Ramón Gómez Ugalde

Mi grato recuerdo como tertulisto en el programa Sin ir más lejos de ETB se debe al buen trato dispensado por los profesionales de la casa, a la oportunidad brindada a este pillo incandescente para perpetrar en en directo algunas de sus soñadas fechorías – no todas las que hubiera deseado – y sobre todo, haber conocido a personas como Ramón Gómez Ugalde a quien en estos momentos de tribulación deseo rendir público homenaje.

Seguramente, Ramón, con quien menos hice migas en los previos e intermedios del debate, menos todavía después de rebauitizarle como “Rafa”, recibirá suspicaz este mío pronunciamiento favorable a su figura, por cuanto en el mejor de los casos me tendrá localizado en las antípodas de sus posiciones políticas y en el peor, clasificado como irreverente payaso, impresión que me la trae al pairo, porque yo no iba a discutir con él ni con nadie de cuantos estaban en la mesa, sino a enviar mis mensajes a la población.

En cualquier caso, de primera mano puedo afirmar que, Ramón, me pareció alguien inteligente, resuelto y de gran capacidad, cualidades evidenciadas en su claridad lingüística y conceptual; rival noble en la dialéctica pues nunca le cacé usando sofismas malintencionados, cuáles son, aquellos que se utilizan por parte del interviniente sabiendo que lo son, ni empleando estratagemas propias del Arte de tener razón de Schopenhauer como colocar palabras ajenas en boca de su oponente para después rebatirlas con facilidad, si bien, dada su complicada posición de representante del PP, más de una vez se le notaba que el discurso salido de sus labios no contaba con la adhesión ética de su conciencia, cosa muy de agradecer en un político para que la población sepamos cuando se pronuncia desde la convicción y cuando desde la impostura, debilidad que por cierto distingue a los representantes del PP Vasco de sus colegas de formación como puede apreciarse también en un Alfonso Alonso quien además de agachar la cabeza, mirar para otro lado, llega incluso a sonrojarse cuando miente o falta a la verdad; una persona educada, correcta en las formas y en los contenidos, preocupado más por defender su opinión que por atacar la del contrario…pero informado indirectamente de su trayectoria política, resulta que además debe ser alguien honesto, de talante constructivo, capaz de llegar a acuerdos con los rivales en pos del bien común y un largo etcétera que les ahorro por no querer que esto se confunda con un panegírico fúnebre, por aquello que sentenciara Rubalcaba de que “en España enterramos muy bien”.

Esta impresión sobre el hombre que aquí expreso, creo que nunca llegué a comunicársela en persona, aunque si la compartí tímidamente con otros participantes en el debate a quienes expuse mi extrañeza de que alguien como Ramón que se le ve buena persona y de fiar, estuviera en el PP, cosa que sólo alcanzaba a explicar por mi hipótesis de que el PP Vasco con gente como Oyarzabal, Samper, Basagoiti y el mismo Ramón, lo único que comparten con el PP nacional son las siglas y que de ser capaces de constituirse al margen de las mismas, no sólo saldrían ganando electoralmente ellos, que también Euskadi.

Pero, con la estampida de Tania Sánchez de IU, la destitución de Tomás Gómez en el PSOE y la jugarreta de Quiroga en Donosti, hoy más que nunca parece confirmarse la sentencia del político italiano Giulio Andreotti “Hay enemigos, adversarios y compañeros de partido”, pero dudo mucho que en el caso que nos ocupa, Ramón pertenezca al mismo Partido que Quiroga como he dicho, más allá de las siglas; esa y no otra, es la razón por la que siendo un representante del PP sin tacha, conocido entre los electores, respetado por sus rivales y apreciado entre quienes no compartimos sus ideas, haya sido apartado de la primera fila para la alcaldía de Donosti y del feo modo en como se ha hecho, todo un desprecio a lo que es este buen político por el que sí me siento representado como ciudadano, aunque no como anarco-liberal.

Próxima disolución del PSOE

Llevaba mese buscando el momento adecuado para reflexionar en voz alta sobre los distintos procesos intestinales del aparato del PSOE que, cual retortijón orgánico, anuncian el estado de descomposición en que se encuentra la formación política y hasta su próxima disolución, sin que mis palabras fueran acusadas de expresar más un deseo de autor que una realidad empírica, convencido de que, habiendo de por medio elecciones municipales, autonómicas y generales, donde sus cuadros militantes se juegan el sustento, las dietas, los altos cargos, las retribuciones, las subvenciones, las recalificaciones, las recolocaciones en grandes empresas, las tarjetas y demás prebendas de las que goza la Casta Parasitaria, contaba con tiempo suficiente para estudiar a fondo los paralelos con la decadencia del régimen franquista, la acelerada caída de UCD, pero ante todo, lo acontecido con su formación hermana, el Partido Socialista Italiano, cuya liquidación tuvo lugar en muy parecidillas circunstancias de desprestigio personal, institucional y social de sus líderes y formas de hacer política.

Pero los inauditos acontecimientos en los que a falta de cien días para las elecciones la Ejecutiva Federal del PSOE con su Presidente al frente, el pobre Pedro Sánchez, ha destituido a Tomás Gómez, como Secretario General de los Socialistas Madrileños y a toda su directiva, han dado al traste con mis propósitos de abordar con rigor académico la cuestión anticipada, viéndome así interpelado por la actualidad a improvisar a salto de mata estas líneas para expresar lo que, sin los marcos de referencia argumentativos, puede antojarse no ser más que una sospecha o particular impresión, cuando lo cierto es que, cuanto está sucediendo en el PSOE, no es otra cosa que los claros síntomas presentados por una organización en los momentos previos a su desaparición del arco parlamentario, a saber: apartamiento de sus mejores referentes públicos por un sentimiento de vergüenza y culpa colectivamente compartidos, como por ejemplo un Rubalcaba; llegada a la dirección de nuevas caras no tanto por méritos propios cuanto por abandono de las generaciones anteriores en su función y responsabilidad, entiéndase un Pedro Sánchez; maquinación torticera y subrepticia por parte de quienes sintiéndose deslegitimados socialmente para ocupar cargos de responsabilidad dando la cara, desean todavía manejar los hilos desde bastidores, pongamos por caso al buenazo de Bono haciendo de cocinitas con el representante de Podemos; los nuevos líderes incapaces de gobernar el partido, sea por debilidad, sea por inmadurez o falta de confianza, toman extrañas decisiones a bandazos muy difíciles de entender para propios y extraños, unas veces intentando contentar a unos, otras no solventar a otros, más nunca siguiendo su propia convicción, acaso por falta de ella, sin ir más lejos, la decisión de apoyar la Prisión Permanente Revisable del PP prometiendo que la van a recurrir; ante esta circunstancia, cualquier suya decisión es contestada, matizada, ninguneada, corregida e incluso desmentida por cualquiera a quien se acerque un micrófono sin la menor consecuencia política como hace de modo descarado la Presidenta de la Junta de Andalucía Susana Diaz; en este escenario son frecuentes las decisiones despóticas como destituciones sumarísimas a fin de fortalecer su figura e imponer orden en sus filas, cosas que suele acontecer demasiado tarde cuando ya nadie le respeta ni dentro ni fuera del Partido, es el caso de lo ocurrido con la destitución de toda la dirección de la Federación Madrileña que evidentemente ha hecho una piña en torno a Tomás Gómez y se ha rebelado ¡ipso facto!, sin el menor cálculo electoral, en un muy notorio ¡De perdidos al rio!

Tengo amigos pesoistas que están muy preocupados por su futuro no sólo profesional, también ideológico y emocional, cuyo discurso suele presentar – haber si consigo reproducirlo – las siguientes ideas fuertes: ¡Nicola! Para mi ser del PSOE es como pertenecer al Real Madrid, son de los míos, lo hagan bien o lo hagan mal. Gracias al PSOE soy lo que soy, he llegado a donde he llegado y toda mi familia ha vivido bien. No puedo abandonar ahora que las cosas pintan mal para el Partido; estoy muy comprometido a todos los niveles. Además, si lo dejo cuando el barco se hunde, ya sabes, lo que dicen: las ratas son las primeras en abandonar el barco. Sencillamente, debo quedarme hasta el final, pase lo que pase.

Y yo, que no tengo problemas en despotricar contra el PSOE a diario en prensa, radio, televisión o desde mi Blog Inútil Manual, me veo humanamente afectado en las distancias cortas por su sincera amistad incapaz de negarles mi personal consuelo, pillándome así diciéndoles cosas como: ¡No tengáis miedo! La disolución del PSOE no es el fin del mundo. Vendrán otras siglas donde vuestra vocación política tendrá todavía mucho recorrido, bastará con que no os signifiquéis demasiado en estos últimos estertores. Las nuevas formaciones precisarán de vuestras viejas habilidades para que les enseñéis a hacer en cuatro años lo que vosotros habéis hecho toda la vida, y eso, amigos, se paga pero que muy bien. En cuanto a ese dicho sobre las ratas y el barco que no os afecte demasiado…a estas alturas en el PSOE ya sólo quedáis ratas, unas más grandes que otras, mas escuchado el ¡Sálvese quién pueda! poco importa a nadie ya qué rata se salva y cuál se ahoga. Y parafraseando a Tagore: No lloréis al contemplar como se hunde en altamar un barco, porque las lágrimas os impedirán ver como zarpa del puerto otro nuevo.

Acertada suspensión de la Competición Escolar

De nuevo, las autoridades se han visto forzadas a decretar la suspensión de todas las competiciones escolares previstas para este fin de semana, debido a la mala climatología.

Los entusiastas del ajedrez entre los que me cuento todavía, en estas ocasiones nos sentimos algo fuera de lugar: ¿Por qué vamos a suspender las partidas de ajedrez si las celebramos entre cuatro paredes y a cubierto? –Nos preguntamos en voz alta – ¿Es que va a nevar en la casilla e4 y las torres van a necesitar cadenas para bajar a dar el Mate del Pasillo? – Se escucha bromear a monitores y padres.

Ciertamente, el juego de ajedrez, en su desarrollo in situ, se ve poco afectado por los avatares del tiempo fuera del reloj, cosa en la que no se diferencia del baloncesto, el judo, el balonmano que también suelen disputar sus encuentros a cubierto. Bueno…hasta cierto punto; porque jugar por debajo de los diez grados en un polideportivo o en un gimnasio teniéndote que estar quieto durante una o dos horas, no es asunto grato para nadie y menos para niñas y niños de primaria; qué vamos a contar si entre partida y partida, por falta de espacio en la cancha y salvaguardar algo de orden y silencio en la sala de juego, se hace salir al patio a los participantes que hayan terminado sus encuentros.

Pero el auténtico motivo que a mi juicio responde la cautela de las autoridades, no se debe tanto a minusvalorar el esfuerzo y sacrificio de los que escolares, padres y federativos somos capaces de mostrar durante la competición, cuanto a los riesgos y peligros que supone que miles de personas se desplacen por carretera estando estas llenas de hielo y nieve.

Si las autoridades no toman la decisión de suspender las actividades del Deporte Escolar, el reglamento obliga a jugar y sería toda una insensatez obligar a desplazarse con menores en estas condiciones tan adversas a miles de personas. De suceder una desgracia que la estadística confirma…¿A quién echaríamos la culpa?

Creo que la suspensión de las actividades del Deporte Escolar, es muy acertada desde el punto de vista señalado. Pero también lo es desde una perspectiva educativa: los jóvenes deportistas han de entender que por encima de la Competición, por delante del afán de ganar, mucho antes de cualquier meta, hay algo mucho más importante que es la seguridad y hacer las cosas bien, aunque ello suponga aplazar una, dos y las veces que haga falta una partida de ajedrez, un partido de fútbol, o un encuentro de balonmano.