“Notó algo duro en su hamburguesa y sacó un rabo de rata” Este fue, el agradable titular con el que desayune el pasado 10 de diciembre mientras ojeaba en Benidorm el Diario Levante, el cual se hacía eco de la denuncia que el ciudadano José Moros interpuso a una cadena de hamburgueserías cuidándose mucho el rotativo de no informar a los lectores el nombre del establecimiento. Pero al buen entendedor le sobran esas palabras.
Digo que la noticia me agradó, no porque me alegre saber que el pobre hombre vomitara y tuviera que ponerle la antitetánica a su hija de nueve años, sino porque no es la primera vez que me ocupo de un asunto semejante, encontrándome siempre que, mis palabras procedentes de la experiencia particular ajena, escritas desde mi singular posición adversa, choca frontalmente con el irreparable daño causado durante años a los consumidores por la continua propaganda que las multinacionales del ramo se han ocupado de instalarles en sus cerebros haciéndoles impermeables a la crítica y refractarios a las evidencias, de modo que, nada puede hacer David contra Goliat, siendo lo normal que, la sana desconfianza que deseo sembrar en sus mentes hacia estas empresas envenenadoras, finalmente se vuelve en mi contra, quedando yo como exagerado, salido de tono o con una imaginación desbordante. Sin embargo, esta vez, cualquiera de ustedes, incapaces de tomarse la molestia de leer la magnifica obra de Eric Schlosser “Fast Food Nation”, al menos pueden ver la noticia en cualquier buscador y comprobar por si mismos que lo que digo es cierto, cosa que no estuvo en su mano corroborar cuando en un anterior articulo titulado “Hamburguesa con gafas” comenté lo que le sucedió a un amigo al encontrar un ojo en la hamburguesa, donde me explayé un poco más sobre estos temas.
Ahora, ya sabemos cómo estas multinacionales del picadillo y casquería consiguen ofertarnos su hamburguesa de primerísima calidad tan ¡barata! De lo contrario, no se explica que con el amplio margen de beneficios que obtienen sus ejecutivos, teniendo que pagar los ínfimos sueldos a sus esclavos, los impuestos a los cómplices del Estado, el transporte de la basura y por supuesto la publicidad que mantiene callados a los medios, puedan anunciar como lo hacen que, en sus establecimientos se puedan comer hamburguesas a 1€.
De pequeño, los mayores comentaban que, antiguamente, había que tener fino el oído y prontas las piernas cuando se transitaba por las calles de la ciudad, pues desprovistas las casas de una buena red de saneamiento se aliviaban las necesidades por ventanas y balcones al grito de ¡agua va!, cuando lo que iba era de todo, menos agua. Algo parecido sucede en estos conocidos locales cuando dicen despachar carne de vacuno de la mejor calidad, a un precio asequible para la escoria que acude a ellos ansiosos por hacerse con un buen bocado de las proteínas que comenta el antropólogo M. Harris, y que bien podrían servirlas al grito de hamburguesa ¡va rata!.
Ummmmmm………..Ratas…………
Señor Lococo, eres un mal pensado……..Siempre estas con la paranolla de que si vas al mc donals o burguer te van a poner rata, que si vas al telepi te van a escupir en la pizza o que si vas a un bareto a comer un bocata de tortilla se les va a caer al darla la vuelta y aun asi te la van a meter entre pan y pan…….
vamos a ver, tu sabes lo que cuesta cazar una rata? yo si, si no no estaria gordo……pues es chungo pillarlas, una rata pesa unos 250 gramos, es decir, necesitas 4 para juntar un kilo……en los supermercados tienes un kilo de carne picada por 5 euros, comprandola en grandes cantidades la sacaran mas barata, osea una rata les ahorraria 1,25 euros…..
Van a ser tan cernicalos de cazar ratas para ahorrarse 1,25 euros la unidad? cuesta mas cazar la rata que lo que se ahorran……
ademas tb hay q tener en cuenta el probable fraude….meter algo uno mismo para denunciar y/o con la bronca irse sin pagar…..