PATRIA ( ni lo que fue ni lo que pudo ser)

Decía a Aristóteles en su Poética que la diferencia entre El Drama y La Historia residía en que esta última relata lo que fue mientras que el primero, lo que pudo ser.

Pero ya sabemos hoy en día que , salvo disponer de un guardaespaldas metafísico que respalde la Verdad Única, no hay ningún «fue» que no sea un «pudo ser», aun avalado rigurosamente, como defendía el historiador Paul Veyne, por toda clase de testimonios, pues al cabo La Historia no deja de ser un subgénero narrativo.

Viene todo esto a que entre gentes varias y de capital cultural diverso (añadiría el sociólogo Pierre Bourdieu) se está recibiendo la serie de HBO Patria – síntesis fílmica de la novela análoga- como un relato de «lo que fue», y no de «lo que pudo ser», obviando las distinciones y matices anteriores.

Bien es cierto que se está recibiendo escasamente, a la vista del fracaso estadístico de audiencia, y que cualitativamente las reacciones que se han manifestado – sobre todo en las redes sociales- han dado cuenta, sobre todo, del efecto catártico que ha generado.

Y también Aristóteles escribió sobre este último aspecto, puesto que en la obra mencionada confirma el efecto depurador y salvífico de la khátharsis producida por la contemplación del Drama. Pero, el Drama…relata «lo que pudo ser» y no, como se ha dicho, «lo que fue».

Y así, en este clima de confusión y catarsis, algunos y algunas se sienten golpeados por una ficción que igualmente les llevaría a buscar esotéricos secretos ocultos en antiguas catedrales , mientras otros y otras aprovechan para intentar ganar en la ficción dramática una guerra de la que pueden quedar muchas batallas…Sobre todo por no haber alimentado la capacidad de comprender el conflicto que continúa latiendo desde hace muchos años.

Así que, y desgraciadamente, Patria: ni lo que fue ni lo que pudo ser…

JAVIER PAGOLA ( o aquellos tiempos de «Batzarre» )

Javier Pagola (1946-2020)

El periodista y escritor Javier Pagola ha muerto a los 74 años.Para quienes vivimos durante los años finales del franquismo y de la Transición en la Negra Provincia que Miguel Sánchez-Ostiz ha descrito tan acertadamente, Pagola fue la voz luminosa que ,a través de las ondas, ampliaba muchas de las nuevas voces que en aquellos momentos estaban surgiendo.

Pues, en efecto, jugando siempre con la mayor o menor permisividad de cada día desde su programa Batzarre, de la entonces Radio Requeté, vinculaba a gentes diversas apuntando siempre hacia los nuevos tiempos que se avecinaban.

Una vez que la Transición dio paso al régimen del 78, Javier , en su condición de creyente, progresista y euskaltzale, herencias acaso del nuevo carlismo que se abrió camino en los años setenta,continuó con su compromiso social y cultural participando en las actividades de las Comunidades de Cristianos de Base y en numerosas iniciativas como el Foro Gogoa, y desde 2000 hasta su jubilación laboral, dirigiendo la comunicación y gestión de la conocida ONG Medicus Mundi.

Asimismo, publicó varios libros de tono misceláneo como Llegar a viejo (1980) sobre la ancianidad en la Comunidad Foral de Navarra, Quesos de Navarra (1989) o Recorrer y contemplar los paisajes de Navarra – Nafarroako Paisaiak oinez eta begiz.


En el año 2017, el Ayuntamiento de Pamplona le otorgó el II Iruñeko Zapia-Pañuelo de Pamplona, como reconocimiento a la labor de toda su vida.

Javier Pagola, en fin, se ha ido y con él una parte muy importante del espíritu de aquellos años difíciles y , por otro lado, tan ilusionantes, pero siempre se recordará aquella voz que día tras día proclamaba la esperanza de un mundo mejor, una utopía acaso muy necesaria en estos tiempos distópicos que estamos viviendo…

CON EL DEBIDO RESPETO…

«No se meta con los ediles de su querido Bilbao, don Vicente, que le echan»…me ha escrito un corresponsal fiel y amable.

Y yo le he respondido: «Como se diría en términos militares y aceptando la jerarquía que les han otorgado las urnas…Con el debido respeto«

Pues claro que con el debido respeto, pero , ya se sabe , lo cortés no quita lo valiente.

Recuerdo al efecto que en un Acto de Inauguración de Curso Académico en el cual operaba yo como Secretario ad hoc, el encargado de dar la Lección Magistral, un conocido y reconocido gestor cultural, aprovechó la ocasión para hacer una crítica razonada de la política del ramo en presencia de varias autoridades a las que no les gustó mucho el tenor de sus palabras.

Pasado el trago, y en la recepción social subsiguiente , requerido el protagonista de la tarde de alguna explicación por una de las autoridades máximas allí presentes, reivindicó su «condición de funcionario» y su disposición permanente al servicio de la Institución que le pagaba y no a la de los políticos que la gobernaban por turnos, sancionados , eso sí, democráticamente.

El político en cuestión murió hace algún tiempo y desgraciadamente dejó tras de sí un último recuerdo impregnado de triste corrupción. El funcionario dejó de serlo y continúa ofreciendo sus servicios allá donde por su altura profesional es requerido, por lo general lejos de estos lares.

El que suscribe no es ya funcionario de ninguna Institución, de hecho está , según algunas fuentes, «fuera del sistema» ,y tampoco ha sido ni apocalíptico ni integrado ni ambos dos oficios a la vez ( que dijo Umberto Eco) ,pero el ejemplo mentado ha sido siempre para él un modelo de ciudadanía crítica, tal que lo fue el de Sócrates quien no se calló, pero aceptó la cicuta por mor del respeto a la autoridad.

Aun así, ganas de callar no faltan ante la impotencia frente a la estupidez, la incultura, la incompetencia, la ingratitud y los malos modos…Osease, que me lo pensaré…Y tanto más puesto que nadie me paga por esto…

TERRAZAS (entre la utopía y la distopía)

Desde los idus de julio resulta muy difícil, por no decir imposible, sentarse en una de las múltiples y largas terrazas que se han habilitado con gran generosidad municipal en las calles de la Villa donde asiento mis reales ( con perdón).

La situación suele llegar a ser tan crítica que, tras un deambuleo por el barrio y por los barrios adyacentes, y entre el cansancio muscular y el desasosiego mental, encontrar una mesa adquiere una dimensión más trascendental de lo que podría suponerse.

Así que cuando el milagro se produce, cuando el dedo de un dios ( siempre absconditus) por fin ya nos ha señalado, un regocijo inusual recorre nuestro cuerpo, por haber triunfado sobre las limitaciones físicas y también sobre las metafísicas- esos empeños del personal hostelero que pretende que se coma a partir de las doce y se cene a partir de las ocho en dichas sean las terrazas.

Encontrada pues la plaza adjudicada por la divinidad y aun con la perspectiva de que ningún camarero o camarera se acerque hasta la mesa- ¡ Ah, viejas constumbres de nuestros antepasados!- el gozo puede acabar en un pozo si se ha salido en solitario y se ha de combinar la presencia sentado y junto al borde de la barra petitoria desde el mismo punto de vista y en el mismo momento – que diría el listo Parménides- pues la mentada divinidad todavía no nos ha otorgado el don de la ubicuidad hiperespacial.

Visto lo visto, no sería de extrañar que desde el pulpo electrónico surja la consiguiente aplicación terrázica para «gestionar» , como se dice ahora, nuestra cerveza o nuestro txakolí, sentados/as of course.

Y ya puestos ( y puestas, of course too) no estaría de más invitar a nuestros ediles a que tomen la iniciativa al respecto. Al fin y al cabo si por algo se está posicionando nuestro municipio en el mundo mundial es por iniciativas tan singulares como, por ejemplo, reducir la circulación de automóviles a menos de 30 km/h generando más atascos y más polución.

En fin, y para que no me saquen cantares, que me identifico y mucho con aquella frase de Josep Pla en su libro Humor, candor : “Som uns conformistes d´adhesió incompleta” . Y es que no me puedo adherir al régimen de terrazas distópicas habiéndolas conocido utópicas ( en tantos y graves sentidos).

TEORÍA Y PRÁCTICA DE LOS RECURSOS ELECTRÓNICOS ( o de la BAK a IZENPE y otras vueltas)

Como ya comenté anteriormente la semana pasada participé en el IX Encuentro Internacional del CIES, que en esta ocasión intentaba dilucidar algunas transformaciones sociales que se habían generado durante la pandemia del COVID-19.

Mi intervención tomó como punto de referencia el notable incremento en el uso de los recursos electrónicos tanto en el mundo del trabajo, de la educación, del comercio y ,como no, en las relaciones sociales (por ejemplo a través de Facebook, WhatsApp, Instagram o Twitter). Para ello desarrollé brevemente la propuesta de un nuevo modelo de individuación que se ajusta a este modo electrónico de relacionarnos y que se resume en lo que se ha venido en denominar «zoon elektronikón» ( puede verse en https://www.facebook.com/ciesportal/videos/1278137035872298, a partir del minuto 22)

Dado que la investigación a que se refería mi ponencia era y es un work-in-progress, con sus aspectos teóricos pero también empíricos, no deja de resultarme divertido reseñar hoy una anécdota personal que en gran parte contradice mi exposición, pero a la que también le quiero dar la trascendencia oportuna.

Y es tal que, animado y estimulado por la Diputación Foral a la cual contribuyo religiosamente ,como se decía antes, con mis impuestos, para obtener una herramienta electrónica denominada BAK, llevo un mes intentando configurarla y activarla sin que hasta ahora me haya sido posible. De hecho,cada vez que he logrado contactar con el servicio ad hoc se me ha redirigido hacía otro denominado IZENPE que ha resultado asimismo inaccesible incluso a través del correo electrónico al que también y de nuevo se me redirigía. Y todo ello , por supuesto , tras escuchar la cantinela de que mi «llamada podía ser grabada por motivos de seguridad y calidad», para después sumirme en la subsiguiente y desasosegante de que «todos los operadores están ocupados».

Por lo que puedo concluir provisional y puntualmente que a algunas instituciones que parecen mostrarse al día en la vehiculización de muchas de las gestiones por medio de recursos electrónicos, todavía les falta un gran trecho que cumplimentar probablemente por carecer de la tecnología adecuada o de los recursos humanos necesarios…O de algo que no me atrevo sino a dejar en la imaginación de los lectores y lectoras…Quien quiera entender que entienda…

XX JORNADAS EUROPEAS DE PATRIMONIO

He de confesar que espero siempre con gran expectación la celebración anual de las Jornadas Europeas de Patrimonio, por lo que tienen tanto de novedoso en su temática como de innovador en sus propuestas.

Suelen ser unas Jornadas excelentes que permiten acercarse a lugares tan próximos como desconocidos, comprender mejor las dicotomías de género, o, como es mayormente mi caso, observar calles, plazas y edificios con una nueva mirada.

En este sentido hay que destacar las Jornadas Europeas de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia de este año que cumplen ya su vigésima edición y van a desarrollar a lo largo de todo el mes de octubre una amplia gama de actividades en torno al tema «Patrimonio y Educación».

Unas Jornadas que, como ya es habitual, buscan el rigor en los contenidos pero también la accesibilidad a todos los públicos a través de una gran variedad de formatos que invitan a la participación.

Unas Jornadas, en fin, que más allá y más acá de cierto carácter recreativo, no renuncian a ser «una actividad educativa que pretende revelar significados e interrelaciones a través del uso de objetos originales, por un contacto directo con el recurso o por medios ilustrativos, no limitándose a dar una mera información de los hechos», como señaló Freeman Tilden ,uno de los primeros impulsores de la difusión y la interpretación del patrimonio.

Una ocasión, fiel transcripción del kairós griego, para reconocernos críticamente , para objetivarnos entre los testimonios hasta ahora mudos que ,desde hace mucho tiempo, nos han rodeado y nos rodean…


PANDEMIA Y LENGUAJE ( ¿o el tiempo de la berrea?)

La pandemia ha traído como efecto colateral la reducción del lenguaje , de las metáforas y de los esquemas narrativos hasta niveles de una simpleza sonrojante , mayormente bélica en su fondo y forma.

Esta reducción, animada frívolamente por algunos medios de comunicación para captar audiencia, está impidiendo tener una visión más amplia no sólo ya de la crisis sanitaria, sino de sus secuelas económicas, sociales y educativas.

Por otro lado, la exhibición cotidiana de gráficos sobre el número de PCR realizadas, positivos, y muertos, así de como porcentajes aleatorios, aun dando la apariencia de un seguimiento científico por cuantitativo de la evolución de la pandemia , termina por resultar muy poco significativa ante la ausencia de una ordenación cualitativa comparativa, percibiéndose cada vez más como un recurso retórico de última instancia.

Por fin, la combinación de esta simplificación comunicacional con la mentada exhibición numérica, multiplicada por el enfrentamiento político tan permanente como inútil está lastrando enormemente la confianza de la ciudadanía.

Quizá sea pues el momento de recuperar la escucha atenta del matiz y de no confundir la discrepancia con el mal moral o el error lógico, así como de llegar a un consenso de mínimos apartando a tanto tecnócrata inculto y a tanto político tan fiel como oportunista de los lugares de decisión.

Quizá sea, en fin, el momento de abandonar el tiempo de la berrea

ABANDO ( bajo la pandemia…inmobiliaria)

Hace ya más de dos años comenzó un debate público acerca del proyecto del Obispado de Bilbao para construir un gigantesco edificio de ocho plantas y cuatro sótanos en una parcela del barrio bilbaino de Abando, hasta hace poco ocupada por la Escuela de Magisterio diocesana-BAM.

En una publicación que llevaba por título Pelotazo en Abando , se describió minuciosamente el periplo que había llevado al Obispado de Bilbao desde su primer intento de crear un gran edificio de viviendas en la parcela mencionada en el año 2017, hasta la última propuesta de edificar un edificio mixto compartiendo dependencias diocesanas, casi mitad por mitad, con la clínica privada Mutualia, en 2019, pasando por algunos hitos intermedios significativos como una recalificación del terreno de dudosa legalidad aduciendo la inexistencia de actividad docente a pesar de la presencia de la Escuela de Magisterio -BAM – que todavía está pendiente de confirmación judicial- , o la fase transitoria en la que se suponía que lo que se iba a construir era un edificio diocesano que se acogería al nombre de Bizkeliza Etxea (2018).

El proyecto, más allá de haber sido una y otra vez puesto en entredicho por urbanistas, historiadores del arte y otros profesionales, y por una gran parte de la ciudadanía del entorno, ha continuado adelante en plena pandemia , abriéndose el debate incluso a ámbitos internacionales al aparecer como una muestra de lo que ya no se puede ni se debe hacer en una ciudad, y menos en barrios de gran actividad educativa.

Precisamente, la Dirección y la Asociación de Padres y Madres de la Escuela Cervantes, ubicada frente a la parcela indicada, ha solicitado al Ayuntamiento de Bilbao que no autorice la demolición del edificio frente a su colegio durante la emergencia sanitaria, pues las afectaciones que generarían las obras de derribo resultarían incompatibles con la adopción de las medidas fundamentales para la prevención y control de la COVID-19 decretadas en los centros escolares en lo relativo a la ventilación de las aulas,   especialmente por la imposibilidad de tener las ventanas abiertas a causa del polvo y ruido.

Es de esperar que las autoridades políticas municipales, o aquellas que pudieran estar implicadas en un rango superior, administrativas o judiciales, pongan un poco de cordura ante el avance insensible y arbitrario de unos intereses inmobiliarios particulares- y para algunos y algunas, tan escasamente cristianos.

Y es de esperar también que las instituciones defiendan la salud de sus ciudadanos y ciudadanas, sobre todo de los más débiles, y aún más en la actual situación de emergencia sanitaria. Y asimismo, es de desear que este , desde el principio, tan descabellado proyecto no termine por ser estudiado internacionalmente como un ejemplo ya no del mal, sino del peor hacer urbanístico…posicionando a Bilbao en un lugar no muy recomendable…

PANDEMIA Y VIDA COTIDIANA

La pandemia del COVID-19 , más allá de sus consecuencias sanitarias y económicas ( y políticas) ha tenido y está teniendo importantes efectos en la vida cotidiana.

Así, durante el confinamiento, la visión de las calles y las plazas vacías rememoraba una distopía tan sólo prevista en la ciencia-ficción o, incluso, para algunos y algunas, tristes episodios de guerra y destrucción.

Finalizado el rigor del encierro, las ciudades y pueblos comenzaron a llenarse de gentes con mascarilla, que circulaban al principio un tanto angustiosamente intentando mantener una distancia de seguridad que pronto se convirtió en una distancia social.

El verano propició cierta ligereza en la ropa y en los encuentros, a pesar de estar siempre pendientes de la espada de Damocles de un virus que se puede eliminar al parecer con un simple jabón, pero para el que no hay todavía una vacuna apropiada, aunque sí tratamientos cada vez más eficaces .

A lo largo de estos meses, en un camino que para muchos y muchas ha sido un calvario, el mundo electrónico ha encontrado la ocasión para una rápida expansión toda vez que reunía las ventajas de la comunicación inmediata y de la seguridad de la distancia :la utilización de Facebook, Instagram y WhatsApp ha aumentado en más de un 50% en comparación con sus valores normales, y el comercio a través de Amazon se ha disparado hasta límites no previstos.

Así , y más acá de las grandes ganancias de los GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) , la implementación de una nueva forma de socialización utilizando la vía electrónica – el denominado «zoon elektronikón»– ha tenido como resultado una reordenación de la vida cotidiana.

Para llevar a cabo una primera aproximación a las consecuencias de esta reordenación tan trascendental socialmente, el CIES (Centro de Investigaciones y Estudios Sociológicos, Argentina) ha organizado el IX Encuentro Internacional sobre Vida Cotidiana, Conflicto y Estructura Social: Sensibilidades y Pandemia con participación de investigadores e investigadoras de diversos países, que se celebrará el 1 y 2 de octubre y que podrá seguirse en directo a través de la siguiente dirección:
https://www.facebook.com/ciesportal/


EL 155 ( y el «corrector federal»)

Mi viejo amigo Gabriel Albiac , en sus tiempos marxista-leninista y ahora columnista del ABC ( no verdadero, según Luis María Anson ), apuntaba el otro día ,en medio de sus cultas y por lo general apocalípticas palabras ,que el fracaso de la política en relación a la crisis del COVID-19 se debía a la fragmentación del poder político español en una serie de autonomías «sin ninguno de los correctores de un modelo federal».

El tono final de esta afirmación en quien ha terminado por ser un hegeliano pro-estatal a machamartillo, abría una puerta cerrada desde hace tiempo: la discusión sobre el estado federal.

Por otro lado, se puede sospechar que el artículo 155 de la Constitución de 1978 es precisamente algo así como un «corrector autonómico» y como tal se aplicó en su momento en la C. A. de Catalunya y es posible que se aplique en la C. A. de Madrid.

Pero aunque un «corrector autonómico» no sea un «corrector federal» este ideológico saque-bombeado-a-la-pasa puede ser una buena ocasión, en el sentido griego del kairós, para devolverlo en una deriva reflexiva y atisbar si un régimen monárquico puede llegar a ser federal o precisa de otra forma de Estado, deriva quizá más operativa y menos hiriente que el iniciado debate agónico y agonístico entre Monarquía/República.

Miro hacia atrás , hacia cuando el camarada Albiac era m-l ( y otro viejo amigo y polígrafo, Jon Juaristi , militante trotskista de ETA VI ) y recuerdo que hasta un colega, ya desaparecido, del viejo y siempre renovado Partido Carlista era partidario de una «monarquía federal»…

Y es que por distintos caminos se puede llegar a Roma, aunque una vez allí , acaso , «Roma veduta, fede perduta…»

Pero, bueno, dejemos de lado el 155 y comencemos a hablar del «corrector federal»… A ver qué pasa…