¡Sé fuerte, Cospe!

CospeLuis Bárcenas acaba de acusar a ‘Lady mantilla’, es decir a Cospedal, de ser la responsable de borrar los discos duros del PP. Aunque no nos engañemos los discos no eran tan duros, se los pudieron cargar con media docena de mazazos. Al parecer contenían recibís de pagos irregulares y copias de sobresueldos a dirigentes populares, así como apuntes contables de la caja B. Y Miss Albacete encargó al informático de Génova. que, sin querer, le diera a tecla…

En realidad, el PP nunca destruyó los discos duros. Fue un borrado en diferido de lo que hubiera sido una simulación de ocultamiento de pruebas a la justicia. Ahora que los tribunales han reabierto el caso de los ordenadores destruidos, seguro que a la Cospe le aplican la doctrina Botín. Anda que tonta. Que tampoco la van a imputar, perdón investigar, porque es aforada. Le pasa como a su amiga Rita Barberá, escondida en casa detrás de unos visillos mientras escampa el escándalo de Valencia. Habrá que mandarle un wasap a la señorita finiquito. «¡Sé fuerte Cospe!» No nos olvidemos de otro para la excalcaldesa, ésa que se gastó 278.000 euros en dietas y por lo que se ve, ninguna le funcionó. «Rita eres la mejor, te queremos». En este caso, como mucho, serán capaces de encontrar el martillo para condenar al fabricante. Pero las investigadas nunca saben nada ni les consta. A lo mejor es que tienen algún pariente Borbón y de ahí les viene la amnesia.

¿Está Rajoy? Que se ponga

Rajoy ha picado otra vez. No supo escoger tesorero, ni contable, ni ministra de Sanidad, ni diputado por Segovia… y ahora resulta que tampoco secretaria en la Moncloa. Aparte del pequeño desliz de confesar tener la agenda muy libre, lidió bien con el marrón del boomerang lanzado por el programa El mati i la mare que el va a parir de Radio FlaixFac haciéndose pasar por Puigdemont. Aunque sin videoconferencia ni skype, demostró su fair play y que también puede hablar catalán en la intimidad.

El presidente estaba aburrido en el despacho y se lanzó en picado al teléfono dejando patente que tiene muchas horas para ocupar. El día menos pensado llama Bart Simpson, dice que es Pablo Iglesias –en su nuevo cargo de vicepresidente– y también cuela. La agencia de inteligencia española es como la TIA de Mortadelo y Filemón. ¿No tendría que haber un filtro que verificase las llamadas del presidente? Aunque también se la colaron a Vladimir Putin que estuvo discutiendo sobre los derechos de los homosexuales en Rusia con un Elton Jhon más falso que una moneda de tres euros.

De Rajoy no sólo se ríen en la emisora catalana, se carcajean también Bárcenas, Rodrigo Rato, Francisco Camps y hasta su hijo en la radio… y todos los que intentan pactar un gobierno al margen de su figura. Aunque a Mariano le ha dolido más esta broma que el guantazo que se llevó en campaña.

«Operación fondona»

Las peleas entre la derechona antigua y la derechona hipster me producen urticaria. “¿Es cosa mía o Villacís se ha comido toda una fábrica de bollos?”, escribió el otro día en Twitter el secretario general del PP de Galapagar, Ángel Camacho, para arremeter contra la portavoz de Ciudadanos en el Ayundamiento de Madrid. Enseguida surgió la réplica fácil. Ésa de que no es cuestión de tallas sino de dar la talla. ¡Zasca! Habría que ver el cuerpo escultural y los abdominales tallados en piedra que tiene el susodicho. Además, si se pone ciega o no a bollos de mantequilla será su problema, porque lo importante no es cuántos donuts se zampe, sino quién los paga. Por cierto… ¿Rita Barberá se pagaba sus bollos, no?

Pero sin querer ponerme en plan mojigata llorona, ni tener que cogérsela con papel de fumar porque estemos en campaña, lo criticable es esa manera cutre y despectiva de tratar a las mujeres. Como eso de Operación Menina, en alusión a un plan para convertir a Soraya Saénz de Santamaría en presidenta sacrificando a Rajoy. Sin embargo se refieren a ella menospreciándola, en plan damita de pacotilla. ¿Nadie pone negro sobre blanco el desprecio de la denominación? Si alguien pretende descalificar a Saéz de Santamaría por ser bajita, se descalifica a sí mismo, insulta al género femenino, como si fuera inferior, y accidentalmente ensalza el planeta de los machos alfa que reinan en los debates.

Mariano sólo sirve para rellenar la quiniela

Desde que vendemos tan barato nuestro voto, la casta política se dedica al artisteo y al derroche de payasadas yendo de plató en plató. Lo mismo se suben en globo, que bailan hip hop que se disfrazan de lagarterana. La tele es el lugar mediático donde se libra una lucha sin cuartel por hacerse con el espacio público. Todos se apuntan al carro televisivo. Incluso Rajoy, el plasmao, se prodiga por las pantallas, y eso que espanta a la audiencia. Como es bien sabido, si en la otra cadena ponen Pinocho, el personal prefiere el original a la copia.

El presidente del Gobierno impide el debate entre los cuatro aspirantes a La Moncloa en Antena 3 y la Sexta, pero hace de comentarista deportivo de la Champions en Tiempo de Juego. Manda a Soraya a batirse el cobre con el resto de candidatos, mientras él se va a la radio a comentar el fútbol. La imagen perfecta de la España cañí: la mujer cuida de la casa y los niños mientras el hombre ve el partido con los amiguetes.

Pero ¡ojo! que también estará en el programa de María Teresa Campos, Qué tiempo tan feliz, ese espacio donde le pondrán entre la espada y la pared preguntándole qué prefiere; si las galletas María o las Oreo. E irá a la casa de Bertín Osborne que le interrogará a bocajarro sobre si le gusta más el albariño o el ribeiro. Para los problemas, Rajoy, ni está ni se le espera, pero siempre podrá echar una mano para rellenar la quiniela.

Barcina va de oca a oca

Las puertas giratorias están que echan humo. En agosto, Yolanda Barcina dijo que abandonaba la política y que regresaba a la Universidad. “Me voy por la misma puerta por la que salí hace 19 años, sin puerta trasera ni puertas giratorias”, aseguró, cuando abandonó la presidencia de UPN. Sin embargo, en octubre, la ex presidenta navarra ya es consejera independiente de Movistar +. Tras la huida del galáctico Urdangarin (reclutado in extremis por el Basilea suizo), la delantera de Telefónica se había quedado un poco coja y había que fichar a un ariete experto en esquivar tartazos. Porque como es bien sabido, la señora era un genio de las telecomunicaciones y por eso no dejaba que se viera ETB y ponía precintos en los repetidores.

Sobre el pastizal que va a cobrar, ya tiene precedentes. Como buena catedrática de Nutrición dispone de vastos conocimientos en dietas. No en vano, era la misma señora que cobraba cantidades indecentes y dietas triples por asistir a consejos de administración inexistentes en Caja Navarra. Pero ahora se ha descubierto el pastel. A falta de sueldo vitalicio y cesantías, necesita 200.000 euros al año como ¿asesora? para completar sus honorarios como catedrática en la UPNA, y todavía mantiene coche y escolta cuando se pasea por Navarra. Es posible que cuando le dieron el tartazo, la señora Barcina viera las estrellas, pero ahora ha visto la luz.