LA ANORMALIDAD ARTÍSTICA ( y Rosa Regás)

Decía la polifacética Rosa Regás en una reciente entrevista que estaba de acuerdo con la afirmación del novelista británico Jonathan Coe cuando comentaba que «los escritores son personas bastante anormales que sufren una enorme timidez exhibicionista» ( sic) y que ,en este sentido , son un poco raritos.

Esta calificación – que supongo se podrá extender a «las escritoras» ( y si no fuera así, pido perdón por adelantado) – no es muy novedosa toda vez que este a modo de excepcionalidad ha sido una constante en las reflexiones sobre el mundo artístico desde que Platón vinculó a sus practicantes a la tercera forma de locura en su diálogo Fedro hasta las consideraciones neurocientificas de hogaño que hablan de la crosmodalidad y pasando ,por supuesto, por la teoría de la sublimación de Sigmund Freud.

Ciertamente, en todas ellas se da cuenta, si se consuma , de una forma de integración en la sociedad diferente a la habitual, o si se quiere anormal por no normal. Pero ahora que estoy preparando una ponencia sobre la creatividad en estos tiempos digitales para un próximo Congreso, las aludidas palabras me parecen muy ajustadas y tanto más si al avatar de esta particular forma de socialización – que no debiera ser negada a nadie por mucho que se presente bajo formas un tanto exóticas o en el límite de lo patológico- tiene , por otro lado, la ventaja de aportar en sus producciones algunos matices sobre la realidad que otras personas más normales no son capaces de captar simplemente porque no lo necesitan.

Así, además, se cerraría el círculo de lo social- y con los deberes cumplidos- a pesar de que este tipo de acción social se experimente subjetivamente como una «ruptura estática de los límites» de la Norma, según ya avisó J. P. Eakin.

OTRAS LECCIONES DE CATALUNYA ( de la mano de Quim Monzó)


Quim Monzó
Quim Monzó

El escritor y periodista catalán Quim Monzó, más atento a lo estructural que a lo coyuntural – y nunca mejor dicho- ha publicado este fin de semana en La Vanguardia una columna titulada «Para no dar “mala imagen»

En ella comentaba que el Ayuntamiento de Salou ha prohibido recientemente las manifestaciones en las calles turísticas para no ofrecer “mala imagen” a los visitantes, ya que en los últimos años se han celebrado numerosos actos independentistas en el paseo marítimo. Se pretende así que los guiris- hay casi ochos millones de pernoctaciones- tengan “un destino vacacional tranquilo, acogedor y afable” (sic)

Continuaba Monzó diciendo que «Catalunya es un país que ha ido vendiendo progresivamente su alma al turismo» y abundaba añadiendo lo siguiente: «Municipios grandes y pequeños, cada uno en la medida de sus posibilidades, han ido agachando la cabeza ante este conformismo que muchos ciudadanos de buena fe consideran inevitable. Por los turistas se modifican planes urbanísticos. Por los turistas se presiona a los habitantes hasta expulsarlos de sus edificios, con el fin de poner más y más hoteles. Por los turistas los barrios se gentrifican . Con los vecinos expulsados, los restaurantes de toda la vida tienen que cerrar, lógicamente, porque los guiris quieren o bien chorradas hipsters o, los más atrevidos, presuntas paellas con sangría. Conocer el país les importa un rábano. Ellos quieren visitar lo que han visto en las fotos de las revistas, los catálogos turísticos y las redes».

Si he transcrito el párrafo anterior es porque cada frase es insustituible en el estilo directo, sabio y a la vez irónico de Monzó, digno sucesor de un Josep Pla pasado por otro mirada.

Y, además, lo he hecho porque cuando se afirma que «tras Catalunya, vendrá Euskadi» y se contesta que «Euskadi va por otro camino», ambas afirmaciones no suelen contemplar un trasfondo más allá de lo político coyuntural.

Y sin embargo…¿Estamos también por estos lares comenzando a vender el alma al turismo? No lo sé. Pero cada vez hay más hoteles y restauradores de firmas multinacionales, en algunos bares típicos los pintxos – que han comenzado, por cierto a llamarse tapas – llegan de la mano de algún que otro polimorfo catering…Y a algunos les empiezan a molestar las manifestaciones de cualquier tipo, sean las de los obreros del metal o las del profesorado de la concertada, mientras se mueren de gusto dejándose invadir y ocupar por todo tipo de festejos deportivos o musicales – diz que internacionales – aunque, Oh my God!, se colapse la normalidad de la vida cotidiana…

LAS CIENCIAS ( y las conversaciones de cafetería)

Todavía hay mucha gente , y no precisamente inculta, que no pone en duda un diagnóstico médico- aunque cada vez la hay más que sí, por la influencia nefasta de Internet- pero que muestran sus grandes dudas sobre un análisis histórico o sociológico.

Y así, algunos y algunas que no se atreverían a discutir por ejemplo sobre un «lupus eritematoso sistémico» se lanzan a pontificar sobre tal o cual acontecimiento histórico sin tener en cuenta lo concluído por la investigación histórica, tildándola de siempre partidista.

Esta contraposición entre las ciencias-propiamente-dichas ( como la Física, la Química, o la Biología por más abundar) y las otras-ciencias  ( como la Antropología, la Historia , la Psicología o la Sociología) ya fue asumida metodológicanente por Max Weber que diseñó una nueva conceptualización para las Ciencias Sociales y Humanas, y a ella se han sumado desde los años veinte del siglo pasado nuevas aportaciones como las de Karl Mannheim, Maurice Halbwachs, Fernand Braudel, Eric Hobsbawn, Agnes Heller, Michel Foucault o Pierre Bourdieu, en una larga lista que sería difícil y hasta aburrido enumerar.

Todas ellas garantizan hoy en día unas investigaciones rigurosas y «libres de valores», aún sabiendo que los seres humanos no son átomos ni estrellas, ni tampoco sólo animales.

Pero, abducida la fe en la verdad religiosa por la fe en la filosofía y esta última por la fe en la ciencias-propiamente-dichas , creen algunos y algunas que las verdades de estas ciencias son inamovibles e indiscutibles, cuando son las menos verdadosas por más cambiantes al albur de la investigación empírica. Y acaso por ello, la secreta inseguridad que les causa esta última condición, toma su catarsis en la máxima condena que se puede hacer a una práctica científica que es el ninguneo.

De tal modo que de la misma manera que más o menos aceptan que no se puede ejercer la Medicina o la Biología sin una preparación profesional, consideran que pueden practicar la Historia o la Sociología «sin más» y «en plan de» ,y por su cara bonita, interviniendo en los debates con argumentos sacados de conversaciones de cafetería, y alterándose lo suyo si alguien osa llevarles la contraria…

PETER HANDKE ( o el lento regreso hacia el Premio Nobel)

El escritor austriaco Peter Handke ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2019.

Para quienes desde los años noventa del siglo pasado hemos destacado su obra como una alternativa a la narrativa vigente, el premio ratifica su contribución a la Historia de la Literatura, atribuyéndole ya para siempre la condición de clásico.

Por lo que a mí respecta, he de reconocer que su apuesta por un tratamiento singular de lo espacio -temporal , su modelo narrativo no-novelesco y, por fin, las características y virtualidades de una escritura que no se plantea la mímesis o imitación alguna de la realidad, sino la construcción deliberada de una realidad lingüística paralela a la realidad fáctica, un tanto al modo de las teorías pictóricas de Cézanne, han sido los aspectos de su extensa obra que más sugerentes me han resultado.

Y así, poco a poco, he ido publicando diversos ensayos como «Peter Handke: una escritura de la duración»( Bitarte ,6, 1998), «Peter Handke: ¿sugerencias desde una narrativa anti- trágica?» (2000),“(D)escribir los espacios: lugares, umbrales y rutas en la obra de Peter Handke» (2001)  y hasta una larga reflexión en euskera titulada “Peter Handke: intriga gabeko narraziorako idazkera berria” ( Hegats, 35, 2004).

Entre tanto he participado en varios coloquios sobre la obra del escritor austriaco, destacando entre ellos el celebrado en el centro Arteleku de San Sebastián en un ya lejano 1998 – Patrias intempestivas. Heterodoxias, coordinado por José Angel Artetxe – donde presenté la ponencia “Peter Handke: otros tiempos, otros espacios” que reunía gran parte de las anteriores evocaciones. Incluso durante una década fui el responsable de la página en lenguas romances de la web internacional dedicada a Peter Handke, excelentemente dirigida por el ya fallecido Michael Roloff desde Seattle (USA).

Como suele ocurrir- y ya avisaron al respecto y respecto de los artistas y creadores tanto Roland Barthes como Pierre Bourdieu, desde perspectivas muy diferentes – algunas intervenciones de Peter Handke más allá de ámbito de la literatura fueron sorprendentes o incluso tan incomprensibles como incomprendidas: tal fue el caso de la defensa de la causa serbia en la guerra de la antigua Yugoslavia o, más recientemente, sus declaraciones a contrapelo sobre la cuestión catalana, con ocasión de su doctorado honoris causa en la Universidad de Alcalá de Henares.

Pero también como siempre, sería bueno hacer valer aquí aquel dicho de “ Know the poem , but not the poet” . Y si así fuera yo me quedaría con su magnífica tetralogía inagural- Lento regreso, La doctrina del Sainte-Victoire, Historia de niños y Por los pueblos – con algunos de sus ensayos – Ensayo sobre el cansancio, Ensayo sobre el día logrado , y el reciente Ensayo sobre el lugar silencioso; con el magnífico Poema a la duración y, por supuesto, con sus agradecidos dietarios – El peso del mundo, Historia del lápiz , Materiales sobre el presente y Ayer,de camino.

Es de esperar, en fin, que un premio, y más si es el Nobel de Literatura, contribuya a promocionar la lectura de la obra de Peter Handke y a comprender mejor la intención de su apuesta literaria.



EL PATRIMONIO PERFORMATIVO VASCO( una propuesta de Alberto Santana)

«No hay ninguna larga tradición que impida que las mujeres desfilen como soldados en los alardes del Bidasoa». «Suponer que el traje de los arrantzales ha estado desde siempre confeccionado con la tela del azul de Bergara, es mucho suponer». » Hablar del simbolismo profundo de la ezpatadantza puede ser muy superficial». «Pensar que los joaldunak de los carnavales de Ituren no tienen parangón, significa no haber viajado mucho…»

Estas o parecidas frases salpicaron la conferencia inaugural de las X Jornadas Europeas del Patrimonio, organizadas por la Diputación Foral de Bizkaia y coordinadas por Aintzane Egilior.

Las pronunció Alberto Santana, historiador, funcionario de la mentada institución , profesor del centro UNED-Bergara y conocido divulgador cultural ,sobre todo por su programa Una historia de Vasconia, producido por EITB.

Contra lo que pudiera parecer, las anteriores afirmaciones no se hicieron en vano sino que fueron puntualmente legitimadas por las correspondientes menciones a investigaciones históricas y antropológicas.

Aún así, desterrar globalmente la idea de unas tradiciones-que-no-datan y que cierran más que abren sentimientos comunitarios, no fue la intención directa del profesor Santana, pues aportó la clave de la bóveda de su master-class, exponiendo el concepto de Patrimonio Performativo.

El Patrimonio Performativo es, desde su punto de vista teórico, la actualización constante de los usos patrimoniales – música, danza, vestimentas,etc – manteniendo fundamentalmente los vínculos espaciales que son los que afincan las costumbres y resuelven la creatividad social, sin que sea de gran importancia lo que los nuevos tiempos incorporan como paisanaje: de aquí , por ejemplo, su oposición a que esos usos se desterritorialicen, llevando , por ejemplo, el
Zanpantzar navarro a las calles de Bilbao.

En este sentido, en su excelente exposición no estuvo muy lejos Santana de mencionar aquellos párrafos de Las formas elementales de la vida religiosa, de Émile Durkheim, en los que el sociólogo francés reconocía el valor de la efervescencia colectiva de las fiestas y celebraciones en la constitución del sentimiento de comunidad. Un sentimiento de comunidad que no tiene porqué estar vinculado al sentimiento de identidad, y todavía menos al de identidad excluyente, ni de etnia, ni de idioma, ni de género.

En fin, ya quisieran otros lugares de la piel de toro tener entre su intelligentsia, a activos como el profesor Alberto Santana que contra viento y marea- y a veces los vientos han sido muy fríos y las mareas muy altas- es capaz de estudiar y hacer revivir el patrimonio no como algo definido para siempre por intereses espúreos sino como la transmisión de una forma de hacer comunidad que se va transformando con el transcurso de los años…


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LA FÓRMULA DE LA LITERATURA ( según Iban Zaldua)

Dentro de la programación del Ja! Bilbao 2019- Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor que por cierto cumple su décimo aniversario, Iñigo Astiz entrevistó ayer al escritor Iban Zaldua.

Quienes franqueamos el dulce filtro del euskera- algunos asistentes no suficientemente avisados hubieron de marcharse – y aprobamos el difícil test de un aire acondicionado siberiano, pudimos disfrutar de un jocoso intercambio de ironías tan bien soltadas como abatidas.

Y como suele ocurrir en estas tenidas, entre risas y sonrisas aparecieron verdades como puños que decía El Poeta, y de las que me quedé con dos.

La primera, una fórmula que pintó Zaldua en una pizarra ad hoc y que resolvía por la vía matemática la cuestión de la literatura. Y era esta la siguiente:

Literatura=
(Idazlea+lana+editorea) x irakurlegoa
/ kritika

O sea la Literatura igual al sumatorio del Escritor más la Obra más el Editor, multiplicado por los Lectores y dividido todo ello por la Crítica : haga el lector o lectora , mon semblable, mon frère ( y ma soeur, of course), su simpático y personal cálculo al respecto.

Y otro sí, y en segundo lugar, y referida a la literatura en euskara, la propuesta de que everybody se convierta en escritor en lengua vernácula para así incrementar el lectorado, ya que los animales de pluma de estos lares tan sólo se suelen leer entre sí mismos : Y yo que me pregunto sotto voce ¿ocurrirá también este fenómeno entre los lletra-ferits dichos «de provincia» que escriben en castellano?

Y, sin más y sin en plan de, y ateridos/as pero gozosos y gozosas, salimos a la Gran Vía a disfrutar de este templado otoño, recordando aquello de «La Asamblea de Majaras ha decidido: ¡ Mañana sol y buen tiempo!»

Pues eso, que diría un Umbral.


«LOS DEL METAL» (Oh my God!)

Cuando mi hija era pequeña, solía acompañarla a un parque infantil para que se divirtiera un rato columpiándose – si se respetaban los turnos- o tirándose por algún trampolín, a poder ser sin que ningún simpático chavalote se empeñara, parentibus ausentibus, en empujarla a base de patadas en sus minúsculos riñones.

Una tarde, mientras todo parecía estar en paz, vi a dos de esos simpáticos chavalotes zurrándose de lo lindo e inmediatamente me levanté para separarlos. Una mano me retuvo , la de mi compañero de banco, y tras mirarme de arriba abajo me espetó: «Ya se ve que no eres del mundo del metal». Y como no había practicado política de banco, me volví a sentar sin decir ni mú ( Hor konpon, mariaton!).

Me he acordado de esta anécdota porque estos días, en mis paseos cotidianos, he visto grandes manifestaciones de los trabajadores del metal escoltados por una presencia policial que más bien parecía propia del traslado de un arrepentido de la mafia o de una visita real.

Así que he llegado a la conclusión de que a estos trabajadores se les tiene verdadero miedo en las altas instancias, quizá porque son muchos ( algo así como 50.000 ) y quizá también porque pueden ser el último resto de una clase obrera muy combativa que ya ponía los pelos de punta a las autoridades desde principios del siglo pasado – al respecto basta con leer esa novela-documento titulada El intruso, de Vicente Blasco Ibañez.

Pues aquella clase obrera, núcleo de la primera UGT, estaba especializada en , como se dice ahora, «destruir el mobiliario urbano» a base de cargas de dinamita que se tiraban a diestro y siniestro, y sólo se la podía parar a base de tropas enviadas desde Madrid, y ni aún así, como consta en los anales de la Historia.

Las cosas han cambiado, desde luego. Mayormente porque ahora la destrucción del mobiliario urbano se realiza ordenada y legalmente, como por ejemplo con la ablación arquitectónica de algunos edificios (1) – «A algunos arquitectos habría que ahorcarlos» dicen que dice el cruel e ignorante populacho – pero el imaginario persiste y quienes no son «del mundo del metal» harían bien en enterarse de que lo que pueden hacer hoy estos trabajadores por sus reivindicaciones es infinitamente menor a quienes seguían a Facundo Perezagua o, luego, a la Pasionaria.

Any way ,cuando vuelva a ver otra masiva manifestación – la cosa va para largo – prietas las filas entre banderolas y pancartas, y entre corchetes azules, creo que no podré evitar exclamar hacia mis adentros : ¡Cielos ,»los del metal» Oh my god !

(1) Exprimir el espacio urbano- ARQUILECTURA

MANU LEGUINECHE ( o la apología del periodismo)

«Y entonces, ¿Dios existe o no existe?» «No lo sé. Unos dicen que sí y otros dicen que no, pero yo sólo soy un reportero .Tendrá que preguntar a los de editorial, pero están en el piso de arriba…»

Esta anécdota salió a colación en el homenaje a Manu Leguineche celebrado en el Club Deportivo de Bilbao – que por cierto cumple su 125 aniversario- de la mano de la Asociación Vasca de Periodistas.

La contó Mariano López, director de la revista Viajar, para resaltar el modelo de trabajo del periodista de Arrazua que , inspirándose en palabras de Heródoto , escribía historias para hacer Historia, yendo directamente a los lugares de los acontecimientos y escuchando con detenimiento todos los testimonios posibles .

Por su parte, Javier Martín Domínguez, corresponsal internacional y realizador de cine y televisión, definió a Leguineche como el mejor periodista español de la segunda mitad del siglo XX, resaltando su capacidad para hacer reflexionar sobre lo próximo a partir de lo lejano. Y también como un vasco siempre oculto en su exilio interior, amigo de sus amigos , forofo del Athletic ,de la buena comida y del mejor humor.

Maestro de periodistas, sí, pero también el jefe de una tribu- insistieron ambos contertulios – de profesionales que se caracterizaron por su independencia y su espíritu crítico ,tan difíciles hoy de encontrar en nuestros lares.

Para quien esto suscribe, El camino más corto fue un gran descubrimiento que lograba enhebrar buen reportaje y buena literatura, aunque fue con El club de los faltos de cariño, escrito en su retiro en Brihuega, donde se reveló que un excelente periodista no tenía porqué ser, a pesar de su cariacontecido pronóstico, un mero esclavo de las tres D: divorciado, depresivo y dipsómano…

PROMOCIONES ( de novilleros y «lletraferits»)

Según me han comentado, en los años cuarenta (del siglo pasado) existía un singular sistema de promoción del arte de la tauromaquia, en la hoy tan desfallecida Plaza de Toros de Vista Alegre, de Bilbao.

Así, los aspirantes al título de novillero o banderillero se presentaban en dicho albero ante un jurado compuesto por lidiadores, administradores y empresarios, y pujaban en tandas, llevándose el puesto quien más apostaba por sí mismo. El monto – que solía ser de unas quinientas pesetas por novillero y doscientas por banderillero- se devolvía a los interesados en entradas que debían vender o regalar a amigos y familiares. Asimismo , la elección suponía el préstamo del traje de luces correspondiente, así como de los utensilios toreros. De esta manera los aspirantes tenían la oportunidad de tener público y la ocasión de que algún ojeador presente en su actuación, les fichara para las fiestas y ferias inmediatas.

Me ha venido a la cabeza este sistema de promoción al recordar la irritación que he percibido en muchos lletraferits, escritores y escritoras amateurs, cuando se ha planteado la posibilidad de la autoedición ante la negativa recibida de grandes o pequeñas editoriales. Y sospecho que esto me ha ocurrido al comprender que quienes sienten tal irritación se suponen lo suficientemente aceptables , literariamente hablando, como para ser pagados y no paganos. Lo cual es mucho suponer en un mundo atravesado por un sistema literario muy consolidado en el que el binomio «calidad – número de ventas» suele estar equilibrado por una Crítica no siempre neutral ( todo esto ya lo explicó y muy bien Pierre Bourdieu en Las Reglas del Arte. Génesis y estructura del campo literario , 1997 ).

Pero aún así, quizá no vendría mal rescatar en este proceloso y complicado mundo de la literatura ( y del arte en general) aquel espíritu emprendedor de los novilleros y banderilleros mencionados que, de tan convencidos de su maestría incipiente, apostaban por sí mismos en aquellas viejas pesetas y en pública subasta…

GPS ( o el camionero perdido)

La semana pasada un buen amigo acompañó a su hija a una tienda que ya no existía pero que todavía figuraba en Googlemaps. Esta semana un camionero polaco ha quedado atrapado con su trailer de materias peligrosas en un camino rural tras seguir las indicaciones de su GPS.

No es la primera vez que ocurre ni lo primero ni lo segundo, pero como siempre lo anécdotico apunta a lo estructural que, en este caso, es la utilización cada vez más habitual de todo tipo de dispositivos electrónicos en nuestra vida cotidiana. Pues en efecto más allá de Facebook, Twitter, Instagran o Whatsapp, hay ya un sinnúmero de aplicaciones que supuestamente nos hacen la vida más fácil, siempre, eso sí, que tengamos conexión y cobertura.

Por supuesto, no se trata de adoptar una actitud ludita y tanto menos cuanto que la transformación es imparable, pero si acaso de parar un momento para ponerse a pensar qué ganamos y qué perdemos en todo esto. Lo que ganamos suele estar claro, pero lo que perdemos no tanto. Aún así cada vez es más evidente que nuestra atención es más dispersa – ya casi nadie aguanta un par de páginas de lectura- nuestra memoria , más a corto plazo -confiando en todos los repositorios a nuestro alcance- y nuestros movimientos menos libres, pues , por ejemplo los servicios ofrecidos algorítmicamente obedecen a intereses prefijados: nada más curioso que ver a los turistas-de-un-día buscando en Google lugares para comer o tomar algo que mayormente no son sino franquicias de grandes multinacionales.

Pero la suerte está echada y sólo nos podemos dar cuenta de lo mala que es cuando queremos visitar una tienda realmente inexistente o no podemos comprender – porque no entendemos un idioma- lo que nos gritan desde una caserío próximo para que no insistamos en continuar por un camino por mucho que se empeñe el GPS, que es lo que le ocurrió a ese camionero polaco…