MINIMA MUNICIPALIA ( de los agujeros urbanísticos)

Y si quienes tiene en su mano la posibilidad de alzar la vara de mando muestran su entusiasmo por crear más ciudad – a veces simples acumulaciones de ladrillo- y se desentiende de cuidar mejor la realmente existente ¿ qué podemos esperar cuando reclaman de nuevo el voto?

Pues que no hay dos sin tres y «a la de tres va la vencida» , esta es y será la última columnilla de minimis rebus municipiis, al calor de estas elecciones que parecen tan definitivas.

En mi barrio hay un gran agujero del que he hablado ya en muchas ocasiones y desde perspectivas diferentes pues da y daba para largas y profundas meditaciones físicas y metafísicas. En ese gran agujero antes había un edificio de tono colonial con dos grandes palmeras y un patio no muy bullicioso que permitia respirar a las manzanas colindantes y sobre todo llenar de luz a una escuela pública situada à côté de.

En circunstancias al menos conspicuas – algunos vecinos y vecinas hablan directamente de «pelotazo» urbanístico – hace tiempo entraron las escavadoras y los camiones y arramblaron con todo lo habido y por haber. Se suponía que la Diócesis ad hoc– como propietaria de la parcela- iba a construir un macroedificio subsumiendo entre sus paredes todos sus institutos e instituciones.Luego se habló de compartir edificación con una clínica que financiaría parte de las obras y finalmente todo parece haber quedado por ahora en agua de borrajas, ante la subida generalizada de precios- tambien de materiales edilicios- ocasionada por la Guerra de Ucrania y las sucesivas crisis y abduciones de la empresa constructora.

Lo más curioso de este caso es la cara de póquer permanente que han adoptado al respecto las autoridades municipales mientras facilitaban una recalificación del terreno implicado cuanto menos discutible o insistían en el carácter privado de la operación , desoyendo sistemáticamente – y a veces ocultando proactivamente – las protestas de una gran parte de la ciudadanía del entorno, como si no fuera con ellas eso que pomposamente se denomina «ordenación del territorio».

Y si quienes tiene en su mano la posibilidad de alzar la vara de mando muestran su entusiasmo por crear más ciudad – a veces simples acumulaciones de ladrillo- y se desentiende de cuidar mejor la realmente existente ¿ qué podemos esperar cuando reclaman de nuevo el voto?

MINIMA MUNICIPALIA ( de las subcontratas)

Se trata de que esta moda de la privatización de los servicios públicos tan del gusto de la derecha neogótica y de la socialdemocracia democristiana, cumpla con los requisitos mínimos exigibles , es decir que continúen siendo servicios aunque ya no sean públicos.

Como no hay dos sin tres , no hay una sin dos, así que ahí va la segunda columnilla de minimis rebus municipiis.

Pues en una localidad que me resulta más próxima sentimentalmente que geograficamente, durante dos años la subcontrata que el Ayuntamiento había elegido para realizar las labores de limpieza ha estado en huelga con la consiguiente acumulación histórica de basura. Ante las protestas de la ciudadanía, y sobre todo de las familias que no querían enviar a su prole a unas escuelas sucias y malolientes, las autoridades con mando en plaza han respondido que se trataba de una cuestión sindical y que no tenían nada que hacer…

Otro sí, en otra localidad más próxima geográfica que sentimentalmente, la subcontrata encargada del transporte público – la de la oferta más barata, dicunt– tiene al parecer unos horarios en función de su rentabilidad inmediata y para más inri, no acaba de ponerse de acuerdo con la subcontrata que a su vez gestiona los paneles informativos ad hoc , por lo que, en este caso, la ciudadanía no sabe a qué atenerse, sometida a la incógnita del algoritmo empresarial…

Y no se trata de «abordar el debate sobre lo público y lo privado» en medio de esos órdagos sucesivos que se lanzan fiéramente ( en francés es más expresivo, en su polisemia: fièrement) las fuerzas políticas en liza preparando una sucesión algo cansina de convocatorias electorales, pero apelando ahora a la familia, el municipio y el sindicato.

No. Se trata de que esta moda o tendencia de la privatización de los servicios públicos tan cara ( en italiano) a la derecha neogótica y a la socialdemocracia democristiana, cumpla con los requisitos mínimos exigibles , es decir que continúen, please, siendo servicios aunque ya no sean públicos. Pues como decía George Clooney en aquellos famosos anuncios: WHAT ELSE?

MINIMA (municipalia)

Y quienes farfullan pirotecnias multicolores sobre las bonanzas de su futuro buen gobierno durante las campañas electorales y en cuanto tienen el mando en plaza practican el gatopardismo más rancio, entusiasmándose con desembarcos de grandes cruceros y fabulosos eventos deportivos .

Vuelvo a estas escriturillas más por obligación que por devoción, pues siempre hay algo en la entresaca de «los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa» – que decía don Antonio Machado en boca de Juan de Mairena– que merece la pena ser consignado y más en estos tiempos de contienda electoral mínima.

Y lo hago intentando amagar a mi admirado Quim Monzó- de quien por cierto ando en la busca de su diálogo con Sergi Pamiés, otro grande entre los grandes, intitulado Si La Memòria No Ens Falla.

Y pues son dos anécdotas, dos, recogidas a diestra y a siniestra y que, a mi modo de ver, convendrían tener en cuenta los aspirantes a la regencia munícipe correspondiente.

Asín, y en primer lugar , el calvario relatado por una buena amiga a la que un par de individuos mal encarados le mangaron el teléfono móvil tras empujarla contra la persiana de un bar cerrado y hacerla caer al suelo.Pues bien, ya recompuesta, acudió a su compañía telefónica para anular todo lo anulable – que es bastante hoy en día- y le recomendaron cursar de inmediato una denuncia. Y en este punto comenzó todo.En el Juzgado de Guardia le hicieron saber que ella misma debía redactar la denuncia de marras y luego entregarla – ¡más vale que no se trataba de una violación o de un apalizamiento doméstico!- pero que en cualquier caso, no merecía la pena, pues al cabo toda la documentación se enviaría luego a la policía municipal.Armada de paciencia ciudadana, una vez presencializada en la comisaria de su distrito, le comunicaron que no podían hacer nada pues «en aquel momento no había ningún instructor » y le recomendaron acudir a la sede de otro cuerpo policial de grado superior. Tras el consiguiente paseo, en esta tercera ocasión le atendieron con prontitud, pero tras firmar la denuncia constató que el número de turno había hecho de su capa un sayo y que había recompuesto la versión de lo sucedido en un párrafo proforma que decía lo siguiente: » No se ha percatado de la sustracción en el momento de producirse, por lo que no puede aportar otros datos sobre las circunstancias de los hechos»…

Y otro sí, el desasosiego de una vecina que tiene serias dificultades para dormir toda vez que el suelo de su dormitorio vibra alegre e insistentemente al son del tecno que pone una y otra vez el disc-jockey de un pub nocturno de moda situado tres pisos más abajo. Ha acudido en varias ocasiones al establecimiento en cuestión para protestar sin haber obtenido ningún éxito. También ha llamado ya muchas veces a la policía municipal, consiguiendo que una madrugada hicieran una medición de ruido , pero le comunicaron ipso facto que aquello «no valía para nada» si no lo hacían técnicos ( ¿de medio-ambiente?) del ayuntamiento. Pero, cuando ha requerido la presencia de los tales, desde las oficinas ad hoc le han informado que solo pueden acudir en su horario laboral que, por supuesto, no contempla los de un pub que abre a las once de la noche y cierra a las cinco de la mañana…

Es conocido el dicho de que «una golondrina no hace verano» y también aquel de que «donde manda patrón, no manda marinero», por lo que no debe tomarse el relato de las anteriores circunstancias como una desacreditación de los circunstantes.

Más bien todo lo anterior apunta a quienes farfullan pirotecnias multicolores sobre las bonanzas de su futuro buen gobierno durante las campañas electorales y en cuanto tienen el mando en plaza practican el gatopardismo más rancio dejando que todo cambie para que no cambie nada, entusiasmándose con desembarcos multitudinarios de grandes cruceros aunque algunos ciudadanos y ciudadanas no puedan dormir y ordenando a su policía que esté más pendiente de fastuosos eventos deportivos que de resolver con celeridad y eficiencia los problemas de cada día.

Pues eso, que diría un Umbral ,y no sé hasta cuando…Mínima municipalia…

LA BATALLA ( por el relato)

Parece necesario mostrar la posibilidad de la construcción social de una Memoria Democrática, alejada de cualquier «batalla por el relato» y de la repetición de tesis ya obsoletas metodológicamente por mucho que reclamen la excelencia moral.

Recientemente he compartido con Sabin Egilior un interesante diálogo con ocasión de la presentación de nuestras obras –  La memoria traumática y El hilo de Ariadna ( Nuevas aproximaciones a la razón narrativa) respectivamente – en la librería Louise Michel Liburuak de Bilbao.

Y una vez más, y entre otros ,volvió a salir la el tema de lo que se ha venido en llamar «la batalla por el relato» respecto de los acontecimientos violentos vividos durante las últimas décadas. El desencadenante de este debate fue un art´ículo publicado por un grupo de conocidos y reconocidos historiadores que criticaba algunas investigaciones fundamentalmente desde el punto de vista profesional , caracterizándolas de acientíficas y éticamente reprochables por intentar blanquear el terrorismo.

Dadas las características de los libros que se presentaban- el de Egilior proporcionando una metodología complementaria y eficaz para facilitar la remisión de la memoria traumática ocasionada por la violencia, el mío intentando aquilatar el vínculo entre la investigación y el relato – la cuestión resultaba muy relevante.

Y en este sentido , resulta reseñable que ambos coincidiéramos en que lo relativo a los episodios violentos no podía circunscibirse en nuestro caso a un determinado periodo cronológico – como por ejemplo, solo a a la última Guerra Civil, o a la resistencia armada del maquis, o a la acción de ETA- sino que se debería analizarlo en conjunto, con una perpectiva amplia y global.

Y también que en este punto y como se ha establecido metodológicamente en las investigaciones realizadas en otros casos- como el de la Alemania nazi o las dictaduras suramericanas- que a la luz de la Historia ( científica , por supuesto) es muy útil añadir las aportaciones de la Sociología, la Psicología, la Antropología y hasta de la Neurolog´ía, al menos si lo que se pretende es llegar a una comprensiónVerstehen, en el sentido de Max Weber – de los hechos estudiados , objetivando la subjetividad de sus actores.

Aun así, tanto Egilior como quien esto suscribe reconocimos que el tema es sumamente difícil en su tratamiento ya que a las denotaciones emocionales correspondientes se suman connotaciones políticas no menos contrapuestas.

Es de esperar , no obstante, que como ya se apuntaba en una crónica anterior, este tipo de debates, muestren la posibilidad de la construcción social de una Memoria Democrática, alejada de cualquier «batalla por el relato» y de la repetición de tesis ya obsoletas metodológicamente por mucho que reclamen la excelencia moral.

(c) by Vicente Huici Urmeneta

MEMORIA Y RELATO

Una buena ocasión para reactivar el debate sobre la memoria individual y colectiva ,mostrando la posibilidad de la construcción social de una Memoria Democrática, alejada de cualquier «batalla por el relato».

A lo largo de esta semana voy a participar en varias actividades relacionadas con la Memoria en sus diversas variantes.

Así, hoy lunes , a las siete de la tarde en los locales de la librería KATAKRAK de Pamplona (C. Mayor, 54 ), y junto al historiador y arqueólogo Jimi Jiménez, acompañaré a Sabin Egilior en la presentación de su libro La memoria traumática, una interesante aportación que caracteriza un fenómeno que se produce cuando una sociedad, marcada por la tragedia, logra afrontar y saldar cuentas empáticas con el daño experimentado tras un largo periodo de silencio.

Y el jueves, día 20, también a las siete de la tarde, en LOUISE MICHEL LIBURUAK de Bilbao (C.Elkano, 27 <M> Moyua) ),compartiré con Egilior una conversación acerca de los diferentes registros de la memoria, tomando como referencia su libro y mi reciente El hilo de Ariadna ( Nuevas aproximaciones a la razón narrativa), en el que se pretende reflexionar sobre lo narrativo, desvelar sus condiciones y dimensiones formales, así como mostrar sus implicaciones ideológicas y políticas, analizando particularmente los registros testimoniales y la Historia.

Espero que cada una de estas convocatorias sea una buena ocasión para reactivar el debate sobre la memoria individual y colectiva , rememoraciones que, en cualquier caso, como ya indicó el sociólogo Maurice Halbwachs en su momento, recuerdan según los legítimos intereses vigentes pero que, no obstante, en el intercambio de su parcialidad muestran la posibilidad de la construcción social de una Memoria Democrática, alejada de cualquier «batalla por el relato».

(c) by Vicente Huici Urmeneta

DESDE MARIATORGET ( recordando a Olof Palme)

Mariatorget- Södermalm-Stockholm

La política de estímulo de la natalidad – 480 días de permiso por cada nacimiento- es uno de los restos del Estado de Bienestar que implantó la socialdemocracia de Olof Palme, bien parapetado por una carga impositiva básica del 20 al 30% del salario y una participación electoral del 90%.

Lo que más recordaré del paseo por Södermalm, será el saludo de un niño desconocido en la plaza de Mariatorget : un saludo directo, acompañado de una gran sonrisa. Lo cierto es que hay muchos niños y niñas  , las familias que se ven van acompañadas de tres o cuatro y es de suponer que esto se debe a la política de natalidad vigente, que otorga por cada nacimiento cuatrocientos ochenta días de permiso que se pueden compartir con la pareja o añadirlos a las vacaciones.

Es este uno de los restos del Estado de Bienestar que implantó la socialdemocracia de Olof Palme, bien parapetado por una carga impositiva básica del 20 al 30% del salario ( 3.000 € de media en la actualidad) y una participación electoral del 90%.

Otro de los pilares de aquel socialismo nada utópico era y es una educación gratuita en todos los niveles, sea en instituciones públicas o privadas, si bien en estas últimas la demanda se modula según las donaciones adicionales que puedan hacer las familias.

Y otro tanto ocurre con la sanidad, que está organizada según un sistema de pago mínimo por consulta que tiene un tope ( de unos 160 €) a partir del cual es gratuita. Algo muy importante porque continúa habiendo graves problemas de alcoholemia y la tasa de suicidios es elevada.

Asimismo, según me dice Mtx., parece que hay problemas de integración para la gran emigración que se aceptó en aquellos años y , de hecho, hay una cierta guetización, como en la zona de Rinkeby, y algún que otro exabrupto nacionalista de la ultraderecha.

Pero, en fin, entre tanto, los mitos vikingos , los de un pueblo que no data porque no se puede datar- así se puede constatar en el Historiska Musset -, perviven en cualquier esquina. Y también aquí ,en esta pequeña plaza, en la que un gigantesco Thor golpea sin piedad con su martillo a  Jörmungander, la malvada serpiente marina.

Porque todo,  alrededor,  un poco más abajo, es mar,  un mar de agua fría,  muy fría, y acaso por ello  el infierno local , Helheim, no está en llamas sino que es…¡de hielo!

Pero, por supuesto, a pesar del frío y del viento norte, todo el mundo recuerda a ABBA, lleva zapatillas deportivas y auriculares bluetooth. También por Olof Palmes gatan…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

FSD ( ¿ o «ni amable ni memorable»?)

Ha muerto Fernando Sánchez Dragó y salvo excepciones los obituarios han sido mayormente desdeñosos, resaltando su vinculación final a VOX.

A lo que parece hice bien en no conocerle en las tres ocasiones en las que estuve a punto de hacerlo, pues según los abundantes testimonios no se cumplía en su caso aquello de «conoce la obra, pero no al poeta», ya que si la obra resultaba hilarante el poeta venía a ser delirante.

Aun así no puedo dejar de recordar cómo en los años ochenta ( ¡del siglo pasado!) una gran parte de la progresía – incluida la post -marxista que en realidad nunca había sido marxista – le hacía la ola reverenciando su Gárgoris y Habidis.Una historia mágica de España.

Y otro sí recuerdo una entrevista televisiva con el luego Premio Nobel Peter Handke que tuve que ver varias veces para que me resultara verosímil ,en la que FSD sacaba al escritor austriaco de sus casillas hablando de su relato Desgracia indeseada, inspirado en la muerte de su madre , preguntándole una y otra vez si creía que su madre le estaba escuchando desde algún lugar…

En fin , que vaya alboroto que se ha armado . Pero, atención, a quienes les parece que se pasará pronto hay que recordarles que el sujeto en cuestión creía en la reencarnación y que , por lo tanto , puede volver en cualquier momento y en ocasiones sucesivas.

Esperemos que en estas subsiguientes pueda ser recordado según aquella regla de don Baltasar Gracián que decía «vivo amable, muerto memorable», porque desde luego por ahora y en esta reencarnación no parece haberlo logrado…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

HORIZONTES ( de patinetes no tan lejanos)

Un efecto singular y particularmente sangrante de esta horizontalidad universalizada es la igualación empírica de peatones y los denominados vehículos de movilidad personal ( VMP).

A lo largo de este cuatrimestre estoy desarrollando un curso sobre Las Nuevas Tecnologías en el que voy abordando diferentes aspectos de la transformación que está suponiendo la implementación del mundo electrónico en nuestra vida cotidiana.

En varias ocasiones he mencionado en el aula la transferencia de algunos esquemas virtuales a la vida empírica y casi siempre he puesto el ejemplo de la horizontalidad electrónica.

Pues uno de los esquemas epistemológicos más asumidos es la concepción de una horizontalidad general básica que iguala en lo social las clases sociales, en lo económico las diferentes rentas y en lo cultural las diversas maneras de explicarse el mundo – y lo inmundo – bastando para ello la posesión y utilización de un smartphone.

Pero lejos de altas alharacas teóricas, un efecto singular y particularmente sangrante de esta horizontalidad universalizada es la igualación empírica de peatones y los denominados vehículos de movilidad personal ( VMP) – mayormente patinetes – que , como ya desde hace un tiempo las bicicletas, campan a sus anchas sin distinguir paseos, parques, calles y aceras.

Y claro, lo que en lo virtual puede ser motivo de juego y de jolgorio, ha venido a convertirse en lo empírico en grave y trascendental, sobre todo tras contabilizarse más allá de sustos e incomodidades, atropellos y unas cuantas muertes.

Así que no es de extrañar que las autoridades de una gran ciudad como Paris hayan decidido prohibir los VMP de alquiler tras un referéndum ciudadano con un 92,5% a su favor.

Falta ahora saber cuánto tardarán los mandamases de las ciudades subalternas, todavía entusiasmados hasta el orgasmo con el crecimiento turístico – en nuestros lares una de las herencias inconscientes de la estructura económica del franquismo- en tomar medidas similares.

No será fácil. Porque esa horizontalidad virtual tiene también , desgraciadamente, en algunos casos , su proyección política, la de los cerebros de encefalograma…horizontal.

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LAS PENSIONES (y Josep Pla y «hacerse el sueco»)

Se podría preguntar cuándo tocaría aquí salir a la calle. O hasta cuándo sería mejor hacerse el sueco

En 1969, Josep Pla viajó por el norte de Europa haciendo una escala en Estocolmo. El escritor catalán aprovechó para hacer un sumario de sus impresiones y como tales aparecen en el volumen 39 de su Obra Completa – El viatge s´ acaba– bajo el título «Un creuer al nord d´ Europa».

Más allá de reconocer las bondades de la monarquía parlamentaria sueca y de sus instituciones democráticas, Pla aprovechó para hacer una apología del «socialismo» realmente existente en el país nórdico, algo infrecuente en su caso, toda vez que nunca dejó de ser un kulak del Ampurdán, como lo definió Monserrat Roig.

Curiosamente el argumento de aquel anarquista de derechas -según confesión íntima de Salvador Giner–a la hora de defender el régimen político sueco, fue que frente a quienes desde la oposición esgrimían los grandes dispendios que se permitía el Estado en su política educativa, sanitaria y social, la población – y el electorado- no percibía ningún desasosiego, y mayormente el general desasosiego que se suele desatar por parte de las fuerzas conservadoras con su «obsesión de la crisis intermitente» ante cualquier política progresista.

Y es que , ciertamente, qué sería del capitalismo, – «moderación racional de ese impulso irracional de la codicia ilimitada» que dijo Max Weber – sin esas sus crisis periódicas de las que no se sabe si sus apologetas son la causa o la consecuencia.

Pero, en fin, he recordado estas palabras de Pla al escuchar los dicterios solemnes en tono apocalíptico de algunas instituciones y particulares con mando en plaza acerca del despropósito económico que supuestamente va a generar la nueva legislación sobre las pensiones que se acaba de aprobar.

Y me ha resultado curioso comprobar análogamente cómo esta cuestión ha desatado la ira social en el hexágono francés. Y aún más teniendo en cuenta que allende Pirineos lo que se plantea es una prolongación de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años y que aquí se ha propuesto una progresiva hasta los 67 que ha sido aceptada pacíficamente hasta por los sindicatos mayoritarios.

Claro que quienes dirigen la protesta francesa afirman que el decretazo de Macron, diz que para combatir un supuesto déficit de 13.000 millones de euros en pocos años , no es muy coherente con la exención de impuestos a las grandes empresas por valor de 40.000 millones y la inmediata inversión en armamento por otros 100.000 millones de euros.

Se podría preguntar cuáles serían las cifras equivalentes en la pell de brau…Y también cuándo , consecuentemente, tocaría aquí salir a la calle. O hasta cuándo sería ( es) mejor hacerse el sueco

(c) by Vicente Huici Urmeneta

ELECCIONES (¿ y utopías?)

A estas alturas del siglo XXI podría afirmarse que quien habla de futuro, de mejora sin querer cambiar la vida cotidiana ya huele bastante mal.

Ya suenan los claros clarines, ya vienen las elecciones: es el momento de las Utopías. Desde las utopías para las familias, los municipios y los sindicatos hasta las utopías nacionales y acaso estatales. Y como diría aquel héroe tan bienpintado de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, el Príncipe Salina, orgulloso Gatopardo, «me parece bien».

Despliéganse así grandes discursos con promesas de futuro mediato e inmediato y se suceden las mociones de censura implícitas y explícitas , atentos los ar´úspices a la faena, a sus manoletinas articuladas en ideologías resilientes…

Pero, como ha apuntado recientemente en un denso y erudito artículo el profesor y filósofo Francisco José Martínez, todo este alboroto no puede ocultar que el tiempo de las Grandes Utopías ya ha acabado. Y también que ese mismo alboroto pretende ocultar y, sobre todo, abducir partidariamente las pequeñas utopías, esas microutopías que todavía defienden algunos ciudadanos y ciudadanas que luchan , sí , luchan, por mantener un espacio verde en su barrio ,por reclamar una atención médica primaria pública de calidad, por exigir unas pensiones dignas o por defender el carácter cultural de un taller de escritura o de pintura.

Unas microutopías que rescatan el sentimiento comunitario , reforzando la idea de responsabilidad íntima junto a los demás y que suponen retomar la centralidad de la imaginación en detrimento de una razón puramente contable, a menudo tan especulativa como engañosa: ¿O acaso no es el crecimiento desbocado la condición de cualquier cáncer?

Decía el también fil´ósofo Guy Debord , y así lo cita Martínez, que quien habla de revolución sin querer cambiar la vida cotidiana es que tiene un cadáver en la boca. Pero a estas alturas del siglo XXI podría afirmarse que quien habla de futuro, de mejora ,sin querer cambiar la vida cotidiana…es que ya huele y bastante mal.

Pero eso sí, elecciones haberlas haylas, y Utopías también…

(c) by Vicente Huici Urmeneta