesperadas de la celebración de un cumpleaños

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Ayer, en la celebración multitudinaria de un cumpleaños , en la que muchos no nos conocíamos, alguien me preguntó  cómo me llamaba. » Vicente Ataúlfo Huici Urmeneta… » comencé en tono irónico «…Aunque el personal me conoce por  El Peli «.

Luego, ya en casa, animado quizá  por el excelente vino que habíamos bebido, y como me seguían resonando  en la lejanía mis nombresy apellidos,estuve mirando algunas fotos que tengo en una caja de cartón, y escribí esto:

«Los ancestros. Viejas fotos en las que aparecen  de niños quienes ya conocimos muy mayores – ¡ también ellos tuvieron infancia !  – y, luego, sus bodas, con  largos banquetes y  elegantes uniformes, y escenas  de la huerta y del paseo urbano – aquella fotografía insólita tomada una tarde cualquiera hace ochenta o noventa años.

Los libros del abuelo Ataúlfo –de cuando valían un real -, los quevedos que tantas veces limpió y , a veces, su escritura de letra pequeña y clara comentando un párrafo perdido entre las páginas de un libro. Y las cartas del  abuelo Vicente, desgastadas después de tanto chinchón y tanta brisca, con olor a  cognac y a remolacha.  Y también  aquellos  lugares  por los que andaban , en los que se  refugiaban:  el cuarto de estudio  abuhardillado del abuelo Ataúlfo , con su pizarra para desplegar ecuaciones y   hacer  correlaciones entre el sánscrito y el euskera; y el cuarto de plancha donde el abuelo Vicente miraba y remiraba en secreto los mauser y las boinas rojas  de la última guerra civil.

Y las abuelas olvidadas, muertas antes de tiempo, pálidas esfinges que pretenden ser el centro de  otras fotografías también amarillentas. María y Agapita, blancas, recatadas, pero con un brillo en los ojos que  demuestra todavía la fuerza que tuvieron para parir ocho, diez y hasta doce hijos.

Y luego, también, las tumbas. Las lápidas con su alfa y su omega, y los nombres y los apellidos que se superponen, que se repiten combinándose una y otra vez , uno tras otro, hasta la confusión.

Y  después, por fin,  los rostros que se reproducen  inesperadamente, incluso entre tíos y sobrinos mal encarados: la nariz emblemática, unos labios, el color de unos ojos. . .  Familia, malgré-tous. . . Los ancestros.»

Eloy Tizón o el fanatismo amable ( Un encuentro en el AZ de Bilbao)

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Ayer tuve la ocasión de asistir a un acto de esos de los que uno puede arrepentirse de no haber ido. Se presentaba en la AZ – Alhóndiga de Bilbao una nueva edición de Velocidad de los jardines de Eloy Tizón, un  libro que vio su primera luz hace veinticinco años.

El acto fue introducido por Mónica Crespo, directora de la Letra Eskola de la AZ, leyendo un breve y bello texto escrito al paso de la relectura del libro que se presentaba. A partir de ese momento, se fue construyendo un amplio puente entre las muy precisas intervenciones de Eloy Tizón, los hábiles circunloquios de Pedro Ugarte y las preguntas afiladas de Jon Bilbao, tan teñidas de ese su estilo british, sobrio e irónico a la vez.

Y por ese puente fueron circulando, de aquí  para allá, los temas que siempre salen cuando se habla de literatura y de arte: el impulso creativo, la importancia de la forma – una vez más,  aquello que preguntaba Paul Valery: ¿además de decir algo, qué has querido hacer? -;el carácter al cabo epistolar que genera la conciencia del «otro»; o la búsqueda de esa voz que da el tono propio.

En medio de aquel ir y venir , se fue configurando un mensaje general y a la vez muy particular: que nadie puede dedicarse a la creación – en este caso literaria – sin asumir un cierto fanatismo amable, un cierto empeño equidistante entre el deseo delirante de escribir   y la tranquila voluntad de estilo . Un fanatismo amable  como el que derrocha cuando habla o cuando escribe, Eloy Tizón.

Ensayos mínimos: Conversaciones e interlocutores

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En sus interesantísimas memorias – Una mirada atrás–  y hablando de su amigo Charles Norton, la escritora norteamericana Edith Wharton  comenta : » Cada palabra que pronunciaba, cada pregunta que formulaba, era como una señal que apuntaba hacia la cumbre siguiente, y sus silencios eran del género que propicia que la conversación continúe…»Indudablemente Wharton había encontrado un auténtico interlocutor.

Aunque el término  sea un tanto cacofónico y suene, además, a anglosajón, el concepto es claro y distinto que diría Descartes. Se trata de encontrar a alguien  que verdaderamente escuche y que verdaderamente responda.

Y alguien que verdaderamente escuche  no sólo oirá  las palabras que con mayor o menor orden salen de la boca del otro  sino que también estará atento a su mirada, a sus manos, a los movimientos de su cuerpo. Intentará , escuchando así, comprender  todo lo que el otro pretende darle a entender, todo lo que  esforzadamente le quiere decir  y también aquello que, sin darse cuenta, le transmite entre respiración y respiración.

Y alguien que verdaderamente responda lo hará con la convicción de estar poniendo en juego todas sus capacidades expresivas, insistiendo particularmente en los matices y no dejándose llevar por  generalizaciones y lugares comunes. La respuesta deberá ser para  el otro  clarificadora pero también  interrogativa, creando un puente de doble sentido entre los que hablan.

Sólo así habrá interlocución . Y  sólo así hay interlocutores e interlocutoras.

 

Ensayos mínimos: Paul Morand y los periódicos ( y la tele y twitter y facebook)

En las páginas finales de su interesante libro dedicado a Nueva York ( 1930), escrito tras un viaje al poco de producirse el Gran Crack del 29 de octubre  – que tantos han comparado con el de  2008- , Paul Morand comenta:  «No se puede hacer nada contra un diario americano, aunque fuese uno Dios».

No conviene descontextualizar estas palabras y menos a quien las dice, pues Morand fue un escritor muy francés y muy conservador,  que se distinguió como anti-semita, participó en el Gobierno de Vichy, se exiló en Suiza y no fue «perdonado» hasta 1953, siendo recibido en la Academie Française en 1968, una vez levantado el veto expreso del  general De Gaulle .

Ahora bien, si para Morand los periódicos, y la prensa en general, eran productores «de esas cosas ficticias llamadas noticias», también les concedía el poder cuasi divino arriba mencionado. Y todo esto puede venir al pelo, por supuesto, de los tira-biras que ahora mantiene el nuevo presidente Donald Trump con la prensa – sobre todo con The New York Times– que no cesa de combatir su, precisamente, endiosamiento twittero.

Pero, como proyección en estos lares, las palabras de Morand, a contrario sensu, podrían servir para reflexionar sobre la importancia de nuestros medios de comunicación en la conformación de eso que denominamos la realidad, a través del «régimen de  las noticias»  ; pues casi nadie puede ya sino aportar un testimonio muy personal de lo visto y oído, un testimonio que  parece carecer de toda «verosimilitud» frente a la enorme capacidad aseverativa de  la radio, la televisión y las redes sociales.

Se hace eco Paul Morand también , entre las páginas citadas, de una frase de Goethe, que decía, cuando las gacetas no aparecían más que una o dos veces por semana, «que preveía días terribles en que aparecerían tres veces al día…»

¿Y ahora, querido lector, querida lectora, cuántas veces al día estamos pendientes de esas noticias? ¿O acaso hay algún momento del día en que no lo estemos ? Y lo que quizá sería lo más importante: ¿Para qué? ¿Para qué exactamente  estamos tan pendientes?