Sólo las personas que hayan tenido una existencia agradable y placentera en lo físico y espiritual pueden considerarse buenos padres al traer un hijo al mundo. El resto son unos cabrones.
Sólo las personas que hayan tenido una existencia agradable y placentera en lo físico y espiritual pueden considerarse buenos padres al traer un hijo al mundo. El resto son unos cabrones.