Ayer estuve toda la tarde intentando «subir » unos informes académicos a una plataforma virtual universitaria.
El procedimiento era complicado y obsesivo y además, a la media hora de comenzar me quedé sin conexión. Diez minutos después se reanudó la conexión pero no pude seguir con mi trabajo porque al ordenador le dio por actualizar el anti-virus. Reanudé la labor pero se fue la luz a causa de este primer frente frío que nos ha invadido… Estando a oscuras un colega entró en el despacho y cuando le comenté lo que estaba haciendo,se partió de risa : » Pon lo primero que se te ocurra porque no se lo van a leer y si no tienes datos, invéntatelos…».
Creo que se me fue la color pero , gracias a que casi no se veía, no se notó mucho. O sea , que todo esto , que por otro lado antes sería un curro de la administración, ¿ no vale para nada?.
» Bueno, sí. Vale para luego hacer unos bonitos dossiers con estadísticas y quesitos de colorines que avalen un neurótico y supuesto Plan de Calidad, le den a la uni alguna Q y, mientras tanto, sobrevivan algunas empresillas con nombres anglosajones y personal que sabe tanto de educación como de fontanería…»
Se hizo la luz y no había nadie. Me llegó un leve olor a azufre. Perturbado como estaba por los avatares informáticos no alcancé a comprender si las palabras que había oído las había oído o bien habían sido fruto de mi desatada imaginación.
Cerré definitivamente el ordenador , recogí mis cosas y me marché del despacho con la impresión de que algo o alguien se quedaba allí. No tuve valor para mirar hacia atrás…
ji…ji….. ¡Muy bueno!