BAROJA & YO ( y Andrés Trapiello)

Ha llegado a mis manos un nuevo libro de la colección Baroja & Yo de Ipso ediciones, tan excelentemente dirigida por el pamplonica Joaquín Ciaurriz.

Se trata, en este caso de  Un poco de compañía. Impromptu barojiano , obra del conocido novelista y ensayista, a fuer de mejor dietarista, Andrés Trapiello.

El libro, como siempre de primorosa y cuidada edición, comienza con un ágil y divertido prólogo en clave muy barojiana que se lee con una sonrisa en los labios.

A continuación, Trapiello va desgranando cinco cartas de la correspondencia de Pío Baroja con el diplomático Juan Terrasa a quien había conocido en el Colegio de España de Paris. Las cartas , escritas entre finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta , muestran a un Baroja envejecido, artrítico e insomne, todavía bajo los efectos del desastre de la Guerra Civil , a pesar de haber optado finalmente por Franco y los militares.

A continuación , la obra de recoge un excursus sobre la » filosofía barojiana » ,que Trapiello sitúa más bien en el ámbito de lo moral , en un tono a lo Chamford o a lo Joubert, con el estrambote inevitablemente barojiano, antinacionalista por anticarlista.

Una contribución, en fin, breve, precisa, novedosa y aguda sobre aquel clásico de sí mismo que fue – y es – Pío Baroja, de la mano de una prosa muy personal y directa : una joyita muy recomendable.

«PATRIA» ( ahora, la serie )

Según median los medios, la grabación de la versión televisiva , en forma de serie para HBO, de la muy vendida novela Patria de Fernando Aramburu, está a punto de concluir entre una gran expectación

Otro sí, y por si algo le faltara a la promoción de la mentada novela, hace un par de días, el autor recibió un denominado Premio Internacional Covite, por su contribución al rescate de la memoria de las víctimas ( de ETA) en una » apuesta literaria por la verdad».

He tenido la oportunidad de seguir el debate que surgió a raíz de la publicación de Patria, y no hace mucho leía un interesantísimo ensayo sobre los aspectos lingüísticos de la misma que destacaba su inverosimilitud y el vínculo subterráneo que establece entre el euskera y la violencia. Es de suponer que la película esquematice todavía más lo que ya resulta muy esquemático y algo simplón, por lo que es muy posible que la referida apuesta por la verdad adquiera un tono decididamente oportunista ( como lo fue en su momento , en otro sentido, el aplaudido engendro titulado 8 apellidos vascos.

Y la verdad, esa entente que según un filósofo amigo – que ha transitado del maoísmo recalcitrante al conservadurismo histérico sin solución de continuidad- es una ficción deliberada, salvo que se disponga de un guardaespaldas metafísico, volverá a tener pretensiones explicativas, y más bajo la apariencia del relato didáctico.

Y , de nuevo, toda comprensión, todo intento de objetivar lo subjetivo, como decía Max Weber, tan relevante a la hora de tratar el tema de que se trata, quedará confinado ad calendas graecas , y mientras tanto, esa verdad » literaria» consolará malamente a algunos y servirá de ariete a otros ( y a otras, of course) a quienes casi nada les importa lo que ocurrió y sí mucho sus inmediatos intereses…políticos…

2 DE MAYO ( ¿ o » ¡ Vivan las caenas!»?)

» Si no se hubiera ganado la Guerra de la Independencia, otro gallo nos habría cantado» dejó caer ayer entre dientes un contertulio durante el vermú.

Abrí los ojos todo lo que pude y me volví hacia él. No entré al trapo, porque no iba de morlaco, y, además, no estaba por ayudar en la faena. Así que di cuenta de la última aceituna y me despedí en un me ves y no me ves , como en la leyenda de Belfegor, el fantasma del Louvre.

Volviendo hacia casa, recordé que la conversación había comenzado en un tono neutro charlando sobre el uno de mayo y rápidamente se había desplazado hasta este día dos y el levantamiento que hoy se celebra. Y poco a poco, mientras caminaba a paso lento, me vinieron a la cabeza las imágenes de los fusilamientos de Goya, y de Agustina de Aragón, arrebolada, prendiendo fuego a la mecha de un gran cañón, y «El Algarrobo» melancólico de Curro Jiménez , y aquel grito de » ¡Muera la libertad y vivan las caenas!» con que fue acogido a su regreso Fernando VII. Y también, claro, aquellos tiempos en los que hablar de nación, sonaba a liberal…

Y, ya en casa, mientras calentaba la comida, pensé que algunos pueblos quizá deberían estar más orgullosos de las guerras que perdieron que de las que ganaron y sentirse más dignos de haber sido invadidos y aculturizados que de ser ellos mismos invasores incultos…Pero que , en realidad, todo esto, a lo peor ,no tenía mucho que ver con lo que había escuchado un poco antes… No sé, a ustedes ¿qué les parece?…

1 DE MAYO (o ¿estudiantes y obreros , unidos venceremos?)

«¡Estudiantes y obreros, unidos venceremos!» gritábamos algunos ( y algunas, too) a mediados de los setenta en unas manifestaciones multitudinarias convocadas por todos los sindicatos, sin excepción, y que por lo general acababan con una carga tronante de los grises y la detención de algunos compañeros ( y compañeras, of course) por los nada disfrazados miembros de la brigada político-social.

La situación, por entonces, era ambivalente. Por ambos lados. Así, el franquismo extenuado abría de vez en cuando la mano, dejando que la gente saliera a la calle, como se abre una espita para que baje la presión de un gran contenedor de aire viciado, pero, por otro, se arrepentía enseguida y siempre había alguien – el más conocido era Fraga Iribarne- dispuesto a recoger velas al grito de «!La calle es mía!».

Y la oposición, que no dejaba de sumarse y restarse en Juntas y Plataformas, apretaba los puños dejando que «las masas» se manifestaran y hasta rompieran lo que ahora se llama » mobiliario urbano» pero, por otra parte , recelaba ya de que los sindicatos , que habían sido engendrados en sus propios camastros, tomaran demasiado protagonismo político: ¡»!Zapatero a tus zapatos!»

Aún así , el entusiasmo, ese en-to-zeon- estín, o estar en el dios o endiosados( y endiosadas, of course) que se palpaba en aquellas grandes manifestaciones de minorías suficientes borraba cualquier escepticismo, incluso el proveniente de nuestros más altos teóricos, los que habían leído a Nicos Poulantzas, y que pronosticaban que los sindicatos , al cabo , lo único que harían sería regular la producción capitalista.

Pero, any way, en estos días en que los sindicatos obreros parecen laminados y los de estudiantes brillan por su ausencia, como se solía decir en retórica antigua, en estos días, digo, en que cualquier reivindicación sindical se tilda de política, y en que todo movimiento de masas del tipo que sea se confunde con el «populismo», ya quisiéramos algunos ( y algunas, I suppose) que al menos el uno de mayo sirviera para recordar que no hay democracia real sin un movimiento sindical o equivalente, aunque sólo sea para «regular el capitalismo»…¿Estudiantes y obreros, unidos venceremos?

EROTOLOGÍA ( terugkomend uit Amsterdam)

En Amsterdam, todavía hay «Barrio Rojo»,pero se podría decir que ya forma parte del patrimonio histórico de la ciudad.

Quedan, desde luego, las cabinas con señoritas – que diría Josep Pla- , mayormente macilentas ,y las hubo con señoritos, pero fracasaron no se sabe bien si porque las féminas no necesitaban estos servicios o porque en la capital europea del LGTBI no tenían ningún sentido.

También continúan abiertos algunos sex- shops que venden vídeos eróticos clásicos y aparatosos aparatos para cuya utilización probablemente se necesitaría el equipo médico habitual. Y otro sí, decadentes espectáculos de » sexo en vivo», así como un Museo del Sexo ,con un aburridísimo portero , que ya no puede competir con el Museo de cera de Madame Tussauds, sito en el Dam.

Y es que, a la vista de lo que hoy en día se puede ver y oír con un simple click, todo lo que fue la industria del sexo holandesa de los años setenta, ha quedado obsoleto y con un cierto retrosabor arqueológico.

De hecho, el ayuntamiento amsteliano ha regulado ya las visitas de grupos turísticos con guía y, como en cualquier museo que se precie, están completamente prohibidas las fotografías y todo tipo de grabación.

En fin, que es más que posible que el Barrio Rojo se convierta, si no se ha convertido ya, en la base empírica para tesis doctorales en Historia, Psicología, Sociología… y Sexología, por supuesto. Y que las generaciones futuras, sobre todo esas que no tengan ni idea de lo que costaba conseguir un condón por estos lares en tiempos no muy lejanos ,no alcancen a comprender este fenómeno y hasta se rían a carcajadas ,como ya ha ocurrido tantas veces con tantas cosas…

A vueltas con «LA CASA DE LA PRADERA (electoral)»

Para sorpresa de extraños y de mí mismo en mi mismidad, la columna intitulada «LA CASA DE LA PRADERA (electoral)» (1)ha recibido 9. 111 ( nueve mil ciento once) visitas según Google-analytics.

La estadística ha venido acompañada de una veintena de mensajes en los que mayormente se lleva a cabo una apología de esta serie norteamericana, insistiendo en su calidad y sobre todo en su vigencia ética – cristiana, a decir de una de las informantes. En algún caso, asimismo, se me ha reprochado el tono algo mordaz que salvo excepciones tiñe estas letras.

Ningún comentario ha habido, por el contrario, en el que se hiciera mención alguna a la segunda parte del título – » ( electoral)»- que como suele ser habitual indica el punto de vista de la lectura más factible.

Con todos estos datos cuantitativos y cualitativos, former-sociologist que es uno, he llegado a la conclusión que el personal se ha quedado fundamentalmente con la parte expositiva y ha pasado ( por encima ) de la reflexiva.

Bien, sobre esa parte expositiva tan sólo puedo repetir que a la vista de la autobiografía publicada por Laura Ingells Wilder , la hija pequeña de la familia – Pioneer Girl: The Annontated Autobiography, South Dakota Historical Society Press, 2014 – su vida no se pareció casi nada a lo que luego fue llevado a la pantalla, resaltando el carácter egoísta y brutal del padre Charles Ingells ( representado en la serie por Michael Landon) , hombre gruñón, de mal humor y peor genio a fuer de mentiroso empedernido.

Si insisto en ello, no es por nada en particular, aunque ya sé que hay que diferenciar entre » lo verdadero», que siempre es algo construido ( y por tanto deliberadamente ficcionado) y lo » real», sólo accesible por inconsciente representación, salvo que se tenga a disposición un guardaespaldas metafísico ( del tipo «dios» ) que garantice la directa visión de lo divino y de lo humano . Una representación, incluso la autobiográfica, que puede ser tan ficticia como cualquier otra , a no ser que se crea a pie juntillas en la sinceridad metodológica garantizada por aquello del «pacto autobiográfico» de Philippe Lejeune, que más que ético es retórico.

Aún así, lo que más me ha sorprendido es un comentario en el que se menciona que todavía hay mucha gente que continúa viendo esta serie de los años setenta en las televisiones de pago…

(1) https://blogs.deia.eus/el-paseante/2019/04/27/la-casa-de-la-pradera-electoral/


BICICLETOLOGÍA ( terugkomend uit Amsterdam)

En Amsterdam, y en general en los Países Bajos, la bicicleta es el vehículo legalmente prioritario, incluso por encima, literalmente, de los practicantes del camino de san fernando. Los y las ciclistas vienen y van en oleadas suaves, sin casco ni equipamiento deportivo alguno, y por supuesto, sin ningúna prótesis eléctrica y/o electrónica.

Estas bicicletas, que no son precisamente para el verano- se les puede ver paraguas en mano- transitan regularmente por los carriles- bici, que son anchos y están muy bien señalizados. De manera que, aunque hay que mantener un a modo de atención latente permanente, como si se quisiera psicoanalizar al personal bicicletero, no resulta previsible que aparezca nadie por la acera en una esquina como si de una revuelta o un cambio de rasante del Giro d´Italia o del Tour de France se tratara.

El tú-a-tú entre el peatón ( y la peatona, of course, if necessary) y el ( la) ciclista, resulta así un baile de concertación y concentración entre individualidades con derechos ( algunos, hasta humanos) sólo comprensible por la aceptación de la existencia de un fondo de armario ideológico protestante que suaviza en última instancia la jerarquía casi hasta extremos impertinentes: no hay nada que discutir, pasa el que puede, avisados todos ( y todas , of course, newly) por los oportunos timbrazos.

En fin , que se puede concluir que esta bicicletomanía tan apurada puede también considerarse una bicicletología que informa el carácter radicalmente democrático, casi asambleario, de un lugar en el que la Reforma tuvo a bien ponerlo todo patas arriba yendo más allá que lo que quería el Roterdoramo y que anticipó ya antaño, por la vía de la libre interpretación , esta sociedad horizontal y mediática de hogaño .

De aquí, otro sí, la dificultad básica afuer de metafísica, de que este modelo de circulación bicicletil pueda ser implantado en tierras de tradición católica , pues la tendencia jerárquica absolutista llevará a que el bicicletero ( y la bicicletera, if necessary) hagan de su capa un sayo, vistiendose de post-modernos sin haber sido modernos, y campen a sus anchas cometiendo el pecado de ser más papistas que el papa, mientras los mílites locales observan con rigor el techo de los coches patrulla de los que , dadas las conocidas dificultades ad hoc , apenas pueden salir sin muscular quebranto (¡ O tempora, o mores, hasta cuando tendremos que soportar a los incompetentes del ramo!)

ARQUÍLOCO ( ¿o la abstención como huída?)

Una lectora, a lo que se ve culta ( por las referencias) y que responde al nombre o nick de Miren, me ha enviado esta nota que reproduzco porque da una visión un poco diferente del día de hoy:

«Todos los llamamientos que he escuchado a lo largo de esta campaña electoral han sido para votar. Para votar a los grandes partidos estatales, supuestamente constitucionalistas, o a sus hijuelos pródigos ( y también a uno sietemesino), o a aquellos partidos nacionalistas periféricos que tanto pueden condicionar el futuro gobierno español.
Incluso un grupo de artistas y escritores mayormente madrileños, ha llegado a proclamar en un manifiesto que » hay que estar alerta contra la abstención, porque, como el centro, es de derechas».
Nadie, sin embargo , ha recordado la opción del voto en blanco que tanto le gustaba a José Saramago por ser una forma de abstención activa.
Y es que probablemente, y más dadas la circunstancias , no vale sino el voto que es contablemente útil.
Pues al cabo las elecciones lo son siempre de un Estado, mayor o menor, global o local , y la Estadística ( es decir, la Ciencia del Estado) articula su monopolio de la violencia legítima en este caso democráticamente ( Max Weber.Y es que, en última instancia, lo que se dirime, al menos políticamente, es el reparto de esa violencia, una vez legitimada.
Y sí, dan ganas de votar y muchas , si se desea inclinar ese reparto decidídamente hacia algún lado- – y en mi caso, lo tengo claro- …Pero también de no hacerlo, abandonando, como Arquíloco, el escudo democrático, por miedo o por sabiduría, para huir ya sin peso alguno en medio del fragor de la batalla de tanto macho y marimacho…»


LA CASA DE LA PRADERA ( electoral )

La casa de la pradera

Nunca pude seguir  La casa de la pradera, aquella serie televisiva que contaba las andanzas de la familia Ingalls  en su peregrinaje por el oeste americano.

Los personajes  y las situaciones me resultaban tan acaramelados que no  los soportaba mi incipiente realismo  tardo- franquista.

Ahora resulta que, según se ha publicado,  la novela autobiográfica  original sobre la que se hicieron los guiones de esta serie , escrita  por Laura Ingells, la hija menor,  omitía aspectos bastante sórdidos  cuando no brutales ,como varios intentos de violación y palizas de un malhumorado  padre que no se parecía  en nada al bonachón Michael Landon.

Como se puede deducir de lo anterior, el edulcoramiento  que se pretendía se correspondía  intuitivamente a mi rechazo general básico

Y sin embargo, en  estos días,  no han  cesado de llegar propuestas que  pretendían sonar a un capítulo de La casa de la pradera, con sus apologías azucaradas de la familia de siempre , el municipio policial  y el sindicato domado ,  y otro sí , con apelaciones vocingleras a la unidad de destino en lo universal bajo viejas banderas … Propuestas que a mí más bien me han recordado  al  laberinto tosco y oscuro  de La casa de los horrores de una feria provinciana, muy , muy provinciana…

25 DE ABRIL ( de 1974 )

A las 00:25 horas del 25 de abril de 1974, Radio Renascença transmitió la canción » Grândola ,Vila Morena «. Poco despues de las cinco y media de la tarde , Marcelo Caetano, último representante de la dictadura salazarista ,se rindió ante el general Antonio de Spinola. La revolución de los claveles había comenzado en Portugal.

Al poco tiempo, Triunfo ,una revista clave de aquella época, publicó un número extraordinario sobre el cambio que se estaba produciendo en la vida política portuguesa, intentando establecer posibles correspondencias con lo que podría suceder en nuestros lares.

Quienes nos interesábamos por esta cuestión- y algunos hasta llegamos a viajar hasta allá para vivirlo en primera persona – el cambio tenía que ser de gran calado y en clave socialista cuando no comunista. Pronto nos dimos cuenta, sin embargo,de que se trataba de la simple revolución burguesa siempre pendiente en la piel de toro.

Pasaron los años y aquella expectación ante el Gran Cambio que tanto entusiasmaba a Kant fue cediendo. Cuando en el año 2000 , estando casualmente en Lisboa con ocasión de un congreso profesional , asistí al estreno de Capitaes de Abril, de María de Medeiros, la enorme sala de cine Sao Jorge estaba casi vacía…

Por aquí, la dictadura franquista pereció con el mismo Franco que murió en la cama en 1975, y luego vino lo que vino…Pero por aquel año ya se oía de voz en grito una consigna que se había acuñado en Catalunya : » Llibertat ,amnistia y estatut d’ autonomia!»

Una consigna que, conveniente actualizada, a lo mejor podría ser una base mínima de acuerdo para el futuro. Eso, sí, una vez que no se ceda a la provocación del insulto personal , la interrupción constante del oponente y el catastrofismo que, según George Lakoff (No pienses en un elefante. Lenguaje y debate político), son las principales características del estilo de la internacional ultra- conservadora, que la hay aunque no lo lo parezca…