Inocencia y debilidad en el Estado de Derecho

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Hace décadas, dominada tengo la inspiración para mantenerla cuanto desee. Empero, no tanto todavía como para que me venga a placer en tiempo y hora. Por ello, con un día de retraso sobre el calendario previsto, les hago partícipes de esta jocosa reflexión para que, de ahora en adelante, entiendan mejor dos manidas expresiones del mundo de la abogacía “ En España, todos somos inocentes, hasta que se demuestra lo contrario” y “Para el débil es mejor que haya un Derecho defectuoso que la ausencia de derecho”.

De pequeño, fui mal estudiante académico. Pero, curiosamente, mi índice de aprobados fue muy superior cuando eran otros los que me examinaban. Yo siempre que me he probado ¡He suspendido! En consecuencia, arrojo esta piedra libre de pecado, toda vez he confesado ser tan débil como el que más. ¡Es más! Me encantaría haber sido más débil cuando tuve la oportunidad y estoy dispuesto a demostrarlo si Ustedes me probasen en algún puesto público al cuidado de los bienes comunes, dejando para otros eso de velar por el Bien General demasiado abstracto para mis propósitos morales.

La fuente del Derecho no es la Justicia, ni la Verdad, como cree la pobre gente. Es la Fuerza que cada cual pueda imprimirle. Leyes, Decretos o Constituciones, no son otra cosa que puñetazos, patadas y golpes, propinados entre papeles por las clases dirigentes, para ver quien ataca o se defiende mejor en violentar la papiroflexia. Pero, “si la fuente del Derecho no es la Verdad ni la Justicia, estas al menos serán su fin” suponen los ingenuos. Bueno, es posible que en nuestros Tribunales la Verdad y la Justicia encuentren su fin, ciertamente. Pero dudo mucho que el objeto del Derecho en España sea hacer Justicia o esclarecer la Verdad. Si su fuente es la Fuerza, su finalidad no es otra que ejercer la violencia para mantener la Paz social haciendo creer a la población que hay Derecho, cuando la realidad cotidiana de los hechos evidencia que no lo hay.

En consecuencia, hoy 28 de diciembre, yo Nicola Apóstol de los más débiles que quepa imaginar en la faz de la Tierra, quiero dar las gracias al Estado de Derecho que gozamos en España donde todos los miembros de la Familia Real, incluidos los ilegítimos reconocidos o por reconocer; la entera Clase política sean Presidentes, Ministros, Consejeros, Congresistas, Senadores, Alcaldes, Concejales, Altos Cargos designados a dedo de Organismos Oficiales Estatales, Autonómicos o municipales, Secretarios generales de su Partido, simples militantes; el gremio financiero al completo el Banquero, fuerte inversor, Gran Accionista, Director de sucursal, sencillo oficinista a pie de ventanilla, hasta el cliente ahorrador en las Bahamas; cualquier Gran Empresario, Gran Industrial, Gran Comerciante, Gran Hostelero; la judicatura por descontado, jueces del Supremo, del Constitucional, de lo civil y lo penal, del tribunal de Paz, con su corte de Abogados criminalistas, bufetes económicos, Fiscales, Procuradores y Notarios del Reino; el mundo del deporte en su conjunto, todos los Presidentes de Clubes, jugadores de élite, entrenadores, Patrocinadores; todos los magnates de la prensa, Directores de Periódicos, periodistas, entrevistadores; todos los artistas de la SGAE; en definitiva, todos, absolutamente todos ellos y cuantos haya dejado de citar, son inocentes…hasta que se demuestra lo contrario.

Gracias al Estado de Derecho, los más débiles podemos beneficiarnos de vivir en España sin temor a ser sorprendidos in fraganti por la Sociedad. Y de ser pillados en nuestra debilidad por capricho del azar, negligencia propia a causa de la costumbre, acaso descaro debido a la impunidad de nuestros actos, tenemos sobradas garantías de que otros que además de superarnos con creces en debilidad a la vista está que son mucho más hábiles y merecen ocupar los puestos que ocupan en la Sociedad, acudirán en nuestra ayuda poniendo en juego todos los resortes democráticos e institucionales a nuestro servicio, al objeto de evitar que seamos perseguidos y castigados por el mero hecho de ser débiles.

5 comentarios en «Inocencia y debilidad en el Estado de Derecho»

  1. Parece que te has olvidado, como siempre, de la enorme superioridad que tienen las mujeres sobre los hombres en nuestro sistema legal.
    En realidad, ya sé que no te has olvidado, es que no es correcto decirlo.

  2. Es verdad que hoy se cometen grandísimas injusticias al respecto. Pero no hemos de perder la perspectiva: Si las mujeres hoy se ven muy beneficiadas por el sistema legal, ello es debido a que la realidad con ellas es más que peligrosa; es mortal. Lo que debemos hacer es poner sobre el tapete el abuso que muchas mujeres hacen de dicha ventaja protectora cuando acontece que ciertamente puede arruinar la vida de cualquiera. De hecho, tengo pendiente escribir un artículo sobre el tema para resaltar esta última parte.
    Estimado amigo, deberías introducir en tus comentarios algún matiz a este respecto para que tu mensaje cale mejor y hagas llegar a la gente tu verdad ¡que la es! porque a lo bruto consigues casi lo contrario. Es consejo de amigo y estratega.

  3. No se trata de convencer, para eso ya están la tele y los periódicos.
    Lo de la mortalidad de las mujeres es un mito para poder mantener sus privilegios. Mueren al año, 900 hombres por violencia, de los que nada sabemos porque los Institutos de la Mujer se ocupan de ocultar los datos, y se suicidan 3.000 hombres, cada año, de los que se acepta que el 25% es por la ley del divorcio y por la del maltrato contra mujeres.
    Todo eso no ha merecido ni una línea, ningún año, pero si mueren 46 mujeres nos lo recuerdan a todas horas, todos los días, en todos los medios.
    Y nos seguirán dando la lata con lo que pasa en la India y en Afganistán, pero de lo otro ni un pequeño comentario.
    Te ruego disculpes la brutalidad de estas palabras.

  4. Amigo, no es por enfadarte, pero el número de mujeres suicidadas ¿qué hacemos con ellas? Tienes parte de razón en la cara oculta del problema. Pero sin exagerar. Como he dicho antes, es un buen tema para esclarecer y reflexionar.

  5. Sí, es verdad. Qué más da que mueran 750 hombres al año, por una Ley de divorcio que concede la custodia exclusiva a la mujer y por ello es inconstitucional, por una Ley de Violencia de Género, sólo para mujeres, que no aplica la presunción de inocencia y es inconstitucional por partida doble, si puede haber alguna mujer que se haya suicidado por culpa de un mal hombre.

    No me había percatado de ese detalle. Es que soy muy bruto.

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