La lista de Kostas Vaxevanis

El primer chiste del que tiene noticia mi memoria, es aquel en el que dos monjitas se preguntaban por, qué será lo que cae del cielo ¿Será una rosa? ¿Será un clavel? mundana duda sólo despejada gracias al héroe infantil Jaimito por cuya boca el vulgo desahogaba cuanto no podía sortear de otro modo la censura, porque mira que las liaba pardas… Pero los siguientes en emerger desde la lontananza del recreo escolar hacían alusión a los apellidos en relación con cargos ministeriales o profesionales que cuando aquello me parecían muy forzados. ¡Hay que ver! lo cortos que se quedaron con Botín dueño del mayor Banco de España y Ana Mato Ministra de Sanidad, a los que se les ha sumado recientemente el periodista griego que se ha atrevido a publicar la lista de presuntos evasores fiscales de su país, quien no se podía llamar de otra forma que Kostas Vaxevanis que ya es casualidad.

El periodista denunciante, pasó a ser denunciado, enjuiciado y finalmente absuelto, por haber dañado gravemente el derecho a la intimidad de las personas citadas con nombres y apellidos en su lista donde figuraban conocidos empresarios, políticos y famosos de su país. Rápidamente, a modo de Jaimito, muchos han sido los locutores, analistas y tertulianos a sueldo, que se han apresurado a subrayar que esto no hubiera sido posible en España, como antes los distintos representantes del Gobierno se desgañitaban en destacar que la situación económica de Grecia, nada tenía que ver con la nuestra. ¡Nadie es profeta en su tierra!

Bien es posible que esta vez hubiera algo de cierto en la afirmación de los mentirosos profesionales cuando dicen eso de que “lo sucedido con el periodista griego no puede suceder aquí en España”; Me explico: a lo mejor, la afirmación es correcta referida a que en España, ningún periodista de nómina se atreva a publicar lista semejante; o a que de haberse atrevido seguramente no hubiera sido absuelto; porque lo que tengo claro es que evasores fiscales en España entre la flor y nata de nuestros representantes políticos, grandes empresarios, artistas muy aplaudidos, deportistas de élite y famosos en general, ¡haberlos, haylos!, pero lejos de poderlos procesar, se les absuelve por Ley, que parece de chiste, pero no tiene gracia.
Lo gracioso, es que como diría cualquier buen analista sea uno del Partido Populista, Socialista, Nacionalista, Regionalista, Radicalista, del de Rosa Diez que es muy lista e incluso de la muy moralista IU, todos se apuntan al discurso de combatir el fraude siempre fuera de sus listas.
Los medios de manipulación, en previsión de un escarmiento internacional de los tribunales griegos para todo aquel periodista incontrolado que llevado por la ambición de conseguir un “Pulitzer” estuviera meditando la posibilidad de imitar a su inconsciente colega, han deslizado la impresión de que en el caso se enfrentaban por un lado el derecho a la intimidad y por otro la libertad de expresión. ¡No es cierto! Lo allí dirimido, es el privilegio a delinquir de las élites socio-político-económicas dirigentes con el consentimiento cómplice de las Instituciones frente al derecho y obligación de todo buen ciudadano de denunciar el delito en cuanto tenga noticia del mismo. Porque ustedes me dirán dónde se ha visto que la ley ampare la intimidad para cometer fechorías, de no ser que quienes las cometan sean los mismos legisladores. ¡No! No hace falta que contesten a la pregunta retórica.
Al parecer, la única lista que se puede publicar a nivel nacional e internacional, a la única que se le puede dar difusión mediática y promocionar por estaciones de tren, paradas de autobús, metro y aeropuertos, es la de los Terroristas. Será un desliz. Porque, si en su día el mismo Santo Padre Pio XII reconoció que Satán se había infiltrado en la Curia Vaticana, hoy podemos advertir que los mayores terroristas del planeta nos gobiernan desde las instituciones democráticas.

Horror sin error

El pasado día de difuntos, como de costumbre, encendí la radio y lo primero que escuché fue “la actuación del SAMUR y la Policía Municipal ha sido magnífica” “El recinto reúne todas las condiciones de seguridad” etc. Durante un buen rato, la información ofrecida por los tertulianos no pasaba de ahí, por lo que sin saber muy bien a qué se debía mayor alabanza de la habitual en los medios de propaganda Institucional, sentí cierta euforia contenida. Pero algo me decía, que tras tan elogiosas palabras, subyacía una oculta realidad que todavía no afloraba para mi en antena. ¿Habría llegado hasta aquí los efectos del huracán neoyorkino y yo que había permanecido dormido hasta el mediodía no me habría enterado? Porque fue esa y no otra la noticia con la que me acosté como corresponde a un ciudadano de segunda que vive en la periferia del Imperio.

Con esa patriótica incertidumbre, aguardé cerca de tres interminables minutos esperando que alguno de los intervinientes aportara algún dato sobre lo ocurrido para ponerme en situación. Pero como sucede en la radio cuando sin reloj al que mirar, paciente atiendes a que el locutor de turno diga la hora…¡nada! Que si “se ha actuado con rapidez” que si “el aforo estaba controlado” que el desalojo se ha efectuado con profesionalidad”… Así que, empecé a zapear entre las ondas buscando el rastro original de la información; pero la contraprogramación ha debido llegar hasta a los temas y argumentos a tratar en las tertulias, porque no había manera: todo eran elogios por aquí y congratulaciones por allá. Finalmente, me enteré de la desgracia y sentí un profundo desprecio.

Imagínense ustedes, que sus niños van al circo, sitio que se supone seguro para ellos dado que el Exmo. Ayto. le ha concedido licencia para actuar en la localidad. De pronto, no se sabe todavía cómo ni por qué, tres pequeños mueren aplastados habiendo varios heridos más de gravedad. ¿Qué hacen los periodistas y medios de comunicación? ¡Qué celeridad del servicio de urgencias de la Comunidad! ¡Qué cuerpo de policía municipal más servicial! ¡No se escatimaron ambulancias! ¡Los gobernantes apuestan por los servicios públicos! ¿Has visto qué buenos hospitales tenemos aquí?…ya puestos a hacer afirmaciones en vez de preguntas como sería su obligación de periodistas, podrían haber continuado con ¡Las funerarias, excelentes! ¡Los coches fúnebres, impecables! ¡Qué lápidas! ¡Que flores! ¡Qué funerales! ¡Cuántas condolencias institucionales! ¿Os habéis fijado en el sentido pésame del telegrama enviado por Vuestras Majestades los Reyes? ¿Y el enterrador? ¡Oh el enterrador! El enterrador ¡De muerte!

Pasada la euforia general por la brillante actuación dentro de la desgracia, los tertulianos ahora también todos a una parecieron coincidir en que esto se veía venir “en un recinto cerrado, 10.000 jóvenes ingiriendo alcohol con la música a todo volumen” era algo anunciado. ¡Pues qué bien! Los periodistas se han debido contagiar de sus colegas deportivos cuyos análisis van en función de los resultados y pocas veces hablan del desarrollo del juego.

Pero no es cuestión de matar al mensajero, por muy cómplice que sea por estar a sueldo. Hay que centrarse en quienes les pagan. Y estos no son otros que los empresarios que lo hacen a través de la publicidad – sería interesante investigar qué medios han publicitado el acto provocando el efecto llamada del público joven – y los criminales que nos gobiernan por medio de la subvención continua.

La empresa organizadora de estas macromierdas DivertT a tenor de lo que se va descubriendo en las últimas horas, no parce trigo limpio: de una parte tiene pufos económicos, de otra sus dueños lo son también de otros establecimientos problemáticos en la capital, subcontrataron servicios de seguridad a empresas poco fiables para la ocasión como Kontrol 34 que carece de licencia como Empresa de Seguridad y sus empleados no poseen ni formación ni experiencia en el manejo de aglomeraciones… Pese a ello, obtuvieron los permisos del Ayuntamiento tan tiquismiquis a la hora de permitir concentraciones de jóvenes en las plazas de la ciudad para protestar por sus derechos civiles. ¡Es más! El Vicealcalde madrileño Miguel Ángel Villanueva, actuó rápidamente casi como portavoz de la Empresa presuntamente responsable del acto, dando a los medios de comunicación los datos por ella ofrecidos sin la menor cautela de que provenían de fuente más que interesada en decir que “ No se ha superado el aforo” “ Se ha actuado conforme a la legalidad vigente” “Todo está en regla” “ Ha habido un estricto control de entradas” “ Se ha impedido la entrada de menores al recinto” “Lo sucedido es fruto del pánico a raíz de una bengala encendida por un desaprensivo”…palabras que aminaban al coro contratado de papagayos de siempre para continuar con su moralina habitual de que la juventud de hoy no sabe divertirse, no saben beber. ¡Un poco más! y en algunas emisoras la desgracia es culpa, primero de los padres por consentir que sus hijos salgan tan tarde y luego, de los propios chavales que han ido al lugar, porque como dijo alguna locotorra, si no hubieran ido esto no habría pasado.

Al final, la Alcaldesa de Madrid Ana Botella, recuperando su mejor cara de compungimiento, aquella que luciera al lado de su marido después del atentado de Atocha a tres días de las elecciones, comprobando una vez más que la gente todavía sabe distinguir la verdad entre la manipulación, se ha decidido a prohibir desde ahora mismo, más botellones oficiales en los recintos públicos municipales mientras ella siga siendo Alcaldesa. ¡Eso sí! Negando cualquier error o responsabilidad suya o de su corporación en el horror al que hemos asistido, solemne pronunciamiento oficial que nos hace ver la botella medio hundida.

Mi galardón para Gallardón

En respuesta a una interpelación muy certera de Rosa Díez, en la que expresaba el actual sinsentido que supone la irresponsabilidad jurídica de Partidos y Sindicatos respecto al comportamiento individual de sus miembros en el ejercicio de los cargos públicos para los que son nombrados en sus respectivas listas, el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha anunciado que estas entidades dejarán de estar exentas de responsabilidades penales y pasarán a tener las mismas que el resto de personas jurídicas, porque así lo contendrá la reforma de la Ley de enjuiciamiento criminal, como corresponde a su auténtica naturaleza.

Asimismo, el Ministro, aun rechazando la solicitud de UPyD de impedir a personas imputadas estar en listas electorales porque stricto sensu la condición de “imputado” es una garantía procesal, no un prejuicio de culpabilidad, ha anunciado que la condición que finalmente se decida en la reforma de la Ley, servirá no sólo para impedir estar en una lista electoral que también para cesar a un cargo público sin esperar, como ahora, a su dimisión o que le deponga su Propio Partido.

Rosa Díez, se ha felicitado porque Gallardón haya recogido el guante y haya accedido a estudiar algunas de sus propuestas. Y yo me congratulo de ambos, porque hace años que vengo reclamando que las Empresas Políticas y sus accionistas los militantes, se hagan responsables, no sé si directos o subsidiarios, del comportamiento de sus altos cargos y representantes, pues si están a las maduras para recibir subvenciones y ocupar puestos bien remunerados, han de estar a las duras cuando se descubren sus corruptelas y desmanes.

En principio, constitucionalmente, el único “Perfecto Irresponsable” jurídico es Vuestra Majestad Don Juan Carlos, quien a efectos judiciales es tratado como un niño inmaduro, un deficiente mental, una persona con sus facultades mermadas a quien no se puede juzgar por sus actos, por estar, no sé si fuera de la Ley o por encima de ella, como corresponde a un Rey. Pero, una vez hemos visto que se le puede echar el guante a un miembro de la Familia Real, no parece de buen gusto que dicho privilegio se mantenga para con los miembros de la Casta Parasitaria por más tiempo, sean Presidentes, Ministros, Congresistas, Senadores o Alcaldes.

Cierto es que los políticos hacen lo que pueden por granjearse las simpatías de los distintos Poderes del Estado, evitando se procese a grandes empresarios, mirando por la amnistía fiscal de las grandes fortunas, promoviendo indultos a banqueros, dando generosas subvenciones a los medios de manipulación… empero su insignificancia para la buena marcha del sistema es de tal calibre ya, que los intereses a los que tan fielmente ha servido parlamentariamente, han empezado a contemplarles más como parte del problema que como herramienta de solución, de modo que, quieran o no quieran, habrán de transitar por la senda de la ejemplaridad, la transparencia y los valores democráticos, si es que desean subsistir en su función mediadora de capataces sociales y sobre todo, habrán de moderarse en la sustracción, de cara a que no ya el Pueblo les vea como ladrones corruptos que son, sino que no lo hagan también los amos para los que trabaja.

No obstante, de llevarse a la práctica esta medida, todavía no sería más que un desplazamiento del problema porque ¿Con qué dinero? ¿Con qué bienes iban a responder de su responsabilidad ante los Tribunales sino es con el que sale de nuestros impuestos? Si este fuera el caso, mejor sería asumir cuanto puedan sustraer como un plus necesario en su gestión para no sumar a la sangría de la corrupción política las minutas de la jurisprudencia, no vaya a ser que por litigar por diez millones de euros, la broma nos salga cien. Por eso, yo creo que debemos ir pensando en la amputación de manos para el que robe las Arcas públicas, cortar la lengua a quien mienta en el presupuesto, afeitar las orejas y sacar los ojos a quien habiendo recibido quejas de malversación sobre un miembro de su Partido se ha hecho el sordo y mirado para otro lado.