Pablo Rivadulla Duro, más conocido como Pablo Hasél, rapero leridano de 22 años, ha sido detenido acusado de apología y enaltecimiento del terrorismo a causa de una de sus famosísimas canciones de protesta – de esas que no se oyen en los 40 Principales – cuyo expresivo título “Democracia: Su puta madre” se lo dedica al líder histórico de los GRAPO, Manuel Pérez Martínez, alias Camarada Arenas, excelente persona por lo demás. Lo curioso del asunto, es que quienes verdaderamente revuelven la menoría histórica de estas siglas, haciendo deseable su recomposición, revitalizando su mensaje, para entendernos, los banqueros sin escrúpulos, los empresarios explotadores y los políticos cómplices de la situación, en cambio, no son siquiera reprendidos mediáticamente por justificar con su comportamiento canalla, la necesidad social de una Mano Negra que corrija sus desmanes, no habiendo mejor apología del GRAPO que su comportamiento nocivo para el Interés General y el Bien Común de nuestra fallida Res Pública.
Por supuesto, al margen de mi personal respeto por su lucha y la admiración intelectual que siento por el Camarada Arenas, no seré yo quien defienda públicamente a esta banda de asesinos que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora dando matarile a diestro y siniestro, en nombre del pueblo a sus opresores. Pero una cosa, es condenar a estos justicieros de palabra y otra muy distinta, es no reconocerles que mientras estuvieron en activo, la Patronal, como que se contenía en su natural instinto explotador y represivo, por cuanto sabían que si tocaban demasiado los testículos, cualquiera podía informar, abrir un Fichero de Especial Seguimiento y quién sabe si algún día, como dice este cantautor “El GRAPO les ponía de rodillas”.
Ahora bien, la sed de justicia del proletariado, no puede ¡No debe! depositar sus esperanzas en la Lucha Armada Popular – ya vimos la inoperancia de un ejército así durante la Segunda República – y menos confiársela a una ONG como la mencionada – puede sorprender definir al GRAPO como una ONG, pero creo que es de las pocas Oenegés que merece dichas siglas – pues además de haber fracasado en su anterior intento por derrocar al fascismo empresarial – cosa que como a los Nazis les debería llenar de vergüenza – en su mejor momento, se despistaron de su primordial objetivo y en vez de dirigir su acción contra las cabezas criminales de la Banca y la Patronal como hiciera la indudablemente también muy criminal Banda Baader-Meinhof, se enredaron a tiro limpio con los miembros de la policía. Pero los policías están entrenados a morir por el capital aunque le llamen patria; No así los capitalistas en cuanto sienten en sus nucas el aliento de los desesperados y como les persiguen allá a donde van las miradas de muerte, odio y venganza.
Yo me autoproclamo “Campeón de las condenas al terrorismo” y por eso, no dudo en condenar treinta y tres mil trescientas treinta y tres veces al GRAPO, aunque su ausencia de la escena político-económica deje indefensos a los trabajadores, porque no se puede ir por ahí pegando tiros a los culpables de la crisis, del paro, de la corrupción, del desmantelamiento de la sanidad y educación pública, de los desahucios de familias enteras… mientras nuestros padres, madres, hermanos, hijos y nietos mueren en accidentes laborales, por retraso en la entrada al quirófano, en carretera de camino y vuelta al trabajo, de depresión y suicidio por haberlo perdido todo…ya que eso sería hacer lo mismo que ellos, o sea, ¡Terrorismo! La población civil que tiene la fuerza de la Razón, ha de evitar caer en la tentación de invertir los términos entregándose a la Razón de la Fuerza. Si verdaderamente la ciudadanía todavía capaz e inteligente, desea cortar por lo sano con todos estos males que contra nosotros preparan “El Eje del Mal”, a saber: Banca, Patronal y Gobierno, debe de una vez iniciar una campaña para llevar al Parlamento una Ley para implantar la Pena de muerte para delitos económicos y de corrupción que socaven los cimientos democráticos sobre los que se asienta nuestra Sociedad. ¡No hay mejor autodefensa! Su mero anuncio a muchos les pondrá los pelos de punta y a otros pies en polvorosa.
Es verdad, que muchos miembros de los GRAPO en el fondo de su corazón – como Pio Moa – deseaban hacer justicia social por su cuenta y riesgo. Pero la justicia social para ser justa, debe ser guiada por las Leyes democráticas y constitucionales, llevando ante los tribunales a los máximos criminales que atentan contra nuestra paz y seguridad colectiva. ¡Por supuesto! merecen ser fusilados todos aquellos que se benefician con el dolor ajeno, con la explotación del débil, con el trabajo de terceros esclavos, que se enriquecen con las quiebras fraudulentas de las empresas, que se frotan las manos por haber arruinado un banco, estafado a los pequeños ahorradores porque tiene garantizada una millonada vitalicia…pero toda esa gente ha de ser ejecutada de modo civilizado, pacífico y ordenado para salvaguardar la libre circulación de bienes y servicios, de los trabajadores por la Unión Europea y sobre todo del libre mercado y la libre competencia.
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Mestizaje Palestino-Israelí
Leo con emoción renovada que judíos y palestinos han marchado juntos a favor del reconocimiento el próximo Septiembre por la ONU de un Estado independiente palestino. La manifestación discurrió simbólicamente a lo largo de la «Línea Verde», frontera internacionalmente reconocida entre la parte judía de la ciudad y la palestina, ocupada por Israel desde 1967, con lo que implícitamente se está reivindicando la capitalidad compartida de la Ciudad Santa.
Sin llegar al extremo de aquella ocurrencia expresada por Warren Austin diplomático estadounidense ante las Naciones Unidas de desear ver a árabes y judíos resolver sus problemas sentados a una mesa como buenos cristianos, lo cierto es que, resulta esperanzador recibir noticias como esta, pues no creo que a unos y otros les quede demasiado tiempo para salir airosos del contencioso que ya empieza a quedar obsoleto en la nueva visión del mundo que se dibuja en el horizonte, en cuya silueta, se desdibuja por momentos, de una parte el firme y decidido apoyo interesado Occidental a Israel y de otra, el amparo no menos mezquino de los países musulmanes a la causa palestina.
El protagonismo del que han gozado amabas partes del conflicto, pronto decaerá en la medida en que la baza democrática que Israel esgrimía no pueda jugarse en un escenario rodeado de Estados musulmanes democráticos, que el peso de los BRIC haga innecesario por ineficaz el respaldo occidental a su costosa realidad y que las potencias de una Europa menguante y de unos EEUU cada vez más acuciados por problemas internos no puedan o ya no les interese bogar por su continuidad, cosa que en principio, parece favorecer a los palestinos, más estos, deberían cuestionarse en qué quedará el apoyo de los países musulmanes, cuando desaparezca el peligro que para ellos supone la presencia del Estado Sionista…
Si de verdad los judíos aman esa tierra y no desean salir a gorrazos de la misma dentro de cincuenta años y los Palestinos no quieren volver a ser un pueblo prescindible, insignificante y olvidado como lo ha sido hasta que la geoestrategia – y por qué no reconocerlo, la injusticia con ellos cometida – les pusiera de moda, a mi juicio sólo les queda una vía de solución duradera, a saber: ¡El mestizaje!
Los linajes palestinos poseen una gran capacidad reproductiva y el reconocimiento moral sobre la tierra, mientras los Israelíes tienen a su disposición un ingente caudal financiero e intelectual que se traduce en poderío militar y tecnológico de primer orden. Pues bien, ambos Pueblos sufrientes deberían aprender algo de los Carolingios que no dudaron en casarse con las esposas e hijas de los legítimos Reyes Merovingios a quienes habían primero traicionado, luego perseguido, desterrado y finalmente asesinado, política muy extendida por aquel entonces que otorgaba a vencedores y vencidos la posibilidad de la pacífica convivencia al mezclarse las sangres y erguirse con energía renovada ante el resto de potencias al unificar en su tronco las virtudes de sendas ramas en vez de perpetuar su enfrentamiento, como después se viera con Carlo Magno.
Cuando en dos generaciones, tres a lo sumo, Palestina sea únicamente un grano en el culo de los países musulmanes y su condición se parezca a la de los Gitanos en Europa e Israel coletee en la conciencia occidental en la misma medida en que lo hacen los pueblos indígenas del Amazonas ¡Pobrecitos! ¡Cuánto sufren! lo único que les podrá sacar adelante será superar sus aparentes insalvables diferencias, cosa que les será más fácil de conseguir si entre ellos no pueden distinguir quién es de origen palestino y cuál judío. Y el único modo que se me ocurre de hacerlo en tan breve plazo de tiempo, es apostando por un rápido mestizaje que permita a todas sus gentes sentirse de un mismo pueblo con Derecho ancestral a la tierra y capacidad de repoblarla aportado por la sangre palestina y el poder real de hacerlo valer y sostener por la fuerza militar y capacidad económica, contribución de la sangre hebrea.
EpC: Educar para la resistencia
Poco antes de cumplir los veinte, tuve la fortuna de leer “Contra la Paz y contra la Democracia” de Agustín García Calvo, texto que me situó decididamente en la órbita anarco-liberal en la que desde entonces me encuentro, si bien, a cada vuelta de ciclo legislativo, más escorado a la derecha…Leyendo sus agudas reflexiones, comprendí lo pernicioso que resulta hoy educar a nuestra juventud en valores tan engañosos y fútiles como son, Democracia, Libertad, y sobre todo Paz, sin haber hecho antes una labor adecuada en la formación de lo que los pedagogos designan como “Pensamiento Crítico” que adiestre al sujeto en discernir los discursos de quienes los pronuncian, el contexto en el que se enmarca el mensaje, el desarrollo histórico material de la configuración del concepto en la praxis humana fuera de los manipulados diccionarios reaccionarios, que le permitiera estar en facultad de apreciar su genuino significado y las implicaciones radicales que comporta, no limitándose el juicio a consolarse con las acostumbradas orgías etimológicas que emanan de los ideales mundos Platónicos que jamás se dieron fuera de la fantasía humana, y a los que tanto aprecio dice tener y tender la Izquierda en forma de Utopía.
Así como, en el prólogo de su “Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel” K. Marx advirtió del peligro que para el Pueblo oprimido suponía el placentero y reconfortante discurso dominical de la Iglesia Católica, no tanto por cuanto contribuía a consolidar el status quo, como por su capacidad de enjugar tristezas, penas, agravios, y sufrimientos de los más desfavorecidos, a quienes ayudaba a sobrellevar su carga en este valle de lágrimas con la esperanza de verse recompensados en el Cielo, a cambio de que se mostraran sumisos con la realidad que les había tocado vivir a modo de prueba divina, que para entonces, hasta los muy Píos, tenían claro que no la quería ni Dios, actuando así, como el mejor opio del Pueblo, en el sentido de que al aliviarles los sufrimientos físicos a través de la caridad, y espirituales por medio de sermones, aletargaba su capacidad de acción para rebelarse contra la tiranía que les mantenía en tan indigna situación alienante.
Los tiempos han cambiado, pero los comportamientos sociales, algo menos, como ya se sabía en la Ilustración “Se puede cambiar las leyes de un pueblo, pero no sus costumbres” dado que se transmiten de generación en generación a través de los “Memes” especie de genes culturales descubiertos por Dawkins, de modo que, hoy aquella labor apaciguadora que se le confió durante siglos a la casta sacerdotal de nuestro entorno, hoy se ha visto transferida a la casta docente, por ineficacia de su antecesora, cuyos servicios y oficios apenas alcanzan a llegar superficialmente a los más beatos del reino y por lo demás, ni se demandan entre una ciudadanía más preocupada por los asuntos mundanos que los espirituales, de ahí que hoy el peligro denunciado por San Karl Marx – dicho de un tirón se entiende por qué los chinos veneran a Mao- no hemos de buscarlo en los púlpitos, sino en las cátedras mediáticas, y sobre todo entre los desamparados pupitres donde las personitas más inocentes se encuentras del todo desarmadas para ofrecer ningún tipo de oposición al lavado de cerebro que se les hace durante toda el periodo escolar.
Con pasmosa elocuencia, el genial Spinoza decía en su “Ética” que él había aprendido a desconfiar de aquellos bienes, riquezas y conocimientos espirituales ofrecidos a bombo y platillo a todo el Pueblo por quienes a su vez no escatimaban medios en acumular, esconder y custodiar a capa y espada cualquier menudencia que pudiera tener algún valor material, en directa referencia a los Príncipes de la Iglesia y Curia Vaticana. Desde entonces, yo también apuré tan certera observación para aplicarla a los discursos políticos dirigidos a las masas, y tras escudriñarlos como se merecen, ¡con desconfianza! entresaco abductivamente los elementos perniciosos para mi y la ciudadanía. Pues bien, hete aquí, que entre la casta docente, directamente dependiente de la casta política que a su vez está supeditada al Poder financiero que es el que emprende y mantiene Guerras, invierte en armamento, financia las cárceles, subvenciona la compra-venta de material antidisturbios y de tortura para los Gobiernos que de él dependen, concede créditos millonarios a las empresas mercenarias de seguridad para equipar a sus efectivos con lo más sofisticado del mercado….no se tiene escrúpulos en dejar pasar las consignas de educar a los jóvenes en un valor tan peligroso como lo es la Paz, sin sospechar mínimamente que, de lo que se trata, es de despojar a las futuras generaciones oprimidas, del último de los recursos que les quedan que no es otra, que el derecho a la Resistencia y el ejercicio de la autodefensa.
Tal y como están las cosas, con la III Guerra Mundial camuflada fuera, y una solapada Guerra Civil encubierta dentro de Occidente, decir ¡Adiós a las armas! como propuso Hemingway es dar la bienvenida a la muerte, para luego preguntarse “¿Por quién doblan las campanas?” como le sucedió a la II República española a la que las democracias negaron el armamento que precisaba para defenderse del fascismo apoyado, éste sí, por soldados, tanques y aviones desde la Alemania Nazi y la Italia de Mussolini, por lo que me parece todo un despropósito, cuando no una perversa maquinación, educar a nuestra juventud en un valor falso como lo es la Paz abstracta. Aunque nuestra instintiva maldad nos facilita mucho la realización de la violencia, nuestra conveniencia vela por nuestra también naturaleza social, de modo que, de su equilibrio salimos pacíficos por la cuenta que nos trae, de no ser que, nos convenga puntualmente un comportamiento contrario a la sociedad, pero de alto provecho particular o de los nuestros, en cuyo caso nos ampara el derecho natural a ejercer violencia para preservar nuestros intereses. Estoy al tanto de los avances realizados a favor de la recolección de pruebas que soporten la solidaridad dentro de nuestra constitución animal, y ciertamente haberlas, haylas, pero no me convencen pues, mientras la solidaridad y el comportamiento altruista aparecen de forma excepcional, no así el violento, al cual debemos el ser como somos, sino en su totalidad, al menos en su mayor parte.
Sea como fuere, querido lector, asentirás conmigo que bien por amor a Dios, o miedo al demonio, la mayoría de nosotros por lo común tenemos un comportamiento pacífico. Yo por ejemplo, pese a conocer nuestra tendencia al Mal, concedo a mis iguales la ventaja de no ser peores que yo, y aunque ya nadie está en condiciones de sorprenderme moralmente pues espero de todos lo peor, acepto que físicamente si lo puedan hacer para poder interactuar en este cochino mundo de impostura general; así, sin miedo, salgo a la calle dispuesto a concederos el derecho a hablar conmigo aunque no me conozcáis, ayudaros en lo que pueda me lo pidáis o no, ser amable con vosotros sin nada a cambio salvo reciprocidad, ejerciendo toda la educación recibida, los principios cívicos inculcados, sin necesidad de mirar de reojo a la ley positiva que nos hemos dado para evitarnos tal como verdaderamente somos… Y es que, una cosa es procurar que vuestros hijos sean pacíficos, y otra muy distinta, convertirles en pacifistas, condición muy perjudicial para ellos personalmente, y para nuestra futura sociedad.
La diferencia entre la gente pacífica y los pacifistas, es que los primeros no se meten con nadie si nadie se mete con ellos, mientras los segundos son unos auténticos tocapelotas que convierten la virtud en vicio, pervirtiendo la esencia de la Paz, cuál es, la de garantizar la pervivencia del individuo y de la especie, poniendo en riesgo a los elementos que practican semejante idiotez y a su vez al colectivo en el que se integran. No voy a negar la autenticidad de los ingredientes sentimentales que mueven esta enferma ideología, por cuanto podría ser cierto que, de todos ser pacifistas, seguramente todo sería mejor que ahora, pero la estadística dice que la posibilidad de que todos los seres humanos seamos pacifistas a un mismo tiempo, no es que sea remota, es que es imposible, para todo aquel que sepa como funciona el mecanismo darwiniano que avala el proceso evolutivo, dado que, mientras haya un individuo ajeno al espíritu pacifista, el pacifismo no podrá avanzar, dado que a nada que superase la mitad de la población de la especie, los elementos agresivos acabarían con sus indefensos miembros y solo se propagarían los violentos, involucionando con ello a etapas muy anteriores a la aparición de los homínidos; pongamos un ejemplo: imagínense ustedes que en Madrid triunfaran los pacifistas, supongamos que por lo que sea, hubieran convencido al 90% de sus ciudadanos, ¿cuál sería el resultado? Tenemos dos opciones, que el 10% de los agresivos o violentos se acoquinaran y se aviniesen a un entendimiento con los pacifistas, o por el contrario, que aprovecharan la ocasión y se hicieran con el control de la situación y exterminaran a la población pacifista. Si su opción es la segunda, la consecuencia es clara: la especie, al menos en Madrid se habría perfilado más violenta y agresiva que antes y se propagarían más los genes violentos, consiguiéndose lo contrario de lo que se decía perseguir, de modo que, no conviene se extienda esta nefasta doctrina. De no ser que…la misma sea una herramienta de manipulación masiva, utilizada por los elementos agresivos actuales para que les facilitemos las cosas, como los Reptiloides de los que habla David Icke, por poner un caso que, aunque discutido, tiene su enjundia.
El espíritu pacifista viene apareciendo a lo largo de la historia tras los horrores de la guerra: pueden rastrearse desde “Historia de la guerra del Peloponeso” de Tucídides, hasta “Guerra y paz” de Tolstoi, pasando por “La paz perpetua” de Kant. Y ¡cómo no! tras las dos Guerras mundiales, su presencia entre la gente arraigó con mayor fuerza, tanto como espanto habían causado las anteriores. La victoria de Gandhi frente al Imperio británico le dio alas, el movimiento hippie y Cia, lo auparon a lo más alto, en un frenesí de auténtico amor ciego por el riesgo, pues pocos entendieron el oculto mensaje ya emitido por Jesús desde la cruz, ahora reencarnado en los nuevos apóstoles de la paz como Gandhi, Luther King, Lennon…
Haciendo mía la letra de Alaska “retorciendo palabras de amor” intentando que quieran decir lo que yo no me atrevo… si no participamos de “si deseas la paz prepara la guerra”, ni de que “la mejor defensa es un buen ataque”, que menos, ser prudentes y comulgar con que “el mejor ataque es una buena defensa”, que por supuesto en boca mía, no se trata de preparar a la juventud en la resistencia pasiva, sino en la Resistencia Activa, enseñarles a organizarse por grupos de afinidad, crear secciones de Acción Directa, Brigadas de Autodefensa, aprendizaje en el manejo de armas y explosivos, conocimiento del medio cercano, y sobre todo prepararles mental y psicológicamente para el combate tanto material como ideológico que está a punto de estallarnos delante de nuestras narices, porque como dice Seguridad Social “no quiero hablar de la lucha si no estamos preparados”. Por eso urge un cambio legal que permita a la ciudadanía portar armas para su autodefensa, y conviene que la vanguardia consciente de la situación o cuantos hayan tomado nota del Manifiesto publicado y prohibido en Francia por el Comité Invisible, aproveche los vigentes resquicios jurídico-empresariales para constituirse en empresas privadas de seguridad para hacer acopio del instrumental, logística e infraestructura adecuada: campos de entrenamiento, armamento, parque móvil blindado, reclutamiento de biólogos y químicos, y el largo etcétera del que ya disponen Prosegur, Securitas…. para hacer frente a las castas agresivas reptiloides que desean confundir a las futuras generaciones a través de las escuelas y la educación para la Paz.
Con todo debo reconocer que es bueno educar en y para la paz a personas agresivas y violentas, si es que eso es posible en una sola generación, pero bajo ningún concepto a personas que ya gozan de una personalidad pacífica, pues se supone que para algo hemos legado al Estado nuestra capacidad natural de actuar por cuenta propia, otorgándole la potestad de emplear la fuerza para nuestra defensa con quienes rompan abiertamente nuestro acuerdo de no beligerancia. No nos equivoquemos entonces en lo que se propone en estas líneas; educar para la Resistencia, no supone negar ni la potestad del Estado para ejercer la fuerza en monopolio, ni suplantar competencia alguna suya, sino poner en práctica el sentido común que apela a la prudencia cuando el horizonte de actuación se presenta confuso. Si malo es atender a profetas agoreros que vaticinan catástrofes y el Fin del Mundo por paranoia profesional, no lo es menos desatender las evidencias en la creencia de que por no verlas, estas desaparecerán.