Con éstas líneas deseo dejar constancia de mi más enérgica protesta por la abusiva proliferación de los dichosos badenes en nuestras calles, vías y carreteras. Queja que espero no caiga en saco roto como le ocurrió a la que en su día plantearan los chóferes de autobús relativa a los problemas de riñones y espalda que les acarreaba su reiterada presencia, o la que también expusieran los conductores de ambulancia, dados los peligros que los mismos suponían para el ejercicio de su urgente labor, por no citar los trastornos que ocasionan a quienes sufren de mareo y de estómago durante los desplazamientos.
Como tantos otros ciudadanos, soy asiduo usuario de autobús, más por necesidad que voluntad, en cuyos trayectos vengo a invertir una media de tres horas diarias. Pues bien, en principio está en mi mano aprovechar tan preciado tiempo, bien para recuperar horas de sueño, bien para ponerme al día en lecturas atrasadas y hete aquí, que ni lo uno ni lo otro puedo hacer ahora, que por doquier, aparecen de súbito los dichosos badenes, con los frenazos y acelerones correspondientes.
Es posible que a la autoridad competente cómodamente sentada en el mullido sillón de su apacible despacho, le sobre y baste con cerrar los ojos para lo primero y abrir el libro para lo segundo, y en consecuencia, dado que se desplaza habitualmente en coche oficial, no acierte a comprender el motivo de mi queja, mas si hiciera el esfuerzo de ponerse en mi lugar, apreciaría pronto que lo que le sucede a éste pasajero es similar a lo que dicha autoridad competente le acontece cuando tiene uno de esos hipos persistentes que sólo se quita con un buen susto.
La verdad es que no entiendo de quién ha sido la estúpida idea de los dichosos badenes… Estúpida porque con su presencia, materializa y evidencia la ineficacia de la policía municipal y de tráfico a parte de poner en relieve la degradación ético-moral de nuestros conductores a quienes parece que se les debe llevar a éste extremo para que respeten los pasos de cebra, en lugar de mejorar la eficacia policial y potenciar la civilidad. además, es innecesaria porque si la autoridad competente cree de verdad que un pronunciado accidente del terreno es disuasión suficiente para que los conductores respeten el código de circulación, entonces, lo mismo hubiera valido dejar en el asfalto baches y grietas, pues el mismo servicio hace un montículo que una depresión, y al menos, nos hubiéramos ahorrado dos partidas presupuestarias al arca pública: la de arreglar las carreteras y sus cuantiosos obras, y por supuesto, lo que de por sí suponen los dichosos badenes. Y si alguien justificaría todavía la medida escudándose en que con ello se evitan atropellos, cuántos más no se evitarían de instalarse ruedas cuadradas en los vehículos.
Autor: Nicola Lococo
¡OCU-pate de su mejor castigo!
La Organización de Consumidores y Usuarios, anuncia en su informe de Diciembre que ha puesto en conocimiento de la Comisión Nacional de la Competencia y de la Comisión Europea su convicción de que las grandes marcas con fuerte y reconocible presencia en el mercado español, han pactado una fijación de precios «limitando seriamente la posibilidad de competencia entre ellos y causando un importante perjuicio al consumidor (…) práctica censurable en una economía libre de mercado por cuanto impiden el ajuste de la oferta y la demanda y mantienen precios altos de manera artificial» Además advierten de que dichos fabricantes se valen de su posición dominante para imponer a distribuidores y comercios su monopolista política de precios dejando de abastecer a aquellos establecimientos que se oponen a seguir su dictado.
Por increíble que parezca, los medios de manipulación se han hecho eco de la denuncia, pese a estar enormemente pervertidos por la publicidad que les paga sus palabras – cosa que desde aquí les animo a continuar haciendo. Es así, como nos enteramos de que, tras un concienzudo estudio comparativo de más de 180 productos correspondientes a más de 400 marcas, el precio de los artículos de venta al público era idéntico en el 19% de los casos, de lo que colegimos, la diferencia será más bien escasa en más de la mitad, aunque no se dice explícitamente en el informe. En dicho estudio se citan los 34 productos donde más se vislumbra la posible vulneración de los derechos del consumidor, entre los que merecen ser citados en alimentación, ¡cómo no! nuestros amigos de la Coca-Cola o las queridas Danone, Casa Tarradellas, Carbonell, Koipe y arroz SOS; Entre las marcas dedicadas a los electrodomésticos, se han esforzado para aparecer en la lista Panasonic, Rowenta, Tefal y Philips; Y en la sección de tecnología destacan en trabajar contra nuestra economía las conocidas videoconsolas Wii y Play Station 3; los móviles Blackberry y los GPS Tom Tom.
Este es el modo en como hoy las empresas fabricantes devuelven a sus clientes la confianza que estos depositan en sus productos demandando su permanente presencia en los escaparates de los comercios, las baldas de los supermercados y en cualquier establecimiento. Por ello, de nada sirve que una entidad como la OCU haga bien su trabajo, que los – no sé que término les viene mejor en este contexto, si el de comprados o vendidos – medios de comunicación realicen bien su oficio, e incluso que los organismos oficiales a los que se ha remitido tan escandaloso análisis del mercado terminen por condenar y multar a tan tramposas empresas, si ustedes, irreflexivas bestias consumidoras, no se OCU-pan de inflingirles su mejor castigo por la traición cometida, dejándoles de comprar, hasta que corrijan su indecente comportamiento y pidan perdón públicamente con la misma insistencia con la que nos interrumpen las películas. Y no se me OCU-rre mejor gesto de su parte para que se nos pase el enfado, a modo de sincero arrepentimiento y deseo de enmienda, que la distribución enteramente gratuita estas Navidades de sus anheladas mercancías a la misma población que han chuleado a través de los conductos habituales.
Sedentarismo infantil
Sociólogos, psicólogos, Orientadores, pedagogos, y demás tropa adscrita al arte de la palabrería biensonante para camuflar lo que no es más que el ejercicio del sentido común, suelen coincidir tras concienzudas investigaciones de campo en que, los niños de hoy tienen hábitos poco saludables que les convierten en peligrosamente sedentarios, con todo lo que ello comporta de riesgo para la salud física y mental. Por supuesto, esta camarilla acaparada al sistema docente también hace migas en subrayar como causante del sedentarismo infantil a las tres horas diarias que de media, los más pequeños pasan absortos ante el televisor o frente a la pantalla del ordenador. Para tan corto y equivocado viaje, no hacía falta esas alforjas repletas de sueldos y subvenciones.
El primer factor a tener en cuenta a la hora de hablar de las causas que inciden en el indiscutible sedentarismo infantil, no hemos de buscarlo en el periodo de ocio y descanso de los menores, sino en el retrasado sistema lectivo del colegio y paralectivo de particulares, al que sometemos a la infancia casi desde que nacen, hasta que empiezan a apuntarse al paro. Evidentemente, de esto no se puede decir ni una palabra, porque pondríamos patasarriba todo el tinglado montado entre la irresponsabilidad paterna, el sadismo docente, la salvaguarda del control gubernamental y los intereses creados del mercado y la producción.
Los sofistas al servicio del Poder, se llevan las manos a la cabeza porque los niños se pasan dos, tres, y hasta cuatro horas de media viendo la tele al día, cuando todos sabemos que todos ellos sin excepción desde los cinco hasta los dieciséis años, se pasan como mínimo, seis, siete y ocho horas cada jornada lectiva, sentado, quieto y en silencio, en un cubículo muy inferior en metros cuadrados a los que se mete a un preso FIES, porque a mi no me parece mal que en España haya personas privadas de libertad a las que se les tenga encerrados en zulos de dos metros, a oscuras y régimen de aislamiento total durante cinco, diez y hasta veinte años seguidos, porque eso es democracia penal, pero qué delito han cometido vuestros hijos para que les castiguéis así, a parte como diría Segismundo en su célebre monólogo de “La vida es sueño” el delito de nacer…
En buena lógica, si la variable que de modo más tangible afecta al problema del sedentarismo infantil no es otra que la dilatada presencia empupitrada de los niños en la escuela-prisión, será por aquí, por donde con mayor acierto se ha de empezar a atajar el problema. Pero no por ello la segunda cuestión a abordar sería aquella de la que tanto se les llena la boca…porque en cuanto un niño tiene la opción de disfrutar fuera de casa, lo hace, y antes de discutir sus preferencia aparentes de ocio, habría si a caso, les queda otra, porque no creo yo que vuestros retoños, tengan posibilidades en nuestras grandes urbes de elegir entre practicar el sedentarismo y el senderismo.
Ego te absolvo
[Por los poderes que se me han confiado, siendo como soy desde el bautismo Cristiano, Católico, Apostólico y Romano, en ausencia de Sacerdotes autorizados que se entreguen a la tarea de ejercer el Magisterio y transmitir los Santos Sacramentos desde una óptica abierta y social, ocupados como están en practicarlo a escondidas en los confesionarios a modo particular reservando a las élites sus beneficiosos efectos salvíficos, cuando para sermonearnos y condenarnos por nuestros pecados públicamente desde los púlpitos y los medios de comunicación no tienen reparos…Yo, Nicola, paso a otorgaros mi perdón urbi et orbe.
A ti, padre, que al tanto de la mala calidad de la enseñanza has resuelto educar a tu hijo en casa pese a tener que aguantar las múltiples amenazas gubernamentales recibidas, los reproches de vecinos y compañeros, y las propias dudas que puedas albergar sobre si estás o no, en lo correcto, ego te absolvo.
A ti, pequeño comerciante, que por elegir ser autónomo, ves como te arruinan a impuestos mientras a otros les dan subvenciones y subsidios, has empezado a defraudar a Hacienda para poder subsistir, ego te absolvo.
A ti, empleado de hostelería que te pasas las horas junto a la plancha, de pies respirando los malos humos de la chusma sin educación que te trata a patada limpia, soportando a un jefe explotador que te niega días de descanso aprovechándose de tu condición ilegal, si has comenzado a desahogarte escupiendo en los cafés, mayonesa y hamburguesas y a sabotear los baños atuzándolos para así darles su merecido a quienes te tratan mal y de paso espantarle la clientela al amo, ego te absolvo.
A ti, obrero de la construcción, de fábrica o dependiente de grandes almacenes, que trabajas a destajo por horas, por un sueldo miserable, con un contrato basura en el mejor de los casos, si has empezado a sustraer piezas de la obra, material y maquinaria del taller o marcancia de los estantes, al objeto de trapichear con ello en el mercado paralelo familiar o del vecindario para cumplimentar lo que te escamotea la empresa en tu trabajo, ego te absolvo.
A ti, que por necesidad sea fruto del vicio o de la miseria en la que vives tu y los tuyos, te has visto obligada a prostituir tu cuerpo teniendo que soportar múltiples humillaciones públicas y privadas a manos de individuos e instituciones que te señalan como puta, cuando todo el resto prostituyen sus almas y en cambio pasan por grandes y respetables personas, ego te absolvo.
A ti, que en su día luchaste por la democracia, confiaste en las instituciones, votaste a los partidos y por ver ahora como todos esos instrumentos en vez de ayudar al pueblo le someten como haría la peor de las dictaduras, has optado por desentenderte de los asuntos sociales en un aparente pasotismo en lugar de trabajar por un militante abstencionismo o transformarte en un activista antisistema, ego te absolvo.
A ti, que has comprendido y aceptado que no hay más derecho que el que te puedes procurar por tus propios medios, y que harto de ver como pagan justos por pecadores en un sistema donde se condena la verdad y la mentira es constantemente premiada por los tribunales que se muestran más garantes con los delincuentes que con los buenos ciudadanos, finalmente te has tomado la justicia por tu mano, ego te absolvo.
A ti, que sabes que no existe otra propiedad que la que seas capaz de mantener, arrebatar o defender de los demás y que has empezado a robar para poder llegar a fin de mes, dar de comer a tu familia, pagar la hipoteca, garantizar a tus hijos un buen futuro, salud, educación, vacaciones y demás cosas que desea un buen padre para los suyos, ego te absolvo.
A ti, mujer, que habiendo sido humillada durante años dentro y fuera de tu casa, desamparada por unas Instituciones escrupulosamente garantes con vuestras asesinas parejas, has empezado a organizarte en brigadas femeninas de prevención del maltrato apaleando a presuntos maltratadores habituales cortándoles de cuajo los cojones, ego te absolvo.
A ti, que tras décadas de sangre, sudor y lágrimas a los cincuenta te ves en el paro, sin posibilidades de subsistencia, muerto de asco, con una cédula judicial de desahucio por embargo bancario al no haber podido hacer frente las últimas letras de la hipoteca, has decidido suicidarte en compañía del juez y el director de la sucursal, ego te absolvo.
A ti, que por desgracia ahora sabes que con la muerte de tu hijo, sea esta en carretera, por envenenamiento alimenticio continuado, en los centros de producción, etc, otros se lucran pudiéndolo evitar, has tomado la decisión de enviarles tu sufrimiento en forma de paquetes bomba a sus despachos y hogares para que les llegue por una vez toda tu angustia, temor, dolor y pena, ego te absolvo.
Y finalmente a ti, que tras muchos disgustos y frustraciones, tras combatir el Mal, viéndote abandonado, solo y traicionado por aquellos a los que deseabas defender, has perdido la fe en ti, en el Hombre, en el Mundo y en Dios, has terminado sucumbiendo a la corrupción que tanto odiabas, entregándote al pecado que aborrecías, convencido de que todos los demás hacen lo mismo, también ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti
EpC: Los teléfonos públicos no son para la cháchara
El otro día, estuve más de media hora buscando un bar con teléfono o una cabina que funcionase, tarea harta difícil en tiempos en que todos parecen haberse compinchado y bien que con-pinchado, en la única movilización social que triunfa: la de los móviles; De hecho, todo el mundo me dice que ya no hacen falta teléfonos ni en bares ni en las calles, porque todos, tenemos móvil, asunto que no discuto, pero que no me convence, pues a lo mejor sucede, que todos tenemos móvil, porque no queda más remedio, desaparecidos los teléfonos públicos… Cuando finalmente, di con una cabina ocupada, ciertamente me alegré al modo en como lo haría una jovenzuela que ve mejor a un adulto con anillo que sin el, pues mal que bien, es indicio de que funciona; pero lo que jamás sospeché fue que, también aquí, aparecería el problema de la fidelidad, pues suponía que siendo un teléfono público, mi único problema estribaría en esperar mi turno y tener dinero suficiente como sucede en el caso de las analogías paralelas cuyos detalles dejo a su discernimiento.
Y es que, vivimos entre quienes opinan que las cosas de fuera son del viento, como declaró nuestro ZP ante la ONU para vergüenza propia y ajena del Socialismo, y quienes mantenemos que son de Todos. Sin embargo, si el riesgo de proclamar a los cuatro vientos que lo que no es de alguien, no es de nadie, es que venga Uno y se lo lleve todo para él…el peligro que corremos al designar como público el uso de cualquier bien, es que muchos crean que puedan hacer un abuso de dicho bien como si fuera privado. Empero resulta que hay una grandísima diferencia entre que cualquiera tenga derecho a acceder a un bien público que es de todos, a que todos podamos hacer un uso privado del mismo. Por ejemplo, un transporte público no tiene por qué dejarte a ras del portal de tu casa, no puedes quedarte durante todo un año “El Quijote” de la biblioteca, por muy largo que sea, y tampoco deberías apalancarte toda una hora hablando por teléfono cuando ves a otra persona esperando para llamar junto a la cabina pública.
Constato que mi apreciación es mayoritariamente compartida, pues no es infrecuente que hasta quienes acostumbran a realizar estas impropias prácticas de los bienes públicos, sienten que algo les remuerde en lo más recóndito de sus conciencias, dado que, son incapaces de mantener el contacto visual con su paciente víctima, sabiendo muy, pero muy requetebién que, están haciendo mal teniéndole tanto rato esperando, por supuesto, esperando a que se aburra y se marche. Y como quiera que todo se pega menos la hermosura, este mal ejemplo, que la gente no sabe cómo afrontarlo sin empeorar la convivencia, acaba por sentar cátedra por aquello de “si no puedes con el enemigo…¡únete a él!” Por lo que mi amigo Rafa Álvarez, por mucho que nos duela a ambos reconocerlo, no ve otra salida al asunto que, Telefónica invierta el orden lógico, y cobre más barato los primeros tres minutos de la llamada, para luego ir aumentando su coste, según pasen el tiempo de conversación útil al de cháchara insustancial, y no como sucede ahora a la inversa, porque a caso sea dicha política la que esté animando tan incívico comportamiento.