Apoyando al PPSOE

Podemos y Ciudadanos, han perdido una ocasión única de regenerar la política española con algo más que juventud y caras nuevas. Estas dos formaciones en una campaña relámpago han capitalizado el descontento de la buena gente con los Partidos Políticos que por activa o por pasiva son culpables de latrocinio compulsivo, corrupción generalizada, obstrucción de la Justicia, manipulación mediática y traición a la patria.

En una arriesgada apuesta cívica por desplazar a los malos del Poder del Estado, la ciudadanía responsable, a modo de último cartucho democrático que le quedaba en la recámara de su agotadísima paciencia, ha desplazado su apoyo anodino del PPSOE hacia estas dos entidades que se han presentado como capaces de variar el escenario putrefacto y nauseabundo de la política española que retratan no tanto algunas televisiones, cuanto los comportamientos de la mayoría de sus Señorías a quienes denominamos criminales gubernamentales. De qué ha valido…

Podemos y Ciudadanos llevan meses señalando con su dedo acusador a los criminales que nos gobiernan. Entonces…¿Por qué los apoyan para que continúen en las Autonomías y los Ayuntamientos? Obsérvese cómo Ciudadanos va a permitir que en Andalucía siga el PSOE y en Madrid el PP ¿Qué marca es responsable de la mala gestión y la corrupción en Andalucía? ¿Qué logotipo ha gestionado mal y de modo corrupto en Madrid? Se podría decir que con su decisión, la formación de Rivera, apoya a los corruptos donde tiene ocasión. Y con Podemos, ocurre exactamente lo mismo si atendemos a Castilla la Mancha o donde aceptará el apoyo del PSOE para formar gobiernos. ¿Qué pasa? ¿Qué el PSOE deja de ser corrupto y criminal cuando apoya a los Podemitas?

Quiero pensar que esta actitud de Podemos y Ciudadanos se trata de torpeza y no de principios, motivo por el que expongo a continuación cuál debería ser, a mi juicio, la posición de estas dos fuerzas emergentes frente al conglomerado del PPSOE, sinónimo de podredumbre y perversión política, por si les hace reflexionar: Si el diagnóstico sobre las fuerzas del mal es correcto, si el PPSOE es una Plataforma Para el Saqueo Organizado de España, si se trata de una entidad Sociópata, si por el bien de todos es necesario expulsarlos de la política y hacer limpieza en las Instituciones, Podemos y Ciudadanos ¡Jamás! Repito ¡Jamás! pueden pactar con el Social-Populismo, sea para recibir su apoyo y gobernar, menos todavía para que ellos continúen gobernando.

Estamos al corriente de que todavía el PPSOE cuenta con una holgada mayoría absoluta de los votos al superar estos en toda España el 50% de las papeletas emitidas. Ese es un problema del electorado español cuya decisión, pese a producirnos vergüenza ajena, hemos de respetar. Pero, Podemos y Ciudadanos, deben respetar también a su electorado que para nada les ha entregado su confianza pensando en que ellos se la van a devolver a esa gentuza corrupta del PPSE. ¡Eso si es imperdonable! Porque corríjanme si me equivoco: los electores cabreados con el PPSOE hartos de su continuada deslealtad con las clases medias, trabajadores, autónomos, pequeño comercio, familias, etc, retiran su apoyo en un esfuerzo por superar su inercia votonta, sacrificando su trayectoria histórica heredada de padres a hijos, impermeabilizándose al lavado de cerebro de los medios de comunicación…para otorgárselo por primera vez casi a ciegas, a quienes prometen regenerar la política y parece que están en disposición de hacerlo. Cuál no será su sorpresa, cuando estos van y a las primeras de cambio ¡Zas! Apoyan o se apoyan en el PPSE. ¡Da asco!

Podemos y Ciudadanos disponían de un mensaje claro a esgrimir para no apoyar ni ser apoyados por las entidades satánicas del PPSOE: Nosotros somos Partidos democráticos al servicio de la ciudadanía, de los asalariados, de los trabajadores, de la gente de bien, honrada y de buenas costumbres, nada tenemos que ver entonces con el PPSOE con quienes no queremos contar ni para gobernar ni para que nos gobiernen. Respetamos los resultados democráticos salidos de las urnas; que el PP y el PSOE se apoyen entre si, que fuerzas nacionalistas u otras minoritarias jueguen a ese sofisma de garantizar la gobernabilidad; que la Casa Real les sonrían sus gracias, que hasta la Iglesia les conceda su bendición…pero que nadie espere de nosotros trato alguno con quienes roban a nuestras familias, humillan a nuestros vecinos, maltratan a los jubilados, niegan lo básico a las personas con discapacidad y el largo etcétera de maldades que acometen contra el Pueblo y la ciudadanía. Los ciudadanos de modo libre y voluntario han elegido a sus representantes y por los motivos que sea, no nos han otorgado la fuerza democrática suficiente para gobernar. Pues no gobernamos y se acabó. Allí donde la ciudadanía nos entregue su apoyo para gobernar sin necesidad de pactar con los sinvergüenzas, muy a gusto lo gobernaremos; pero allí donde nuestra fuerza es insuficiente, la posición será siempre contraria y de denuncia, nunca de comparsas o marionetas.

Podemos y Ciudadanos se han equivocado de cabo a rabo apoyando gobiernos del PPSOE o dejándose apoyar por sus fuerzas satánicas. ¿Qué mensaje han transmitido a la gente con su lectura miope del resultado de las pasadas elecciones? Muy sencillo: Amigas y amigos que nos habéis apoyado tanto y con tanta ilusión para que limpiemos la política de indeseables en la creencia de que seríamos la herramienta para expulsar de las instituciones a los corruptos, queremos que sepáis, que con vuestros votos, dejaremos hacer y deshacer al PPSOE, de modo que, para otra vez, mejor será que votéis directamente al PPSOE y nos ahorramos la pantomima de las negociaciones, de las condiciones y de las ensaladas con tortilla francesa cenadas en los apartados de los hoteles, porque para tan corto viaje, no hacían falta estas alforjas y menos con estos burros y zopencos.

Jazmín

Basta pronunciar o escuchar una sola vez la palabra Jazmín para deleitarse con su aromática sonoridad. Jazmín, entra en el Diccionario de Bellas palabras como exponente de las voces que empiezan y acaban en consonante, pues es esta cualidad la que la hace destacar sobre muchas otras siendo como es una pobre bisílaba.
El empezar y terminar con consonantes confiere a las voces una articulación más difícil y por ello, más grata lúdicamente hablando cuando es dominado su manejo. Obsérvese que tal extremo favorece el reparto vocálico entre consonantes siendo en este caso que la relación es de dos a una.
En Jazmín acontece una contundente brecha entre la primera y segunda sílaba que conforma la palabra: Jaz-mín. ¡Jaz! Desde la profunda garganta sube jaspeando una (a) relajada que termina entre los dientes ceceando. ¡Mín! Y de pronto, mientras la (z) se dispone a salir en el huequecillo que queda entre los dientes que atrapan la punta de la lengua y el exterior, súbitamente los labios amortiguan su salida mordiéndola con la (m) para dejarla escapar de inmediato por la nariz con un (in) que por algo la ene es nasal y nariz se escribe con (n).
Aunque de la (z) hemos hablado mucho en las entradas de Zascandil, Regaliz o Lapislázuli, hoy volvemos sobre esa (z) que ni empieza ni acaba la palabra, mas tampoco va entre vocales: la (z) que termina vocal, suele provocar partición silábica como la (c) con sonido (k). En la palabra Jazmín, tiene función de esparcir como sucede con la f en términos relacionados con olores y sustancias que se propagan por el aire como perfume, fagrancia, fumigar…que en el caso que nos ocupa trae el recuerdo de su fresco aroma a la mente del hablante.
Por supuesto, la agudeza de su acentuación, la presencia final de la (i) así como el encanto de toda tilde, han colaborado en su belleza por motivos explicitados en otras entradas donde tienen mayor relevancia.
Para apreciar en todo su esplendor la belleza de Jazmín, lo suyo es compararla con otras similares que distan mucho de ser candidatas al DBP: verdín, patín, Jamón…quizá la que más se le aproxime sea Jardín.

Mis condiciones

Pasadas las elecciones municipales, oímos hablar por doquier de condiciones para llegar a acuerdos de gobierno entre las distintas formaciones, asunto absolutamente mediado por el oportunismo, el mercadeo, o en el mejor de los casos, el tacticismo, con los ojos puestos en las Generales, estrategia política del disimulo donde IU pretende mostrarse como necesaria, Podemos busca pasar por socialdemócrata, el PSOE desea ser confundido con un partido de izquierda, Ciudadanos no ser confundido con la derecha, y el PP reivindicarse como formación de centro. Así, si en plena campaña no debemos creernos nada, ahora, cuando los elegidos negocian entre ellos quién gobierna en dónde, ¡menos todavía! En consecuencia, en mi labor social humanitaria de rescatar a la infeliz ciudadanía de su credulidad para con nuestros enemigos naturales, expongo a continuación mis condiciones inapelables que todo gobernante ha de cumplir, para que yo, lo entienda como que me representa.

1ª El Gobernante debe ser sabio: Entiéndase por sabio, no tanto hábil, astuto, listo siquiera inteligente, cuanto persona que en su vida se haya conducido eligiendo bien. Porque no es cuestión de situar al frente de las instituciones a alguien que no tiene oficio, ni sabe lo que cuesta criar a un hijo. Con esta primera condición, evito el terrible dilema de elegir entre un corrupto eficiente y un honrado torpe como Gobernante.

2ª El Gobernante debe ser fuerte: Sobre todo ante los grandes. Por descontado que el Gobernante ha de contar con una fuerza disuasoria que haga posible el cumplimiento de la Ley, pero mayor habrá de ser entonces la fortaleza de su espíritu para no dejarse arrastrar por ella empleándola contra el Pueblo indefenso mientras sucumbe humillado ante las elites extractoras financieras, bancarias y empresariales. Sería vergonzoso que con el poder democrático que la ciudadanía deposita en el Gobernante para que este la defienda de los Poderosos, fuera aquel, y en vez de velar por el Bien Común y el Interés General, se aliara con sus verdugos conspirando contra las gentes de bien, traicionando a la Patria.

3ª El Gobernante debe ser sincero: Ello no significa que deba ir diciendo la verdad allá por donde pasa, ni que deba confesarse públicamente de sus pecados personales, tampoco la obligación de desvelar secretos oficiales en entrevistas. Ser sincero en un gobernante, significa explicar a la gente lo que sucede, por qué se toman las decisiones adoptadas por el gabinete de Ministros, etc, con un lenguaje claro sin evasivas ni pedrogrulladas de patio de colegio.

4º El Gobernante debe ser honrado: No se trata de llevar una vida santurrona; pues como ya he comentado en otra ocasión, prefiero vivir en un Estado corrupto mediterráneo que en uno puritano anglosajón. Los ciudadanos, nos conformamos con que el Gobernante no robe a manos llenas y desempeñe su labor como cualquiera de nosotros lo hacemos en nuestro trabajo, es decir, lo mejor posible, sin desvalijar la tienda en cuanto se baja la persiana, ni invitar a saco a los amiguetes en la barra del bar a cargo del dueño, sin malvender las herramientas del taller, sin sisar en la caja del supermercado…cuyo único pago sea el sueldo establecido por convenio y la satisfacción moral de haber cumplido con nuestra obligación y responsabilidad.

5ª El Gobernante debe ser accesible: Por descontado, que la accesibilidad del Gobernante no ha de ser, ni Universal, ni constante, para entendernos, que no se trata de abrir un perfil en las redes sociales y pasarse los días con sus noches respondiendo mensajes. Sería suficiente, con que una vez a la semana respondiera con naturalidad a las cuestiones planteadas en el Parlamento, Diputación, Ayuntamiento o foro correspondiente y que al menos una vez al mes concediera una rueda de prensa donde los periodistas le pudieran hacer preguntas cara a cara para informar a la opinión pública y transmitir su parecer sobre cuestiones puntuales que preocupan a la población sin tener que esperar a la próxima campaña electoral.

6ª El Gobernante debe ser respetuoso: Respetuoso con la Ley, con las Instituciones y sobre todo, con los ciudadanos. Pero el respeto a la ciudadanía va mucho más allá de los modales ante la mesa, de la cortesía a la entrada o salida de una reunión de vecinos, de la educación mostrada en el ascensor a un desconocido, de la tan cacareada tolerancia religiosa…el respeto al ciudadano debe empezar, por no tomarle por tonto, por no actuar con prepotencia en el ejercicio del cargo, por asumir su disenso y crítica cuando la haga, por aceptarle como un sujeto libre de actuación cuya voluntad tácita o expresa emana todo acto soberano colectivo, por aceptarle como agente participante, aunque sea en diferido de las decisiones que en su nombre se toman, dejando a un lado patronazgos absolutistas, dirigismos mesiánicos, liderazgos carismáticos y ñoños paternalismos idealistas, pues al final todas esas fórmulas describen el cuadro clásico de la peor de las tiranías.

7ª Por último, el Gobernante debe mostrarse humano: Ciertamente, los Gobernantes se muestran más humanos de lo deseable en cuanto a vicios y corruptelas se refiere. La humanidad que reclamamos desde aquí, es aquella que todo mandatario debe mostrar para no ser confundido con un robot y a la postre ser sustituido por un programa de ordenador capaz de ejecutar toda la gestión sin el menor cambio. Porque, si en algo se distingue el ser humano de los animales es por su capacidad de adaptación para sobrevivir y de las máquinas en su capacidad de sentir y empalizar con los semejantes. Si el Gobernante carece de una de estas dos cualidades que nos hacen humanos, adaptabilidad y empatía, dirigirá la entera sociedad a la mayor de las catástrofes que podamos imaginar.

Estas son mis siete condiciones que debe cumplir un Gobernante que me represente: Sabiduría, fortaleza, sinceridad, honradez, accesibilidad, respeto y humanidad. Igual es mucho pedir.