Confesión del pequeño Dumbo a su buen amigo Timothy

http://www.youtube.com/watch?v=DBiFWoY69cE

Tras los alarmantes hechos conocidos hoy Sábado 14 de Abril de 2012, desde una guarida secreta en Botswana en lo alto de un árbol – suponemos un baobab – el  pequeño elefante Dumbo envía una misiva urgente a su confidente Timothy cuya intimísima privacidad nos vemos obligados a traicionar debido a su enorme público e internacional interés, pidiendo por ello disculpas a los afectados en nombre de la Agencia BlaBlaBla.

 

Mi muy querido y apreciado Timothy:

Gracias a ti, mi historia aunque triste en sus inicios tuvo un final feliz, a diferencia de mis insignes ancestros como los sufridos anónimos elefantes que Aníbal hizo cruzar el estrecho, los Pirineos y hasta los Alpes ¡total para nada!, o el pobre Abul Abbas sacado de la jungla india para ser ofrecido como exótico regalo a Carlo Magno que murió de frio tras usarle el Emperador en sus batallas del norte, o el infeliz Hanno que fue a parar al Vaticano como obsequio del Rey de Portugal al Papa León X, o el muy desgraciado Topsy que cayera en manos del genio sin escrúpulos Thomas Edison quien no dudó en calzarle zapatos de metal para electrocutarlo en una feria cual espectáculo previo para demostrar la viabilidad de su tipo de corriente, experimento que luego culminaría en la fabricación de la Silla Eléctrica, irónicamente construida por la prestigiosa casa rival de Edison, la Westinghouse, o sin ir más lejos, mi malogrado tocayo Jumbo arrollado por un tren, en cuya memoria mi dulce Mamá me puso su nombre, aunque todos me digan despectivamente Dumbo por ser pequeño y con orejas grandes. Pero ahora…¡Ahora tengo miedo!

Mi querido Timothy, tu que eres un ratón al que se te puede hacer de todo en nombre de la ciencia o vender de mascota para que los niños den rienda suelta a su tierno sadismo infantil que no sé que es peor…estás acostumbrado a estos sustos. Pero yo, hace tiempo que pertenezco a una especie protegida, pero no parece que se precisamente por la Convención de Ginebra y menos todavía la de Burbon, porque me han llegado noticias de Pachi, el nieto del elefante que llevaba a lomos a Tarzán, sobre que el Rey de España, anda suelto de Safari por Botswana – mi tierra de acogida – escopeta en mano poniendo precio a mi cabeza en algo más de 20.000 euros. Y qué quieres que te diga, las orejas se me han puesto de punta.

Da igual lo que me digas sobre que el peligro para mi y los mios ha pasado, porque el auténtico “Rey de la Selva” el salvaje de verdad, dicen los medios de comunicación que se ha vuelto para casa con la cadera rota. ¡No pienso bajarme del árbol! Y tampoco me creo eso que se comenta de que todo este asunto publicado precisamente hoy 14 de Abril cumpleaños de la República española, es todo una invención y un fotomontaje orquestado por la Casa Real como cortina de humo para despistar a los investigadores sobre recientes acontecimientos cuyas pistas podrían arrojar una salva de mentiras tan gordas que nadie en su sano juicio se las podría creer de ser ciertas sobre lo ocurrido con Froilán…¡Y menos yo! Que no me chupo la trompa.

Sin embargo, yo, a diferencia del Oso Yogui, no pienso utilizar ningún epíteto como el famoso “mequetrefe” susceptible de ser malinterpretado de caer esta carta en malas manos, entre otros motivos, porque te confieso que me está bien empleado. A mi me ha sucedido lo que acertadamente advirtiera en tono de ¡Mea culpa! el Pastor Protestante alemán Martin Niemöller cuando confesara aquello de que “Primero vi que se llevaban a los comunistas y no hice nada” frase que equivocadamente se atribuye a Bertolt Brecht, pues mientras supe que este espécimen incontrolado de la fauna ibérica se dedicaba a cazar a los cervatillos hermanos de Bambi, yo permanecí como cantan los Celtas Cortos “tranquilo en mi sillón” escuchando a Mancini; Luego cuando supe de sus andanzas y correrías safarísticas tras los parientes del Rey León, continué como si nada balanceándome sobre la tela de una araña; Más tarde, cuando me comentaron que la había tomado con los congéneres del oso Balú, tampoco me di por aludido, haciendo poco honor a la memoria histórica antes referida. Y ahora, mira por dónde, se ha fijado en mi. Yo, que le tenía por uno de los mios al ser identificado como ejemplar Sagrado, siendo como es un Elefante Blanco institucional. Espero que esto sirva de escarmiento para mi amigo el Hipopótamo que creo que es el siguiente en la sanguinaria lista de invitados a tan siniestra agenda diplomática real.

Bueno, dale recuerdos a Pixi y Dixi y perdona si hasta ahora no me preocupé por tu sufrimiento en los laboratorios clínicos.