Cataplineando al ciudadano

La cuestión no es, cómo proteger a las máquinas de los vándalos, sino a los ciudadanos de ellas.

Aunque estoy hasta los cojones de encontrarme en lugares públicos y privados incluidos hospitales y centros culturales máquinas expendedoras de productos nocivos para la salud y la infancia como chuches bollería industrial o refrescos de pobres que provocan diabetes obesidad úlceras caries que en el mejor de los casos no me devuelven el cambio que también las hay capaces de quedarse íntegramente el importe sin dar siquiera producto alguno por mucho que cuenten con la ayudita de la gravedad dado que gozan del inigualable privilegio de no contar con nadie que de ellas se haga responsable cuando de lo que se trata es de devolverte los chines por ella tragados mas cuenta con el lujo de su seguridad cuando los mismos se los usurpa a un ciudadano que sabe de sus derechos y no está dispuesto a seguir las cínicas y despreocupadas vergonzantes instrucciones que bedeles funcionarios oficinistas o securatas tienen a bien darte invitándote a llamar a tal o cual número de teléfono a tu coste para explicar lo sucedido a la empresa que se ocupa de su mantenimiento para que cuando venga a reponerla verifique tu denuncia y puedas recuperar vete a saber cuando si lo haces tu dinero pues bien aprendidita tiene este conjunto de mandaos que no es responsabilidad suya esa disfrazada tragaperras que tienen en su vestíbulo bien iluminadita salvo para percibir parte de los beneficios que genera y para intervenir en su defensa cuando la emprendes a patada limpia con ella para que caiga lo que has pagado más caro que en El Corte Inglés entonces si que intervienen y eso que acaban de decirte que no es su responsabilidad ni asunto suyo pero no para defenderte a ti como ciudadano sino para reprenderte tu incívico comportamiento impropio de alguien que haya ido a la escuela donde se aprende a obedecer y a aguantar quietecito sin chistar voy a ser fino en el título que encabeza estas líneas y evitaré a quien no quiera leer esta particular protesta saber que de continuo nos están tocando los cojones a los ciudadanos claro que hemos de reconocer que cada vez somos más huevazos en hacer valer nuestros derechos eso o nos los están hinchando bien.

2 comentarios en «Cataplineando al ciudadano»

  1. El consumo no es perjudicial ,es perjudicial cuando deja de ser habitual o esporadico para convertirse en una costumbre dependiente ,el consumismo ineditamente forma parte del Capitalismo y es parte escencial de el , pero que me dice usted estimado Nicola de esa destruccion de valores frente a esos grandes vacios y carencias por las cuales atraviesa nuestra humanidad ,entre ellos la ideologia social progresista que sin menos critica pasara a la historia como la gran hecatombe por la cual nuestra humanidad ha caido frente a ella y de rodillas ,solo mire a los paises de America ,centro ,el Caribe y sur America ,cuanta anarquia mafiosa autotitulada ,socialismo del siglo 21 ,Que dios nos ayude .

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