El Listodiario

Acuñé hace algunos años el palabro “Tontodiario” en rebelde sustitución del término coloquial “Telediario”, al objeto de llamar la atención sobre el dirigismo con que desde los medios de comunicación, sean estos gubernamentales o privados, se nos transmiten las noticias, que nada tienen que ver con la información, sea dicho de paso.

Mas, con ocasión de la reciente maniobra oportunista aprovechando los momentos postreros del actual Gobierno sociópata para ver si entre col y col de cortes, recortes y contrarecortes, se podía ampliar, el control del Ente Público a instancias de su partitizado que no politizado, Consejo de Administración de RTVE, por medio del conocimiento previo a la emisión de los contenidos del Tontodiario, medida presentada por el PP para prepararle el terreno a un futurible discípulo de Urdaci, que obtuvo cinco votos a favor (los cuatro populares y el del consejero de CiU- muy premonitorio), dos en contra (IU y UGT- vete a saber si por equivocación ) y cuatro abstenciones (dos del PSOE, una de ERC y otra de CC OO – más por recato que otra cosa), hoy toca hablar del Listodiario, o sea, de quien está detrás del Tontodiario cocinando los datos para presentar el aumento del Paro como un retroceso interanual, escudriñando sus contenidos evitando que se cuele algo que interese a la gente, filtrando las imágenes purificándolas de escenas que retraten la realidad reconocible imposibilitando al espectador contrastar lo aparecido en pantalla con su experiencia por medio de planos cortos como cuando se desea tergiversar el éxito de una manifestación del 15-M o de la Iglesia católica, diseñando los titulares para resaltar lo que desean que se quede la gente, manipulando el lenguaje hablando de crecimiento negativo, repartiendo los tiempos dedicados a cada noticia otorgando más a unos que a otros, se lo merezcan o no, precisando el orden en cómo deben comunicarse los mensajes aprobados, etc, porque nada en el Tontodiario, es fortuito, como lo prueba la gran labor en la selección del personal que han de desfilar por la pasarela informativa para poner rostro bonito a la fea oculta realidad, que yo ya me pongo cachondo con la crisis cuando de ella habla la rubia.

El fallido “Golpe de Tele” asestado a traición en un momento de desgobierno tras la dimisión de su anterior Presidente Oliart, aprovechando el río revuelto que supone el interludio de los últimos días de un ciclo legislativo, ha servido para poner de manifiesto que quien más quien menos, todos los partidos políticos – creo que IU ha votado en contra más que nada, porque no tiene la certeza de poderse beneficiar en un futuro próximo, o cuando menos, en la confianza de que los demás harán por ella el trabajo sucio – aspiran a demostrarnos en la práctica su auténtica naturaleza déspota y revelarnos su genuina identidad con los raptores de la Democracia.

Pero, mira por donde, estos Judas de la libertad de expresión e informativa, han calculado mal sus posibilidades; El mismo escenario de caos en el que esperaban su proceder quintacolumnista censor pasase desapercibido, ha querido que las característica que potencialmente les favorecía a sus propósitos, cedieran caprichosamente en precampaña ante aquellas que precisamente han sido las que han dado al traste con su complot, pues ha bastado un lacónico comunicado de sus secuaces realizado con nocturnidad y alevosía, para que las resistentes neuronas periodísticas que todavía no se han acomodado a las medallas y honores ofrecidos por quienes de continuo les tapan la boca con ellos, han reaccionado, como ya nadie se esperaba, incluidos ellos mismos, a los propios trabajadores de RTVE y responsables de la Federación de asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE) a quienes todos hemos de agradecer esta vez, haber estado a la altura del prestigio que se le supone al Cuarto Poder y habernos salvado de las insanas tentaciones que contra el Pueblo albergan los Partidos Políticos, respondiendo magistralmente a la cuestión de Juvenal de quién vigila al vigilante. Esperemos que la eficacia de su rápida intervención que en a penas unas horas ha logrado hacer desistir de sus pérfidos objetivos a todas las fuerzas parlamentarias dejándolas con el culo al aire en plena precampaña electoral, no sea el canto del cisne de una generación de periodistas que en breve pasarán a mejor para hacer olvidar un pasado inmediato demasiado colaboracionista con estos tiranos maquillados de demócratas.

El ejemplo del Unabomber madrileño

Posiblemente, ni usted ni yo, lo consideremos buenos ejemplos a imitar. Pero por lo visto, nuestras paternales autoridades tienen miedo del “efecto contagio” entre la población a la hora de informarnos en tiempo real de cuanto sucede con atracos exitosos a entidades bancarias, a bandas organizadas que atacan a multinacionales vía Internet, o como acaba de suceder con el bautizado “Unabomber español” del que, a toro pasado sabemos que ha estado en activo desde Abril del 2009 poniendo bombas a diestro y siniestro por la capital de España, dándonos a conocer los hechos, únicamente cuando ha sido detenido por la policía que andaba tras sus pasos desde hace un año y al que – esto es una suposición muy arriesgada – a lo mejor, había ordenes de dejarle actuar para que en una de sus acciones muriese alguien y así presentarle ante la opinión pública como un asesino perturbado al objeto de descalificar su lucha como se hace con los atracadores; Pero José López Menéndez, ha demostrado ser un discípulo más prudente ante sus potenciales víctimas que su Maestro T. Kaczynski, por lo que tras un año de paciente espera, se han visto obligados a detenerle sin que se le puedan achacar moralmente más que daños materiales.

Por supuesto, el juez Pedraz de la Audiencia Nacional, ha decretado su ingreso en prisión acusado de terrorismo, imputándole un mínimo de 35 acciones: desde su primer ataque conocido perpetrado el 14 de Abril del 2009 contra un comercio de ropa de cuero y una curiosa acometida contra un establecimiento que vendía tortillas – confiemos que fueran al menos tortillas francesas – a los que rompió las lunas de los escaparates, hasta su última hazaña de principios de Septiembre contra la Junta Municipal de Tetuán dando cuenta de un sinfín de pintorescos objetivos como una sede de Izquierda Unida, una peletería, distintas industrias cárnicas, varias delegaciones diplomáticas, una Iglesia Protestante, oficinas de seguros, dependencias de la Seguridad Social…que dan buena muestra de cómo un activista vegano – vegetariano que se abstiene de ingerir cualquier producto de origen animal como huevos, leche o miel- puede, sin embargo, mantener una variada dieta reivindicativa.

Según parece, este anarquista primitivista de corte Rousseauniano miembro de “Tierra Salvaje” – quiero suponer que no se trata de una Oenegé – de 30 años de edad, se ha convertido en todo un paradigma positivo y negativo: respecto a lo primero, se debe tomar buena nota de que, como todo Superhéroe, actuaba en solitario, de noche, desplazándose en transporte público o en bici, siempre con la cara tapada por una amplia capucha para evitar que las cámaras de vigilancia dispuestas por todas las entidades bancarias permitan seguir su rastro para lo cual también se cambiaba de ropa durante los trayectos, colocando pequeños artefactos caseros muy baratos, sencillos de hacer, de manipular y muy efectivos, consistentes en una manta empapada en líquido inflamable que ponía a secar y con la que luego recubría una bombona de camping o varios pulverizadores cuya potencia incendiaria y explosiva, le garantizaba una deflagración capaz de destruir los objetivos escogidos.

Respecto a lo segundo, es preciso igualmente observar como, el empezar a reivindicar sus acciones en páginas izquierdistas pese a todas sus medidas de seguridad para no dejar rastro, ayudó a los investigadores policiales, a entender lo que estaba sucediendo pues hasta entonces no tenían ni pajolera idea de a qué se estaban enfrentando y qué debían buscar, así como la autoconfianza y la relajación que provocó descuidara su celo en no dejarse filmar a cara descubierta hace más de un año, finalmente han malogrado todos sus esfuerzos, siendo detenido cuando les ha interesado – vete a saber a cuántos amigos no habrá presentado en este último año – en su propio domicilio.

Sin lugar a dudas, gracias a este seguimiento, la policía le ha vinculado con otra activista condenada a ocho años por enviar un paquete bomba al Secretario de asuntos Penitenciarios de la Generalitat en el 2009, de cuya historia, también supimos tras su condena.

Ahorro policial

¡Amigos Policías y guardias civiles! Que el título con el que encabezo estas líneas no os revuelva en vuestros ya incómodos puestos de servicio a la patria que no es mi propósito dar ideas para introducir recortes en vuestra labor de entrega y dedicación por salvaguardar la ley y el orden, que bastante habéis de soportar como desde el Gobierno central se os maltrata en sueldo y condiciones en sangrante comparación al trato dispensado por las autonomías a quienes velan por la seguridad ciudadana.

Desde el inicio de las protestas de los Indignados el pasado 15 de Mayo, he podido constatar, no sin cierto estupor, como al tiempo que por desde el Tontodiario se nos habla continuamente de introducir medidas de ahorro por medio de ajustes y reajustes en los presupuestos sin reparar en gastos a la hora de suprimir servicios públicos y prestaciones sociales que afectan a los más desfavorecidos de la sociedad, el Gobierno, por medio del Ministerio del Interior y de sus Delegados repartidos por todas las capitales de provincia, no escamotean recursos para vigilar, controlar, reprimir y dispersar a simples ciudadanos, que no hacen otra cosa, que mostrar pacíficamente su enfado por la grave situación que las mencionadas decisiones antisociales les han provocado en su vida cotidiana.

Por descontado, que nadie dude de mi absoluta adhesión al acuerdo tácito que todos asumimos para con nuestra Policía Pública, de pagarles a cambio de que nos peguen, relación causa-efecto verbal que se basa en algo más que una mera mutación vocálica que sin embargo, no justifica que ello se lleve a los extremos que estamos contemplando de, a la mínima convocatoria de una marcha, manifestación, concentración, asamblea o reunioncilla de cuatro perroflautas, desde las más altas instancias por toda la piel de toro, se movilicen miles de patrullas de distintos cuerpos policiales centrales y autonómicos – ya sabemos que a los vascos les gusta recibir hostias en euskera – y cientos de lecheras, que por muy bien que esté la política de cercanía a la ciudadanía, de tanto arrimarse policías y manifestantes, luego que nadie se extrañe que acaben haciendo migas y todo su poder disuasorio que tan caro sale a nuestras arcas públicas, acabe diluyéndose por un derroche de despliegue represivo, a todas luces innecesario en estos tiempos de crisis, pues como todos sabemos, el roce hace el cariño, aunque también es verdad, que hay cariños que matan.

Menos mal, que los Indignados del 15-M están en todo y son muy apañados. Percatados del desgaste que supone para el presupuesto del Estado, el gasto dedicado a nivel de toda España para garantizar su control, infiltración, persecución, contención y sobre todo, su dispersión y represión – porque de esto nadie habla, pero seguramente los próximos recortes en educación y sanidad, tengan mucho que ver con las ingentes partidas que se han debido desviar para sofocar las protestas sociales de estos presuntos terroristas no violentos – han optado con acierto y coherencia, llevar al extranjero sus protestas para de este modo, aliviar a nuestras públicas Fuerzas de Seguridad y por consiguiente, a nuestros maltrechos recursos económicos, de tan costoso quehacer, a parte de otorgar un merecido descanso a las Fuerzas del Orden y las brigadas de antidisturbios que han tenido un veranito más caliente que el de los bomberos pirómanos, desplazando su capacidad de atraer efectivos, gases lacrimógenos, porrazos y pelotas de goma, de otras organizaciones represivas como la Gendarmería francesa, por su puesto a cargo de los contribuyentes galos, como acabamos de comprobar ha sucedido maravillosamente en París.

Creo no haber sido el único que la ha gozado como un enano, al ver las típicas correrías del 15-M por los bulevares parisinos delante de los policías franceses, convencido de que hoy por hoy, todavía no existe en el terreno policial, eso que en sanidad se llama compensación transfronteriza de servicios prestados, como por ejemplo, cuando un turista enferma y ha de ser hospitalizado pasándole la factura al país de procedencia, solo que, en este caso, sería debido al gasto derivado de la intervención de los antidisturbios gavachos ante la irrupción de nuestros compatriotas que iban camino de Bruselas como si de un Tour reivindicativo se tratara.

En principio, me ha gustado tanto la idea de los Indignados de ir ha montar la barrila al extranjero para ahorrar gasto policial a nuestro país, como el recibimiento sin avisos ni contemplaciones que las autoridades vecinas han dispensado a nuestros compatriotas ¡Eso es una República! y no lo nuestro. Lo que me extraña, es que tan bello ejercicio de orden público se haya llevado a cabo de modo unilateral y sin consultárselo o cuando menos comunicárselo previamente a nuestro Ministerio del Interior dadas las buenas relaciones que hay en asuntos antiterroristas. Por consiguiente, mucho me temo que o bien las autoridades galas, tarde o temprano le pasarán la factura de la represión a nuestros conciudadanos a precio de allí, o bien como en el caso del asalto a los camiones con mercancías españolas en la frontera, no temen represalias para con sus ciudadanos e intereses en nuestra geografía. En cualquier caso, parece que los Indignados finalmente han renunciado a abaratar los gastos del Estado para con ellos y han acudido a los servicios de la embajada en Paris y de los distintos consulados. Y que quieren que les diga…Para este viaje, no hacían falta esas alforjas.

En confianza…¡O no!

El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, declaró el pasado Lunes en el transcurso de la presentación de su autobiografía “En confianza” que la concordia, la unión, la independencia y la convivencia son los valores fundamentales de su vida que piensa aplicar a su gestión política si gana las elecciones generales del 20 de noviembre. Pues ¡Menos mal! que son sus valores fundamentales y no los superficiales que ha demostrado a lo largo de dos legislaturas trufadas de broncas, descalificaciones, sin ánimo constructivo cuyas malas formas han aflorado incluso en su última intervención, en la que según declaraciones posteriores, le ha faltado tiempo para, en su acostumbrada diatriba contra ZP transmitirle un mísero deseo amable de buena suerte ante su inminente desaparición de la vida política.
En confianza, reconozco mi extravagante simpatía por este personaje al que siempre he contemplado incómodamente en el marco que se le ubica y del que todavía no conocemos su auténtico perfil, que a mi me da, es de corte abiertamente liberal y muy contrario al influjo tardofranquista del que muy a su pesar se ha visto rodeado y del que nunca se ha podido zafar del todo, pese a la gran limpieza que acometió en la bancada Popular que le obligó a ser quien no es durante la primera legislatura, si bien, durante la segunda, chantajeado por Camps desde Valencia y marcado de cerca por la ambición de Esperanza Aguirre, como que no ha tenido otro remedio, como lo prueba el hecho de no haber cedido al envite de Cascos sin importarle lo más mínimo el desgaste político que ello pudiera suponerle en el Partido, donde parece tener más enemigos dentro que fuera, si es que dejamos de contar a los medios de comunicación que no le han dado más leña, porque parecía soportarlo todo.
Así como el Partido Popular está jugando un papel crucial para frenar el avance de la Ultraderecha en la sociedad española, canalizando su ímpetu reivindicativo por la senda constitucional y democrática, haciendo para ello suyas las banderas que su extremo ideológico enarbola desde los escaños parlamentarios por toda Europa, así también Rajoy, atempera con su sola presencia las nostálgicas palpitaciones del Nacional-Tradicionalismo de buena parte de sus máximos dirigentes a los que, si no me equivoco, sabrá reconducir por vías más liberales y necesarias que las hasta ahora transitadas por los dirigentes del Partido Popular desde la irrupción de Aznar.
España, amiga de los excesos, siempre se ha conducido entre Golpes de Estado, Pronunciamientos militares, Levantamientos populares, Revoluciones, como si las vías intermedias no fueran suficientes para soltar la adrenalina social. De ahí, nuestras múltiples guerras civiles – no eximo de culpa a los Borbones – y que las posturas extremas, combativas, irreconciliables y vengativas hayan triunfado entre la población mientras la cultura del pacto, del diálogo, la cooperación y el entendimiento, como que no ha despertado pasiones. Pues bien, sinceramente creo que el Rajoy que conocemos, rehén de su circunstancia, deudor del dedo que le señaló como sucesor, hipotecado por los Barones de su partido, dará una sorpresa a propios y extraños si es que llega a la Presidencia del Gobierno, momento en el que se soltará la melena y se descubrirá como el auténtico liberal que es en todos los sentidos, planteamiento al que lamentablemente nuestra geografía no ha dado cabida todavía a diferencia del resto de potencias prósperas. Al menos, esto es lo que deseo creer, antes de darle por esquizofrénico y echarme a temblar por el futuro que nos espera en manos de una especie de Nerón contemporáneo cuya idea de si mismo, no tiene nada que ver con quien realmente es. A lo mejor, más que en confianza, estoy en un auténtico acto de Fe.

Y dale con que es gratis

Con ocasión de las recientes protestas estudiantiles chilenas para exigir de su gobierno una educación pública gratuita, ya expuse aquí mismo mi opinión sobre el pernicioso mensaje subliminal auténtico veneno subrepticio que los políticos zafios auxiliados en la propagación de su ponzoña por los medios de comunicación – lo de “comunicación” es regalo de la casa – los cuales, cuando menos a este respecto podrían ser acusados de negligencia profesional por su necesaria colaboración en el lavado de cerebro colectivo al que aquellos desean someter a la población con el único propósito entre unos y otros de colar la idea de que al ciudadano le salen gratis la educación, la sanidad, la justicia, la seguridad y si nos descuidamos hasta la democracia, cuando lo cierto es que, cualquier servicio mediado por el Estado nos resulta carísimo, pues si la definición de “gratis” responde a recibir algo sin entregar nada a cambio, los trabajadores entregan hasta un 40% de su sueldo, o sea de su trabajo, de su esfuerzo, es decir, de su tiempo, para entendernos, de su mísera existencia y por consiguiente, hay que tener muy mala intención y una conciencia bastante retorcida para decirle gratis a las prestaciones de las Instituciones públicas sufragadas con nuestros impuestos directos e indirectos.

Los políticos que hablan de sanidad o educación gratuita son auténtica gentuza que tienen en mente despojarnos delante de nuestras propias narices lo que es nuestro; Para ello, lo primero que hacen es identificar como “gratis” todo aquello cuanto desean llevarse en el futuro inmediato, como quien le echa el ojo a las prendas en Navidad esperando a que sean gangas durante las rebajas, para de este modo ir recortándolo hasta dejarlo en su caricatura y que nos quedemos como mucho tristes, a caso algo indignados, pero conformes con el principio de “a caballo regalado, no se le mira el dentado” propósito del que no se abstendrán si no se les para los pies con una paliza moral y democrática antes de juzgarles por maquinación contra los bienes públicos.

Por lo que respecta a los medios de comunicación, parece mentira que gente con carrera dedicada a informar y manejarse como pez en el agua con el leguaje, consienta la criminal manipulación que los sinvergüenzas de la casta parasitaria cometen, sin advertir a sus fieles clientes de las trampas léxico-semánticas que esa gentuza les tiende de continuo asesorados por psicólogos, sociólogos, asesores de imagen y expertos en las técnicas de marketing y la ciencia de la persuasión, para lo que ciertamente no bastaría leerse en diagonal el “Arte de tener razón expuesto en 38 estratagemas” de Schopenhauer ni cualquier otro tratado de retórica, sofistería, falacias, engaños y tergiversación, si no va acompañado del debido compromiso sincero del periodista para con sus lectores, su sociedad y sobre todo, la verdad.

Aquí, de haber algo gratis, serían los jugosos sueldos que perciben sus señorías, sus lujosos despachos, sus cochazos oficiales, sus secretarias “catalana occidente” que les hacen todo, todo, todo…y la confianza con la que los televidentes, oyentes y lectores prestamos atención a lo que transmiten los periodistas a quienes les suponemos igual profesionalidad en su quehacer que el que cada uno de nosotros ponemos en nuestros respectivos trabajos. Porque, parece como que se han juntado el hambre con las ganas de comer cada vez que se ha de tratar de la Cosa Pública y el Bien Común, asunto de capital importancia, entendida esta como vital para la subsistencia de la mayoría de la población y para unos pocos como suculento negocio, de ahí que entiendan como “gratis” aquello de lo que se creen dueños pasado mañana, porque en su particular codicia desatada, el tiempo transcurrido se les antoja que dejan de cobrar la pasta gansa que ya perciben en otros servicios básicos como puede ser el transporte público, el servicio farmacéutico, el sector general eléctrico y cuantas actividades resultan de interés general que sin embargo, son gestionadas por empresas privadas.