IMPLOSIÓN (es)

Da la impresión de que el vocablo va a adquirir usos diversos y todavía más sorprendentes en las próximas jornadas.

La palabra de la semana ha sido sin duda, implosión, propulsada, y nunca mejor dicho ,por la tragicomedia del batiscafo Titan.

La RAE, en su primera acepción dice que implosión es la «acción de romperse hacia dentro con estruendo las paredes de una cavidad cuya presión es inferior a la externa».

Pero más ilustrativa que la definición canónica ha sido la explicación audiovisual de un físico titulado en la que se le veía apretando un huevo de gallina – uno de avestruz hubiera sido asaz anti-pedagógico-hasta hacerlo implosionar

Y la palabra ha tenido un éxito implícito y explícito, ambos dos insospechados.

Así , de manera explícita, La Vanguardia afirmaba en grandes titulares «Expertos occidentales creen que el Estado ruso ha entrado en un proceso de <implosión >», refiriéndose, of course, a la llamada «rebelión del Grupo Wagner», ese ejército mercenario siempre a la orden de su amo – …and the winner is…?

E implícitamente, ma non troppo, un célebre columnista sabatino, antes celebrado catedrático, dejaba entrever en El País la implosión de España ante «la ideología de género, la idolatría LGTBI, la alarma catastrofista ante el cambio climático, el panteísmo animalista, etc.»

Da la impresión de que el vocablo va a adquirir usos diversos y todavía más sorprendentes en las próximas jornadas en las que al caloret de la canícula se van a ir sumando los ardores – también de estómago – electorales.

Pero, entre tanto, querido lector, querida lectora, mon frère, ma soeur,te exhorto a probar el palabro, en modo sustantivo ,adjetivo o verbal , a ver qué pasa. Por ejemplo, en expresiones tipo «Y entonces se produjo una implosión y confesó que…» o «Tras oír aquello, quedó implosionada» , u otro sí, » A este paso vas a implosionar y tal…». Ya me dirás.

(c) by Vicente Huici Urmeneta

EL SUBMARINO (¿amarillo?)

«Casi me dan pena, pero no: son un epítome de la estupidez, y como tal deberían ser recordados» ( Aurelio Gutiérrez Cid)

El episodio del submarino Titan ,que ha desatado una búsqueda internacional por mar y aire – y un desenlace fatal – ,opacando informativamente el reciente naufragio de una nueva nave desbordada de inmigrantes, era un tema pendiente.

Pero he recibido estas líneas del escritor bilbaíno Aurelio Gutiérrez Cid (1971), autor de 18 bolas extra y Nueve loros y quince colibríes – un dechado de ironía y ternura – y me han parecido más que suficientes:

«Agonía premium extended»

Cinco millonarios aburridos de todo –podridos de opulencia- deciden que a 3800 m de profundidad van a tener una experiencia que les hará sentirse vivos.

Se meten en un minúsculo y carísimo submarino, que se hunde en las profundidades, para ver los restos del “Titanic”. Qué guay. Cool. Exclusivo. Sólo ellos pueden hacer algo así.

El caso es que el submarinito amarillito –como el oro- se estropea y se transforma en un ataúd con oxígeno para 40 horas.

Tratemos de meternos en la piel de estos desgraciados que lo tenían todo, y hagamos una teleserie sobre esos 2400 minutos de agonía, sabiendo que están solos y que se les va a acabar el oxígeno. Y no pueden moverse, solo pensar y hablar entre ellos, aislados del mundo.

Casi me dan pena, pero no: son un epítome de la estupidez, y como tal deberían ser recordados.

Ahora son super-famosos.

Pues eso , que diría Paco Umbral

LE TOUR ( de force?)

Falta poco para el uno de julio, y sería conveniente que Le Tour no se convirtiera en un Tour de force

«En el principio ya existía la Palabra; y la Palabra estaba junto a Dios y era Dios» ( Juan,1:1)… y en los lares colindantes esa Palabra, con todos sus atributos, ha sido TOUR.

El problema de cualquier palabra – lo hemos constatado tardíamente- es que al emerger como significante, al inscribirse en el diálogo social puede adquirir significados muy diferentes.

Y así , lo que , en este caso, para las instituciones tiene el significado del ya conocido posicionamiento postmoderno de una ciudad , de un pueblo o de una nación, para otros grupos sociales y profesionales puede tener el significado del momento adecuado, del kairós casi regalado, para plantear de frente sus aspiraciones.

Tal está ocurriendo desde hace unas semanas con la reivindicación de subida salarial y mejora de las condiciones de trabajo en el caso de un grupo de miembros de la Ertzaintza que ha arrastrado a los sindicatos tradicionales en lo que algunos y algunas están considerando un petit coup d´´´ etat .A ellos (y ellas) se ha sumado recientemente una convocatoria de huelga para los dos días anteriores al comienzo de la prueba ciclista en el sector de la hostelería ,pudiendo quedar desabastecidas las supuestas miríadas de visitantes al Grand Départ. Ya solo falta que el otro sector «en crisis» – el sanitario- decida sumarse a estas movilizaciones y desmovilizaciones.

Nada de esto hubiera ocurrido probablemente si en vez de confiar en la mera adhesión popular, los asesores oportunos hubieran mapeado- como se dice ahora – la situación , o por lo menos si hubieran tenido en cuenta aquellas palabras que puso Lewis Caroll en la boca de su polisemántica Alicia en el País de las Maravillas (1865) : «La cuestión es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes» .

Ahora sabemos que sí, que las palabras pueden significar cosas diferentes y que el significado es siempre pactado , sucesivamente pactado ,permanentemente pactado ( Berger y Luckmann: La construcción social de la realidad) ,y que ese pacto es un pacto al cabo político en su sentido más estricto , pues como respondió Humpty Dumpty a Alicia :»La cuestión es saber quién es el que manda… eso es todo», y el poder en una sociedad democrática es siempre una poder compartido.

Falta poco para el uno de julio, y sería conveniente que Le Tour no se convirtiera en un definitivo Tour de force

(c) by Vicente Huici Urmeneta

LISTAS ( ¿y programas?)

( Akira Kurosawa, 1952)

Un programa , en fin, que sea capaz de asumir que se puede – y acaso se debe- luchar también por un parque infantil…

Para comprender, casi en sentido weberiano, lo que está aconteciendo en los alfoces de la izquierda política de la pell de brau, quizá haya que volver a ver Sillas de montar calientes ( Mel Brooks, 1974), o recordar el cántico nada espiritual de aquel juego escolar que decía : «El que se fue a Sevilla , perdió su silla».

Pues la insólita y vergonzante lucha por las listas, en medio de vetos, reafirmaciones , condenas, y reververaciones de un caudillismo á la page, está desviando la atención de algo tan fundamental como EL PROGRAMA.

Sí, EL PROGRAMA, o sea, la «previa declaración de lo que se piensa hacer en alguna materia u ocasión» que dice la RAE, algo supuestamente necesario, todo modo, si en estas democracias que caminan silentemente hacia el iliberalismo, se quieren mantener al menos las formas – casi en el sentido de «¡No pongas los codos encima de la mesa!».

PROGRAMA, sí, y tanto más cuando la derecha extrema y la extrema derecha ya lo han proclamado de norte a sur y de este a oeste, haciendo algo tan fácil , simple , sintético y polisemántico como proponer deshacer todo lo hecho: «Diguen no!»- no sé que pensará de esto Raimon.

De hacerlo, y más vale que se haga cuanto antes, y a pesar de que ya será mucho si llega a los arribes de la socialdemocracia, esta nueva izquierda se mostraría más efectiva apuntando hacia algunas micro-utopías toda vez que las grandes utopías heredadas del siglo XIX se han manifestado en su práctica realmente existente como tercas distopías.

Y en este sentido, sería de gran utilidad que apuntaran a lo que la sociedad civil pueda proponer, de manera que la clase política , a menudo tan olvidadiza, se viera condicionada por los mecanismos administrativos democráticos, y los funcionarios y funcionarias funcionaran asumiendo sus responsabilidades.

Azken batean, haur-parke baten alde ere borroka egin daitekeela onar dezakeen PROGRAMA

A tal efecto, sería recomendable que se visonara – como se dice ahora y no solo por pijos o cayetanos, oh my God!- aquel magnífico film titulado Ikiru de Akira Kurosawa( 1952), en la que un funcionario público que arrastra una vida monótona y gris, sin hacer prácticamente nada, decide por fin «cumplir» en su reducido ámbito de competencias. Y si no es posible ver esta ya vieja película, ahí está un remake genial de Oliver Hermaus ( 2022), titulado Living ,en la que un veterano funcionario de la Gran Bretaña de los años 50, enterrado bajo el papeleo de la oficina, pone al cabo todo su empeño, de un modo sorprendente, en apoyar a unos vecinos y vecinas que quieren construir… ¡Un parque infantil!

Así que PROGRAMA, sí. Un poco como repetía Julio Anguita- ¿Un comunista? ¡O my God!: «Programa, programa , programa». Pero un programa que contemple transformaciones en la vida cotidiana, en la atención a la salud, en la implementación de la educación o en la concienciación de la utilización del agua y de los recurso energéticos, pero que encuentre su lugar entre la ciudadanía con la complicidad efectiva de la administración, más allá y más acá de la política gestual que solo pretende posicionarse posicionando su aldea, para garantizar una oportuna reeleción.

Un programa , en fin, que sea capaz de asumir que se puede – y acaso se debe- luchar también por un parque infantil

(c) by Vicente Huici Urmeneta

ARDE (¿todo?)

¿Todo arde? Pero,¿qué está ardiendo exactamente ?

Al ambiente canicular que se ha adelantado- ¿ por el cambio climático?- se están sumando calorets diversos , macropolíticos, minideológicos y prepostlaborales.

Así, el número de arúspices sobre lo inmediato político no cesa de crecer, intentando algunos , como Ignacio S´ánchez Cuenca ,dilucidar el futuro según la lógica académica más aquilatada y avezada , y otros, como Iván Redondo ,recurriendo a metáforas sorprendentes en el límite de lo esotérico : la Derecha ya es derecha extrema y extrema derecha a punto de compartir tálamo( y diz que hipotálamo), la Izquierda es una selva con mucha leona sin Rey León, y el Centro, bueno, el Centro en realidad ( dicunt) no ha existido nunca más allá de algunas siglas circulares…

De las profecías anteriores se inducen/ deducen trasvases ideológicos mayores que los pantanos que solía inaugurar S. E. in illo tempore. Las afinidades se desdibujan a pesar de que parecen más selectivas: la socialdemocracia se subdivide una y otra vez entre Socialismo y Democracia; la Democracia Cristiana lleva tiempo abduciéndose a sí misma de particularista a generalista y ahora , en ocasiones, se reclama de Ratzinger y se desdice, con la boca pequeña, del pope argentino ,mientras el evangelismo negacionista y apocalíptico se reorganiza con armas y bagages ( Caesar dixit) allende el atlántico…

Entre tanto, el contexto está tan caliente que no hay ningún Leonardo Sciascia que pueda describirlo sin quemarse o que le quemen: se pide por las ondas que le corten las manos a un veinteañero que ha matado a botellazos a un colega de juerga nocturna, en las playas colindantes no hay duchas porque están en lucha, los representantes de varios cuerpos policiales están reclamando su lugar en unas negociaciones hasta hace poco impensables debido a un apriori identitario, los pensionistas siguen en la brecha callejera abriendo paso a la guía doméstica de manifestaciones varias señaladamente del mundo sanitario y social, cada semana cae una «manada» y «se excarcela a más violadores» ( sic) , y hasta jóvenes y jóvenas manifiestan su impotencia y angustia ante unas pruebas de acceso a la universidad que antes pasaban mayormente desapercibidas…

Sí, ciertamente, habría que ser eso que antes se llamaba un pol´ímata para ordenar, al menos discursivamente, todo lo anterior…¿Todo arde? Pero,¿qué está ardiendo exactamente ?

Dena erretzen da? Baina, zer ari da zehazki erretzen?

(c) by Vicente Huici Urmeneta

UN FANTASMA ( recorre Europa)

Un fantasma recorre Europa …Es el fantasma del ciclismo. Y no tiene nada que ver con el Giro o con Le Tour (¿o sí) pues es el fantasma del «cambio de ciclo». Desde el frío Norte y el caluroso Sur llegan nuevos vientos que se arremolinan en torno al Gran Toro de Osborne.

El cambio de ciclo que se anuncia dice articularse en la Libertad, primer atributo revolucionario, «pues ya ha habido demasiada Igualdad y suficiente Fraternidad ( y desbordada Sororidad)».

Se trata , conceptualmente, de una Libertad Sin Ira por mucho que se manifieste iracundamente mezclando churras , merinas y esas ovejas latxas siempre tan bien guardadas en un húmedo y oscuro redil.

Si el nuevo ciclo comienza se procederá a un buen «cepillado» de las autonosuyas, bajarán los impuestos, se implantará el «cheque escolar», se privatizará (más ) la Sanidad desapareciendo la atención primaria , las residencias de la cuarta edad quedarán en manos de las grandes empresas constructoras (?), se prolongará la edad de jubilación , se ofrecerán mini-jobs a los pensionistas y trabajos precarios a la juventud ( ¡ Ah qué nostalgia del mileurismo!) ,el transporte público circulará según los criterios de rentabilidad de las concesionarias, proliferarán los bares y hoteles multinacionales para atender a la turistada ,gentrificando las ciudades entre los orgasmos sostenidos de las autoridades con mando en plaza, el Athletic de Bilbao comenzará a contratar brasileños… Y los patinetes circularán por tierra,mar y aire…¡ Comunismo o Libertad!

Entre tanto, la Inteligencia Artificial (IA) irá decidiendo libremente si somos o no demasiados en este mundo (diz que ecológicamente inmundo) o si algunos (o algunas) podríamos ser retirados por un nuevo blade runner global y algorítmico, o bien sustuituidos por una tanda de implantades cerebrales de la cuadra de Elon Musk…

Un fantasma recorre Europa …Es el fantasma del ciclismo. Desde el frío Norte y el caluroso Sur llegan nuevos vientos que se arremolinan en torno al Gran Toro de Osborne… ¿Habrá que contratar a los Cazafantasmas?

ELECCIONES ( y funerales)

«Ya tan solo nos encontramos los días de elecciones o en los funerales» he oído nada más salir a la calle.

El barrio estaba muy animado, las terrazas repletas y las calles casi intransitables. Ni parecía domingo ni de mayo.

Al cabo hemos llegado a la escuela en la que estaba ubicado el colegio electoral. En el ascensor, a mi izquierda una señora aparentemente rubia se quejaba a otra aparentemente pelirroja sobre su prótesis de cadera . A mi derecha un señor de traje y corbata le decía a la que debía ( de) ser su hija que ya tenía que tomarse el sintrom. Una vez superado este breve episodio de «dolorismo recreativo»- según Josep Pla- hemos podido votar.

A la salida alguien me ha tocado en el hombro y me ha dado un comunicado de la Asociación Abando Habitable y Saludable : dada la crisis de la empresa constructora encargada de llenar el vacío del agujero del que he hablado en varias ocasiones, se abre la oportunidad de una permuta que permita aparejar un jardín ,desplazando la mole arquitectónica que pretendía hacer la Diócesis a un lugar más despejado y sine die.Leído el comunicado, he pensado que si como se sabe ,de sabios es rectificar, la nueva mayoría municipal incluirá esta rectificación en habiendo entre los ediles algún que otro sabio ( o sabia, of course).

La tarde ya va cayendo y la principal noticia está siendo el incremento de la abstención. Si se confirma, los votos se reorganizarán algorítmicanente y habrá sorpresas. ¿ Estaremos ante un cambio de ciclo político? ¿ Por quién «doblarán las campanas», Ernest? ¿ Habrá más elecciones? ¿ Habrá más funerales?

No lo sé, pero por si acaso he dejado en la mesilla de noche mi viejo, manoseado y subrayado ejemplar de El Gatopardo

[Maiatzak 28, arratsaldeko zazpietan idatzirik]

MINIMA MUNICIPALIA ( de los agujeros urbanísticos)

Y si quienes tiene en su mano la posibilidad de alzar la vara de mando muestran su entusiasmo por crear más ciudad – a veces simples acumulaciones de ladrillo- y se desentiende de cuidar mejor la realmente existente ¿ qué podemos esperar cuando reclaman de nuevo el voto?

Pues que no hay dos sin tres y «a la de tres va la vencida» , esta es y será la última columnilla de minimis rebus municipiis, al calor de estas elecciones que parecen tan definitivas.

En mi barrio hay un gran agujero del que he hablado ya en muchas ocasiones y desde perspectivas diferentes pues da y daba para largas y profundas meditaciones físicas y metafísicas. En ese gran agujero antes había un edificio de tono colonial con dos grandes palmeras y un patio no muy bullicioso que permitia respirar a las manzanas colindantes y sobre todo llenar de luz a una escuela pública situada à côté de.

En circunstancias al menos conspicuas – algunos vecinos y vecinas hablan directamente de «pelotazo» urbanístico – hace tiempo entraron las escavadoras y los camiones y arramblaron con todo lo habido y por haber. Se suponía que la Diócesis ad hoc– como propietaria de la parcela- iba a construir un macroedificio subsumiendo entre sus paredes todos sus institutos e instituciones.Luego se habló de compartir edificación con una clínica que financiaría parte de las obras y finalmente todo parece haber quedado por ahora en agua de borrajas, ante la subida generalizada de precios- tambien de materiales edilicios- ocasionada por la Guerra de Ucrania y las sucesivas crisis y abduciones de la empresa constructora.

Lo más curioso de este caso es la cara de póquer permanente que han adoptado al respecto las autoridades municipales mientras facilitaban una recalificación del terreno implicado cuanto menos discutible o insistían en el carácter privado de la operación , desoyendo sistemáticamente – y a veces ocultando proactivamente – las protestas de una gran parte de la ciudadanía del entorno, como si no fuera con ellas eso que pomposamente se denomina «ordenación del territorio».

Y si quienes tiene en su mano la posibilidad de alzar la vara de mando muestran su entusiasmo por crear más ciudad – a veces simples acumulaciones de ladrillo- y se desentiende de cuidar mejor la realmente existente ¿ qué podemos esperar cuando reclaman de nuevo el voto?

MINIMA MUNICIPALIA ( de las subcontratas)

Se trata de que esta moda de la privatización de los servicios públicos tan del gusto de la derecha neogótica y de la socialdemocracia democristiana, cumpla con los requisitos mínimos exigibles , es decir que continúen siendo servicios aunque ya no sean públicos.

Como no hay dos sin tres , no hay una sin dos, así que ahí va la segunda columnilla de minimis rebus municipiis.

Pues en una localidad que me resulta más próxima sentimentalmente que geograficamente, durante dos años la subcontrata que el Ayuntamiento había elegido para realizar las labores de limpieza ha estado en huelga con la consiguiente acumulación histórica de basura. Ante las protestas de la ciudadanía, y sobre todo de las familias que no querían enviar a su prole a unas escuelas sucias y malolientes, las autoridades con mando en plaza han respondido que se trataba de una cuestión sindical y que no tenían nada que hacer…

Otro sí, en otra localidad más próxima geográfica que sentimentalmente, la subcontrata encargada del transporte público – la de la oferta más barata, dicunt– tiene al parecer unos horarios en función de su rentabilidad inmediata y para más inri, no acaba de ponerse de acuerdo con la subcontrata que a su vez gestiona los paneles informativos ad hoc , por lo que, en este caso, la ciudadanía no sabe a qué atenerse, sometida a la incógnita del algoritmo empresarial…

Y no se trata de «abordar el debate sobre lo público y lo privado» en medio de esos órdagos sucesivos que se lanzan fiéramente ( en francés es más expresivo, en su polisemia: fièrement) las fuerzas políticas en liza preparando una sucesión algo cansina de convocatorias electorales, pero apelando ahora a la familia, el municipio y el sindicato.

No. Se trata de que esta moda o tendencia de la privatización de los servicios públicos tan cara ( en italiano) a la derecha neogótica y a la socialdemocracia democristiana, cumpla con los requisitos mínimos exigibles , es decir que continúen, please, siendo servicios aunque ya no sean públicos. Pues como decía George Clooney en aquellos famosos anuncios: WHAT ELSE?

MINIMA (municipalia)

Y quienes farfullan pirotecnias multicolores sobre las bonanzas de su futuro buen gobierno durante las campañas electorales y en cuanto tienen el mando en plaza practican el gatopardismo más rancio, entusiasmándose con desembarcos de grandes cruceros y fabulosos eventos deportivos .

Vuelvo a estas escriturillas más por obligación que por devoción, pues siempre hay algo en la entresaca de «los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa» – que decía don Antonio Machado en boca de Juan de Mairena– que merece la pena ser consignado y más en estos tiempos de contienda electoral mínima.

Y lo hago intentando amagar a mi admirado Quim Monzó- de quien por cierto ando en la busca de su diálogo con Sergi Pamiés, otro grande entre los grandes, intitulado Si La Memòria No Ens Falla.

Y pues son dos anécdotas, dos, recogidas a diestra y a siniestra y que, a mi modo de ver, convendrían tener en cuenta los aspirantes a la regencia munícipe correspondiente.

Asín, y en primer lugar , el calvario relatado por una buena amiga a la que un par de individuos mal encarados le mangaron el teléfono móvil tras empujarla contra la persiana de un bar cerrado y hacerla caer al suelo.Pues bien, ya recompuesta, acudió a su compañía telefónica para anular todo lo anulable – que es bastante hoy en día- y le recomendaron cursar de inmediato una denuncia. Y en este punto comenzó todo.En el Juzgado de Guardia le hicieron saber que ella misma debía redactar la denuncia de marras y luego entregarla – ¡más vale que no se trataba de una violación o de un apalizamiento doméstico!- pero que en cualquier caso, no merecía la pena, pues al cabo toda la documentación se enviaría luego a la policía municipal.Armada de paciencia ciudadana, una vez presencializada en la comisaria de su distrito, le comunicaron que no podían hacer nada pues «en aquel momento no había ningún instructor » y le recomendaron acudir a la sede de otro cuerpo policial de grado superior. Tras el consiguiente paseo, en esta tercera ocasión le atendieron con prontitud, pero tras firmar la denuncia constató que el número de turno había hecho de su capa un sayo y que había recompuesto la versión de lo sucedido en un párrafo proforma que decía lo siguiente: » No se ha percatado de la sustracción en el momento de producirse, por lo que no puede aportar otros datos sobre las circunstancias de los hechos»…

Y otro sí, el desasosiego de una vecina que tiene serias dificultades para dormir toda vez que el suelo de su dormitorio vibra alegre e insistentemente al son del tecno que pone una y otra vez el disc-jockey de un pub nocturno de moda situado tres pisos más abajo. Ha acudido en varias ocasiones al establecimiento en cuestión para protestar sin haber obtenido ningún éxito. También ha llamado ya muchas veces a la policía municipal, consiguiendo que una madrugada hicieran una medición de ruido , pero le comunicaron ipso facto que aquello «no valía para nada» si no lo hacían técnicos ( ¿de medio-ambiente?) del ayuntamiento. Pero, cuando ha requerido la presencia de los tales, desde las oficinas ad hoc le han informado que solo pueden acudir en su horario laboral que, por supuesto, no contempla los de un pub que abre a las once de la noche y cierra a las cinco de la mañana…

Es conocido el dicho de que «una golondrina no hace verano» y también aquel de que «donde manda patrón, no manda marinero», por lo que no debe tomarse el relato de las anteriores circunstancias como una desacreditación de los circunstantes.

Más bien todo lo anterior apunta a quienes farfullan pirotecnias multicolores sobre las bonanzas de su futuro buen gobierno durante las campañas electorales y en cuanto tienen el mando en plaza practican el gatopardismo más rancio dejando que todo cambie para que no cambie nada, entusiasmándose con desembarcos multitudinarios de grandes cruceros aunque algunos ciudadanos y ciudadanas no puedan dormir y ordenando a su policía que esté más pendiente de fastuosos eventos deportivos que de resolver con celeridad y eficiencia los problemas de cada día.

Pues eso, que diría un Umbral ,y no sé hasta cuando…Mínima municipalia…