Segundo volumen de Historia Oculta de la Masonería

Historia oculta de la masonería II (PDF)

Título: Historia Oculta de la Masonería Vol II
Autor: Nicola Lococo
Editorial: Masónica.es
Páginas: 280
Tamaño: 140 x 210 mm
ISBN: 978-84-943304-3-8
– Formato digital – PDF
Precio con IVA: 5 €
-Formato en papel
Precio con IVA 15 €

En estas fechas previas a los festejos propios del Solsticio de Invierno ha visto la Luz el segundo volumen de mi obra HISTORIA OCULTA DE LA MASONERÍA, cuyo Índice e Introducción publico a continuación como muestra de su contenido.

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
ATLÁNTIDA
CHAMANISMO
Definición
Origen
Fuente de autoridad
Funciones del chamán
Religión y superstición
Formas de chamanismo
Elementos del chamanismo
Ceremonias y ritos
Técnicas y procedimientos
Lenguaje simbólico-gestual
MAGIA, CONOCIMIENTO Y RELIGIÓN
Origen de la magia
Los grabados
El juramento y el secreto
Formas de magia
Función de la magia
Fuente de autoridad
Elementos de la magia
Origen de la Religión
Formas de Religión
Funciones de la Religión
NEOLÍTICO
Sociedad agrario-ganadera Preliteraria
Sedentarismo y territorialidad
Primeros conflictos
Desarrollo y difusión de la cerámica
La religión en las sociedades preliterarias
Del Animismo al Politeísmo
Organización del Espacio-Templo
Organización del Tiempo-Calendario
Trabajo y Fortuna. El granero
Del chamán al sacerdote
Traducción de las creencias paleolíticas
De fuerzas naturales, a personajes sobrenaturales
De los conjuros a las plegarias
Del tabú al Mandamiento
De la prontitud a la Tradición oral
De la ofrenda al sacrificio
Del matriarcado al patriarcado
Sucesión al Trono
Ingesta del dios
Ritos de muerte y resurrección
La transmisión del Mal; el chivo expiatorio
EDAD DE LOS METALES
Edad del Cobre
Edad del Bronce
Sociedad Agrario-ganadera Literaria
Nacimiento de Estados e Imperios
Equilibrio entre poder regio y sacerdotal
Florecimiento del comercio
Instauración de la guerra
De la piedra al metal
De la Tradición oral a la escritura
Religión agraria literaria
Cosmogonía
Panteón
Mito
Funciones del mito
SUMERIA
Marco histórico
Religión
Cosmogonía
Panteón
Mitos
Sacerdocio
Arquitectura
EGIPTO
Marco histórico
Religión
Cosmogonía
Panteón
Culto a los animales
Ritos y ceremonias
Mitos
Himnos
Signos, símbolos y amuletos
Sacerdocio
Arquitectura
INICIO HISTÓRICO DE LA MASONERÍA
Imhotep
Set Maat
Amenhotep Hijo de Hapu
EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

Si en el primer volumen recorrimos el entero Paleolítico para dar cuenta de la evolución humana tomando como hilo conductor su industria lítica, el dominio del fuego y la ingesta de carne, a fin de comprender la aparición de la Conciencia, la autopercepción del Yo, la organización social del grupo, el miedo a la muerte y la expresión artístico-simbólica de su cosmovisión, conjunto de creencias y tradiciones, propias de grupos cazadores-recolectores nómadas, ahora, en este segundo volumen, me propongo abordar el periodo comprendido entre el -10.000 y el -1.000 aproximadamente, lo cual, supone tomar algo de carrerilla desde el Mesolítico antes de adentrarnos en el Neolítico y en la Edad de los Metales, salvo la correspondiente al Hierro postergada a una siguiente entrega
Comparado con el lapso temporal anterior, pudiera parecer algo descompensada la división del trabajo, por la amplitud de aquella y brevedad de esta, máxime, si tenemos en cuenta que el territorio al que en esta ocasión circunscribiremos nuestra atención se limitará a Egipto y Mesopotamia. Sin embargo, atendiendo a que, en tan corto tramo espacio-temporal acontece la aparición de la agricultura y ganadería, la extensión de la cerámica, la metalurgia, la explosión demográfica, el desarrollo urbano con las primeras ciudades, la institución de la Guerra con los primeros ejércitos, las Religiones, la figura de Sacerdotes, los Reyes en organización social, la escritura, la rueda, la consolidación del comercio a grandes distancias, el dominio de la navegación, el control hidráulico con métodos de irrigación, la burocracia, los primeros Estados, los primeros Imperios… entonces, se constata que, lo perdido en extensión, se gana en intensidad y la tarea que hay por delante, no nos engañemos, es ingente.
Pero, tampoco hay que equivocarse. Y todos nos equivocaríamos si perdemos de vista que nuestro cometido responde a los intereses declarados en el título general Historia Oculta de la Masonería. La construcción del Templo Interior, no a los propios de un tratado de Historia convencional, ni a los de la fenomenología religiosa, la mitología o la egiptología, como tampoco el primer volumen respondía a los de la arqueología, o la antropología, como tampoco lo harán los volúmenes restantes en cualquier otro saber de cuyos datos me pertreche para exponer el propósito central de la obra. De tener esto presente, nos evitaremos disgustos mutuos, como los detectados vía correo electrónico, en algunos lectores quienes desde la indignación hasta la fina ironía, sin olvidar a los frustrados, alucinados y perplejos, se han quejado de que, en el primer volumen, no han hallado apenas nada de Masonería, percepción acertada y a la vez errada, nacida de lo que los curiosos clientes demandan y este autor ofrece, lamentable desencuentro espero poder enmendar con la siguiente aclaración: La obra completa, no tiene por título Historia Revelada de la Masonería, sino Historia OCULTA de la Masonería, de modo que, si ustedes entre líneas, párrafos y epígrafes, no encuentran nada que tenga que ver con la Masonería, no es que no esté, sino que no la ven dada su declarada esencia.
Sea entonces que en bien general de la obra y de sus intereses, en este segundo volumen que iniciamos, haya mantenido a nivel técnico todos los tratamientos expuestos en el primero en cuanto a claridad estructural de los temas, expresión de fechas, datos, autores, bibliografía, etc., empero, en lugar de conducirme por los motivos materiales de la industria lítica, los estilos de la cerámica o su dominio de la metalurgia entre otros, de los distintos pueblos y culturas que vayan surgiendo según avance el discurso, como cabría esperar se hiciera conforme a la dinámica anterior, he escogido una directriz que, aún necesitando de materiales para vehicular su contenido, los trasciende, a saber: la Religión, constructo que demostrados sus fundamentos naturalistas-animistas del Paleolítico, toma carta de naturaleza separada durante esta etapa distinguiéndose dos tramos: el preliterario de adaptación, traducción, conservación y transmisión del variopinto caudal cultural paleolítico a una sociedad agraria-sedentaria; y el literario, de consolidación y desarrollo de sus plenas facultades justificadoras del statu quo social, hasta alcanzar el estadio de Teocracia, colmando todos los nichos posibles abiertos por la especulación Teológica desde el politeísmo hasta el monoteísmo.
Mas, en ausencia de gravedad mental, para evitar que la reflexión sobre estos temas nos haga levitar sin retorno, los motivos materiales estarán presentes allá donde vayamos, procedimiento éste, que no será abandonado ni por un instante, en los volúmenes venideros, aquí observado en los utensilios del mago, los textos del sacerdote, pero sobre todo, en los edificios emblemáticos del periodo, cuales son, Tumbas, Templos y Palacios cuya pétrea materia importa más que su forma todavía , pues, refleja por si misma, el recorrido ideológico del emergimiento de la civilización: del miedo a la muerte nacieron las Tumbas; junto a las Tumbas se irguieron Templos y de los Templos nacería la Religión y junto a ellos se crearon los primeros Palacios, apareciendo la figura del Sacerdote-Rey.
Alcanzado este punto es preciso exponer mi integral planteamiento de partida, en lo concerniente al origen de la civilización, y las distintas culturas: en mi adolescencia racionalista, buscando conclusiones fidedignas, combatí la contradicción del pensamiento allí donde apareciera. Pero, a cada paradoja despejada, le sobrevenía una nueva aporía en un proceso descorazonador propio de Sísifo, hasta asumir, que acaso, la contradicción, tan ardientemente denostada, proscrita y perseguida por mi cual Saulo, era consustancial al pensamiento mismo. Desde entonces, sin necesidad de caerme del caballo, antes de eliminar una contradicción, miro por integrarla en la argumentación enriqueciendo la perspectiva antes de borrarla del horizonte de sentido. Es desde esta conciliadora postura, ecléctica si se quiere, que contemplo como complementarias, doctrinas aparentemente contradictorias como son en antropología la Difusionista, partidaria de un foco común desde donde se ha irradiado los distintos procesos culturales, verbigracia la sostenida por Atienza localizada en una cultura perdida en el tiempo y en el espacio, llamémosle Atlántida o Lemuria apoyada en las semejanzas de sus tradiciones, folclore, etimológicas, toponímicas, lingüísticas, arquitectónicas mitológicas… y la Evolucionista, partidaria de múltiples focos simultáneos acontecidos allí donde se han dado circunstancias parecidas, apoyados en la universalidad de una misma naturaleza humana que habrá ideado las mismas respuestas ante los mismos estímulos, problemas y necesidades, planteamiento de autores tan convincentes cuanto rigurosos son J. Diamon en su excelente ensayo Armas, gérmenes y acero, donde explica sin fisuras cómo se extendió la civilización desde Mesopotamia y más concretamente desde el denominado Creciente Fértil, y M. Harris cuya entera obra recomiendo para entender al género humano, prestando especial atención a la exposición de la Hipótesis Hidráulica donde se da razón del nacimiento del Estado en tiempos neolíticos, hasta alcanzar el grado de los grandes Imperios.
Porque, en mi opinión, biológicamente, provenimos de un mismo tronco común cuando se operó el cruce Cro Magnon-Neandertal casualmente muy cerca de donde la historia oficial sitúa la cuna de la civilización. Pero, a esta univocidad biológica, como hemos visto en el Paleolítico Superior, pronto le siguió una diversidad cultural, de modo que, entiendo posible, aconteciera miles de años después la concurrencia de, por un lado, la simultánea irrupción en varias partes del mundo de culturas cercanas a grandes ríos como son las del valle del Nilo en Egipto, las del Éufrates y el Tigris en Mesopotamia, las del Indo y el Ganges en la India o del Amarillo en China, asunto que tiene mucho que ver con el dominio del riego y distribución de agua —como demuestra Wittfogel— donde Mesopotamia tomaría la delantera cultural a las demás, debido a una flora y fauna más favorables a la domesticación, —como demuestra Diamon— que elevó sobremanera la natalidad, con ello la densidad de población, acelerando el sedentarismo, el proceso de urbanización, la complejidad social… Pero también, ¿por qué no?, de otro lado, la participación activa de un elemento ajeno al proceso principal, proveniente de una cultura aislada que hubiera evolucionado de modo independiente a las demás y que antes de desaparecer le dio tiempo a contactar con el resto, como propone Atienza y otros muchos investigadores. Para mí, son dos engranajes del mismo reloj de la Historia y en consecuencia, voy a hacer uso de los dos enfoques para avanzar en mis especulaciones.
Esta es la causa de que abra este segundo volumen con un epígrafe dedicado a la Atlántida y me haga eco de la hipótesis Difusionista, cuando, habiéndome declarado en el primer volumen firme partidario del Emergentismo materialista, como no podía ser de otra manera, el grueso del texto se conduzca por vías evolucionistas, pues en esto que nos ocupa, como en tantas otras cosas, aunque siempre es deseable una explicación para cada hecho, no tiene por qué ser sólo una la explicación y menos todavía, siempre la misma para todos ellos.
No quisiera, empero, pasar página a la introducción de Tumbas, templos y palacios, sin dar las gracias a Ana Apellaniz, por su presente labor revisora del texto y sobre todo, por los ánimos siempre dados para que profundizara en mis intuiciones e investigaciones de las que ha sido partícipe desde sus más tiernos inicios.

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4 comentarios en «Segundo volumen de Historia Oculta de la Masonería»

  1. Muy interesante y didáctico, así que con mi acostumbrada insistencia pero con toda humildad, voy a plantearte la aporía de la Violencia Machista.
    ¿Cómo es posible que exista la violencia machista si resulta que mueren muchos más hombres por violencia que mujeres?
    ¿Si la violencia machista se define como la violencia contra la mujer, por el hecho de serlo, y resulta que los hombre matan muchos más hombres que mujeres, no deberíamos deducir que la violencia del hombre es contra el mismo hombre?
    ¿O deberíamos pensar que cuando matan mujeres lo hacen porque son mujeres y cuando matan hombres lo hacen porque son hombres?
    ¿O matan mujeres porque son mujeres y no matan hombres porque son hombres?
    ¿O matan mujeres porque son mujeres y matan hombres porque no son hombres?

    Gracias y saludos

  2. Amigo Custodia compartida, entiendo que estés en tu particular cruzada que respeto, dado que tus intervenciones son siempre argumentativas y respetuosas. Pero te rogaría que las introdujeras en artículos que tengan algo que ver…Yo te vuelvo a ofrecer el espacio principal del Blog para que expongas tus ideas a propósito de tus planteamientos, eso si, es necesario que en dicho caso fueran acompañados de tu nombre de pila y primer apellido.
    Por lo demás, agradezco tus comentarios que siempre enriquecen cuando no están fuera de lugar literalmente hablando.

  3. Tienes toda la razón, Nicola, pero es que si espero a que hablen de mi tema, mejor que me ponga a hibernar, así que aprovecho la menor oportunidad y en este caso ha sido el término «aporía», prácticamente en desuso dado el actual nivel cultural.
    Si hubieras puesto «axioma», no me habría sentido tan tentado.
    Ha sido superior a mi poca voluntad.
    Perdón.

    (De poner mi nombre y apellido, ni hablar, me gustaría conservar mis dos ojos, aunque sé que puede ser muy egoísta por mi parte.)
    (De todas formas, si es de tu gusto, puedes dedicar algunos minutos a estudiar la aporía que te he expuesto, que no es contagiosa)

  4. Amigo custodia Compartida, por la Ley del Péndulo, y el imposturismo democrático, es difícil pronunciarse mediáticamente sobre los particulares relacionados con las relaciones entre los sexos de modo claro cada cual desde su perspectiva. Con todo, procuraré abordar los asuntos que te preocupan a un nivel que no se me pueda entender.

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