CARO DIARIO (3. La Colonia)

«Parasol» (Valéry Rosier, 2015)

«La costa toda se defiende de la mar salada con un continuum blanco de cemento armado. Sobre esta aparentemente sólida estructura , en ocasiones apalancada por enormes bloques de caliza cuarteada, se disponen chiringuitos varios y multiculturales ( y multinacionales) aunque predomina cierto aire anglosajón, a veces más anglo a veces más sajón. De las mesas y sillas ubicadas al efecto, surgen voces con tono de ladrido de dóbermann , y ladridos angustiosos de los micro-perros de moda.

Por supuesto se puede comer y beber a cualquier hora, aunque la cocina suele estar cerrada si quien solicita el servicio no va en bermudas y chancletas.

Aun así, siempre hay una «happy hour» en la que quienes han sido educados en el severo protestantismo pueden beber hasta hartarse y cantar a viva voz según su tradición oral, pero siempre dentro del recinto de La Colonia.

Pero ay de aquel turista que abandone La Colonia a la que ha sido transferido por su tour-operador directamente desde el aeropuerto y que sin tener ni idea de dónde se halla ,se aventurare a salir de la cinta de cementol a la búsqueda de un pueblo con sus bares, sus estancos o sus iglesias, pues nada de eso encontrare sino un árido secarral en el que algunas cabras marrones le mirarán primero sorprendidas huyendo luego hacia sus peñascos , y algún viejecito pegado a un colilla le señalará , un tanto airado, La Colonia con su bastón de nudos alzado…

CARO DIARIO ( 2.Escuadra hacia la muerte)

«Está claro que ahola no es de leil que diría el hoy olvidado Alfonso Sastre con la que va cayendo en Afganistán, pero en estos lares de Hispanistán vuelve a caer lo de siempre que no es sino el alemanato de sol, playa y cocodrilo de plástico verde fosforito.

¡Ah! Y …el coccodrillo ,come fa? No c’è nessuno che lo sa! Y hordas de rubios blanquísimos se dirigen como escuadrones de disciplinadas hormigas , desde sus apartamentos de evocadores intitulaciones – tipo Vistamar y tal – hacia los arenales. Otro sí, los hay que no contentos ( contentas) con ensombrillar multicolormente largas playas , se muestran embutidos en severas ropas deportivas footingeando a las dos de la tarde bajo un sol africano o pedaleando como posesos ( escasas posesas) entre urbanizaciones vigiladas por cámaras de atención latente y gruesos vigilantes amerindios.

Descendientes de hippies sesenteros , de tan límpia y homérica mirada, buscan denodadamente calas maravillosas y solitarias, y en encontrándolas tras caminar entre cotos de caza mayor, con riesgo de ser tiroteados y cuota alicuota de sangre, sudor y lágrimas, se refugian entre unas roquillas incandescentes al amparo de algún tamarindo desmochado. Pero, Oh mein Gott !, no pueden disfrutar de las halladas cristalinas aguas ante la presencia omnipotente de navíos de insistente eslora cuyos propietarios , que no patrones,ansiaban las tales calas con fines más aristocratizantes.

Y el viajero, sin choferesa, y la viajera, sin chofer, prefieren al fin sentarse a la sombra en una terraza perdida de un pueblo perdido, y reafirmando su condición autóctona a fuer de vernácula , tomarse un café con leche y una ensaimada leyendo el periódico local o ,en un órdago a la grande, echarse al coleto una pomada y volver a leerse de cabo a rabo Escuadra hacia la muerte , del antedicho y auto-exiliado teatrero don Alfonso , en definitiva acción catártica y resolutiva…»

CARO DIARIO ( 1.Bandas sonoras)

«Papi, quiero una cabra, decía el niño tirando de la camiseta sudada del padre y este le respondía que sí, que en cuanto llegaran al pueblo le compraría una. Todo con tal de huir de aquella marabunta que se apelotonaba en el mirador que, para más inri, estaba amenizado por una cuadrilla de hippies jubilados que no paraban de aporrear tambores entre sonrisas profiden y miradas beatíficas. Pero lo que el padre ni nadie sabían era que tras lograr aparcar cerca del Passeig Maritim y decidirse por un ristorante gestionado por una pandilla multiétnica, no lograrían cenar hasta pasada una buena hora, amenizada en este caso por un cuarteto de cuerda que, altavoz y micrófono en ristre, no cesaría de dar una estridente tabarra, impidiendo cualquier conversación en la que no saliera, a gritos, lo de la cabra.

Visto lo visto,y , sobre todo, oído lo oído- que no escuchado- los mandamases de la Isla deberían proponerse un plan semejante al que plantea Nanni Moretti en uno de los episodios de su film Caro diario (1993 ), en el que se puede ver a un síndico  de Strómboli entusiasmado con las perspectivas turísticas que ofrece la isla, en cuya promoción a más de todo tipo de ofertas, descuentos, «dos por uno» y «todo incluido», no duda en proponer una banda sonora, escrita por Ennio Morricone, para que se escuche en todos los rincones a modo de hilo musical permanente…»

VAC(UN)ACIONES

Josep Maria Argimon, conseller de Salut de la Generalitat de Catalunya se quejaba hace poco de la bajada del ritmo de vacunación debido al periodo vacacional : «Agosto era ,y aún es ,una magnífica oportunidad para empezar en septiembre la vida laboral, las aficiones, las clases, de la mejor manera…Organizamos toda la estructura para que se administraran todas las vacunas posibles- 600.000 a la semana- …¿ Y se quedan la mitad sin poner?»

Según parece, la situación no es solo particular de Catalunya sino de toda la Pell de Brau. Y aunque, en principio, las palabras de Argimon emergan claras y distintas que diría Descartes, su lógica subyacente cuelga de un techo de cristal tecno-sanitario que tan solo se roza con la Salud Pública. Pues, ¿ cómo conectar la «magnífica oportunidad para empezar en septiembre la vida laboral, las aficiones, las clases, de la mejor manera» con la ausencia de unas vacaciones que forman ya parte del rito veraniego y que además, en este caso, se presentan con redoblada necesidad tras las cansinas limitaciones sucesivas ocasionadas por la pandemia?

Y es que , como se ha repetido una y otra vez frente a los reduccionismos tecnocráticos, la pandemia del COVID-19 no es solo una cuestión sanitaria sino también psico-social – y de ello hay cada vez más evidencias científicas– y la ausencia de profesionales de la Sociología, de la Psicología , de la Psicopedagogía y de otras disciplinas de las Ciencias Sociales en los correspondientes comités de asesoramiento de la política institucional de salud , impide adecuar las disposiciones estrictamente sanitarias a los ritmos sociales , fomentando las contradicciones que tan angustiosamente sorprenden al Conseller de Salut.

Pero , claro, para que todo lo anterior sea tenido en cuenta hace falta primero reconocer de una vez por todas el caracter científico de las disciplinas mencionadas, algo todavía en mantillas en estos lares decimonónicos , y , en segundo lugar,aceptar que en la dinámica esquizoide de desbordamiento del sistema sanitario simultaneada con el parón en seco estacional de la demanda terapéutica, hay tanto una falta de medios ocasionada por la falta de inversión en las décadas anteriores ( de hasta un 50,7%) como la escasa capacidad pedagógica de unos dirigentes que solo argumentan con cuadros estadísticos.

En fin , que a ver si a nuestros próceres se les abren un poco los ojos – para ver- y la mente – para reflexionar -, y pueden atisbar, sin lloriquear ni repartir culpas, cómo casar vacaciones y vacunaciones…

SEXUALIZACIÓN (Hiper)

«Ellos altos -incluso los bajos – de anchas espaldas , gruesos biceps arboresciendo de prietas camisetas y cuadriceps engastados en mallas oscuras envolviendo traseros altisonantes. Y calvos o semicalvos.

Ellas altas- incluso las más bajas por mor de altos tacones- luciendo escotes dieciochescos ambi-orientados y faldas cortas- cortísimas, componiendo dos triángulos, uno , equilatero invertido, de pechos generosos y otro, isósceles, que termina en piernas poderosas y alzadas. Y cabelleras más bien rubias y largas«.

Esta nota , tomada al azar , tras un breve paseo en medio de la galbana estival, hubiera dado mucho de sí para el Umberto Eco que escribía aquel magnífico Diario minimo en L´Espresso, y se podía haber titulado ,por ejemplo, «Appunti per una ricerca qualitativa sui nuovi modelli giovanili pandemici».

Pero , claro, uno no da para tanto y a lo más que puede aspirar es a hacer miscelánea provisional .

Y sin pretender profundizar mucho -¡Dr/ras. habrá para ello !- en las condiciones actuales de la juventud, agudizadas algunas por esta pandemia intermitente, los modelos estéticos a los que me he referido no dejan recordarme a los más tópicos en su más típica versión macho/hembra.

Un modelo de macho análogo al Madelman en versión Navy SEAL de gimnasio y tatuajes. Y un modelo de hembra análogo a la Barbie , en versión de enfermera de despedida de soltera.

Lo cual que, más allá de los esfuerzos pedagógicos y de las campañas de concienciación y de los movimientos de liberación, parece apuntar a un ejercicio de respetable libertad individual en directa hipersexualizacion en estos tiempos de trans-generación. Aunque, ¿ no se decía que cualquier estética era una ética?

Ya. Pues eso, que concluiría Paco Umbral.

MALLORCA ( y Llorenç Villalonga)

Llorenç Villalonga (1897-1980)

Durante los meses que llevamos de esta canícula hiperbólica he tenido la oportunidad de leer , mayormente en catalán, la obra del psiquiatra y escritor mallorquín Llorenç Villalonga, deteniéndome, cómo no, en su obra más conocida : Bearn o La sala de las muñecas.

Apasionado de Sicilia y de la literatura siciliana , de la que he dado cuenta en este espacio en más de una ocasión, tenía particular interés en comparar Bearn con El Gatopardo, de Giusseppe Tomasi di Lampedusa, escritas por las mismas fechas , si bien la primera fue publicada en castellano en 1956 , y la segunda , en italiano, en 1958, relatando ambas la decadencia de la aristocracia resiliente de sus respectivas islas.

Desde mi punto de vista, y aun coincidiendo en la temática, no hay tantas analogías como se les ha atribuido, y las tales creo que más bien pueden provenir de sus versiones cinematográficas, siendo la de Bearn (1983) de Jaime Chávarri un ( buen) trasunto de Il Gattopardo (1963) de  Luchino Visconti.

Profundizando en la fama de la novela de Villalonga que para la Crítica es un puntal de la narrativa catalana del siglo XX junto a La plaça del Diamant ( 1962) de Mercè Rododera, he comprobado que todavía está vigente el debate sobre si Bearn fue primero escrita en castellano y luego traducida al catalán, como defendió el también mallorquín Baltasar Porcel frente al historiador de la literatura Joaquim Molas, y si precisamente su éxito se debió a la versión catalana (1961),ya que la castellana había pasado desapercibida – este, por cierto, puede ser un buen caso para los estudios de «espacio literario» de lenguas minoritarias.

Sin duda no será ajeno a este debate la ideología política de Llorenç Villalonga, anticatalanista de primera generación que, al producirse el levantamiento militar de 1936, se afilió a la Falange Española y desde Palma escribió artículos , dio conferencias radiofónicas apoyando la sublevación y , posteriomente, fue colaborador del diario Baleares, órgano oficial franquista.

Aun así, Bearn o La sala de las muñecas no puede sino contemplarse como una obra ya clásica, de obligada lectura, en la que, como en el caso de Josep Pla, otro cripto-franquista luego arrepentido, la escritura trasladó a su autor más allá de sí mismo, algo que Pío Baroja atisbó sin llegar quizás a consumarse.

Pero, para mí, en este sentido no es Bearn la obra maestra de Villalonga, sino Mort de Dama -La muerte de una Dama , publicada en 1931, en la que se satiriza la vida de la alta sociedad mallorquina, revelando una ironía transhistórica sin el proustiano y melancólico peso trágico de muchas de sus obras posteriores…

LA CASA (del Padre)

+ M.A.I – R. I. P. –

Falleció ayer, a los 78 años de edad, literalmente con las botas puestas, trabajando en su huerto, en los brazos de su esposa y su hijo, rodeado por sus perrillos y el paisaje que tanto amaba.
Con la firme creencia en la vida eterna, dispuesto y en paz para recibir el Abrazo del Padre.

CRISTO ES NUESTRA PAZ

( para E., J., Jb. y F.)

Vuelven algunos ( y algunas) al cabo a La Casa del Padre. Educados en esa variante singular del judeo-cristianismo que es el catolicismo, pronto cambiaron el Dios Único por la Patria Única , se deslizaron de las procesiones a las manifestaciones, suplantaron al Papa por el Secretario General y el Paraíso por el Socialismo, al albur, hoy diríamos algorítmico, de la Historia.

Antifascistas que no revolucionarios, usaron el látigo contra los mercaderes hasta la extenuación, pero, de pronto y sin saber muy bien porqué, cayeron en el estanque de Siloé y, arrepentidos, dijeron que habían vuelto a ver la luz y emplearon mucho más años en pedir perdón por su herejía generacional que los transcurridos en sus desvaríos juveniles. Hubo incluso quienes de ese arrepentimiento hicieron profesión y hasta lucrativa, y otro sí quienes recuperaron públicamente la religión primitiva, retornando al nacional-catolicismo más explícito.

La lista de arrepentidos ( y arrepentidas) es larga y bien nutrida de conocidos nombres y apellidos, y ante ella muchos ( y muchas) se preguntan cómo y porqué se hicieron estas revueltas en el camino, aunque hay también quienes sentencian directamente que para tal camino no se necesitaban aquellas alforjas.

Y aunque se podrían hacer sugerentes estudios sociológicos y psicológicos- de hecho ya se han hecho unos cuantos- viene a ser conocido que volver a los orígenes más consuela que libera y que asumir el pasado críticamente hace cicatrizar el presente y abrirse al futuro nec spe nec metu, condición de la condición histórica vivida.

Pero claro, no todos ni todas pueden renunciar a cierta honestidad agresiva, y La Casa del Padre siempre está abierta y el Padre siempre está dispuesto a abrazar al Hijo Pródigo que, en la mayoría de los casos, debería haberse quedado a hacer los deberes en el Patio de los Gentiles…

☆ http://www.vicentehuici.com/la-casa-del-padre/

CAMBIO CLIMÁTICO ( ¿culpables del?)

Un informe del IPCC de la ONU sobre el cambio climático que ha pronosticado que de continuar la dinámica actual, la temperatura de la Tierra subirá hasta 4,4 grados para el año 2100 , ha sido difundido por los medios de comunicación con palabras terminantes y aterradoras, sumándose así al tono de los breves milenarismos varios que han sido proclamados durante la pandemia del COVID-19.

No poniendo en duda la calidad científica del estudio, aunque manteniendo la sospecha de que acaso forme parte de una retórica global que vaya poco a poco legitimando las alternativas estratégicas de la electricidad y el hidrógeno, o la recuperación táctica de la energía nuclear, lo más señalado en las informaciones mediáticas está siendo la mención permanente como culpable al «ser humano» o a «La Humanidad».

Y claro, siempre que la culpabilidad recae en una abstracción como las apuntadas, se abren dos frentes de interpretación siendo uno la tapadera del otro.

Así en el primer frente se subjetiviza la culpa y por más que la mayor parte de la ciudadanía lleve tiempo reciclando en orden y atendiendo a las sugerencias de alimentación o movilidad sostenible, queda interiorizado que no se hace lo suficiente, un tanto como ante la crisis del 2008 se asumió acríticamente que se había gastado demasiado y que tocaba un desierto de austeridad.

Este frente tapa un segundo en el que se ocultan las grandes empresas multinacionales que no están dispuestas a perder beneficios a corto plazo y que incluso ha trampeado sus propios sistemas de «calidad ecológica», gobiernos negacionistas que se afanan en la supervivencia de su país a costa de todos los demás y, por fin. un sistema capitalista que, habiendo abandonado las correciones socialdemócrtas, da vía libre a un neo-liberalismo ciego y , en ocasiones, armado.

De manera que para no incurrir en errores del pasado ni asumir culpas que no corresponden, lo inmediatamente necesario sería no suscribir afirmaciones generales y abstractas que pueden valer tanto para un barrido como para un fregado, y pedir luego más matizaciones y más compromisos concretos…Pues el fregao está detrás y alguien solo pide que nos pongamos los guantes…

PEREZA (jurídica)

Mientras la tormenta meteorológica y sanitaria se va prolongando, se está colando en los media , como una serpiente de verano, un interesante debate sobre los aspectos jurídicos de la pandemia.

En esta misma sección , el blog Desmarcados, de José Ramón Blázquez se refería hace poco a esta cuestión, en EL PAÍS lo tocaba tangencialmente Daniel Innerarity, y el catedrático Juanjo Álvarez lo trataba in extenso en una larga entrevista en el periódico BERRIA.

Álvarez resumía su profundo análisis calificando de pereza jurídica, en su sentido más drástico que no eufemístico, la actitud general que se ha podido observar durante este último año y medio. Y la expresión no puede ser más adecuada si se repasan los avatares legales que se han sucedido en medio de las pugnas políticas más infantiles que se han podido ver desde la Transición.

Pues la pereza ha sido y es la característica de la práctica legislativa vernácula que siempre ha debido tener en cuenta la remora general de que para quienes se reclaman de verdades absolutas, los nuevos derechos siempre se convierten en deberes inmorales – véanse al respecto las cuestiones del aborto, del matrimonio homosexual o de la eutanasia, como buenos ejemplos. Y aún así todo estaría ya resumido en esa pereza jurídica de denotaciones macropolíticas que es el retraso en la renovación del Consejo del Poder Judicial.

Y si bien es cierto que la pandemia del COVID-19 ha activado recursos legislativos excepcionales debido a su gravedad y que es más que comprensible que no hubiera una amplia jurisprudencia al respecto, se ha echado en falta en más de una ocasión un criterio claro de cogobernanza acorde con la Constitución y, por otro lado, una labor de coordinación jurídica más eficaz.

Pues en este aspecto, como en los deteriorados ámbitos de la sanidad o de los servicios sociales, también se han podido comprobar deficiencias profesionales, pero asimismo, técnicas e infraestructurales.

Esperemos, en fin, que esta haya sido otra lección que quede pendiente para el próximo curso. Pues ya se sabe: contra pereza…diligencia.

CONECTAD@S ( a la nada)

«Vacunaron a mi hija adolescente hace dos semanas. A la salida no le dieron ningún justificante y, desde el día siguiente, hemos intentado tener al menos un certificado digital. Hemos recurrido a todas las vías posibles, presenciales y on line , a los servicios de atención ciudadana que o bien estaban colapsados telefónicamente o electrónicamente se remitían a sí mismos en un infernal y desasosegante círculo vicioso. Y hoy todavía no hemos conseguido nada…»

Todo esto me comentaba un buen amigo, a punto de anular la reserva de su viaje de vacaciones para el que le piden el mentado certificado.

En una columna anterior ,ya se dio cuenta de que la inversión en Sanidad Pública había descendido en un 50,7% durante los años de austeridad neo-liberal que siguieron a la crisis económica de 2008.

Y sin duda, esta escalofriante falta de inversión habrá repercutido en infraestructuras, medios técnicos propiamente sanitarios y , por supuesto, personal médico, habiendo sido la pandemia del COVID-19 la prueba de fuego en la que se han evidenciado, de repente, y a pesar del gran esfuerzo institucional desplegado, todas las insuficiencias, siendo quizá las más sonrojantes las relativas a la Atención Primaria.

Pero , a la vista de testimonios como el anterior, parece que la radical reducción de la inversión en la Sanidad Pública ha afectado también al personal administrativo y a la red electrónica que tanta importancia ha adquirido en el contacto con la ciudadanía.

Una ciudadanía que, sin embargo , ha continuado pagando sus impuestos y ha asumido severas restricciones salariales, y que a la hora de conectarse con la Administración, tiene en muchas ocasiones la desgraciada impresión de conectarse…a la nada.