Los cigarritos de la risa de González Pons

¿A qué mola? ¿A qué es chulo el lapsus linguae de Esteban González Pons llamando seis veces a Patxi López lehendakari Ibarretxe? Creo que este mes González Pons y Cristóbal Montoro compiten por ver quién mete más la pata. Y pienso que, al final, habrá photo finish. O el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP es un asiduo del Canal Nostalgia, o ha fusilado el mismo discurso que hace cuatro años. En la inopia, oiga, con tanto empeño en equivocar a Ibarretxe con López.

O eso, o que vive aletargado desde el 20 de noviembre, o que el verano le confunde. Aunque cuando uno sale a dar ruedas de prensa, habría que controlar bien lo que se toma, tanto sólido como líquido, ¡hip, hip!, sin olvidar elementos gaseosos, ¿qué dice que tienen esos cigarritos? Tras cuatro minutos de intervención, fue advertido del embrollo y ya se refirió, de forma correcta, al ¿dirigente vasco?

Pero no, no se crean todo lo que oyen. Porque es el mismo señor que dijo que traía tres millones de puestos de trabajo bajo el brazo y confundió crear con destruir. Pero es además el ladrador mayor del reino, el embarullador de masas, ¿cómo se llama el chico ese cincuentón que gobierna en Vascongadas?; el hipnotizador del votante que hace su trabajo y lanza un premeditado mensaje electoral; manipula que algo queda. ¿Pons qué? ¿Patxi quién? Entre capullos y gaviotas nos toman por idiotas. ¡Viva Honduras!

De engrudos, potingues y Mercadonas

La crema de pepino también ha sido retirada de Mercadona

Lo confieso. Me gusta vivir peligrosamente. Me embadurno en el engrudo ese de aceite de oliva que acaban de retirar del Mercadona y tan pancha. Vengo forrada de nitrosaminas y sigo como una rosa. Me unto el potingue de aloe que, para la Agencia del Medicamento es veneno puro, y no me ha mutado el ADN ni nada.

El mundo de la cosmética es altamente cancerígeno con tanta hidratante efecto luminosidad, y tanta loción con colágeno, pero como mis conocimientos en biología son equivalentes a los de Ana Obregón, me paso los parabenos por el forro. Con tanta alerta sanitaria, ahora entiendo porqué el metro huele que apesta; porque todo pichichi quiere respetar el PH neutro de su piel. Desde que Gordillo y sus secuaces perpetraran la masacre donde, en palabras de la Defensora del Pueblo, hubo «robo con violencia contra las mujeres», es muy sospechosa la campaña publicitaria que se le está haciendo a Mercadona. Suena a vendetta contra el señor Roig, al que no le guardo ninguna simpatía por su afición a la laboriosidad de los chinos.

Pero a quién le preocupa… Si no nos hemos muerto con veinte años de exposición a la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, las famosas vacas locas, si hemos sobrevivido a los virus N5H1 de la gripe aviar, y a las bacterias del pepino asesino, ¿nos vamos ahora a asustar con un poco de bronopol y trietanolamina de nada? Esto es cosa, seguro, de la Merkel, que está empeñada en que compremos en Lidl.

No roben, el Gobierno odia la competencia

Los nuevos Robin Hood del siglo XXI

Terror en el hipermercado, horror en el ultramarino…» Cuando Alaska interpretaba este tema no conocía al camarada Sánchez Gordillo, adalid esta semana de la expropiación alimentaria en dos supermercados. Interior ha dado orden de búsqueda y captura contra sesenta delincuentes de Écija y Arcos de la Frontera que se han llevado sin pagar 24 carros cargados con alimentos básicos valorados en unos mil euros, 20 euros por asaltante.

Es obvio que los bandidos del híper han pecado de pardillos. ¿Cómo se les ocurre ir así, descamisados, sin traje y corbata? y ¿llevarse patatas, lentejas y unas cuantas bandejas de alitas de pollo? ¿Por qué no reventar algo más sofisticado, El Club del Gourmet, por dar ideas? Estas acciones a lo Robin Hood están muy mal pergeñadas.

Hay que robar con gomina, como los de la Gürtell, y malversar millones de euros con un buen traje para poder desfalcar a gusto. Usar clones de Urdangarin, Mata, Fabra, Rato… y tan tranquilos. Al político que roba para dárselo a sus semejantes, al diputado de IU Sánchez Gordillo, le llaman ladrón. Aunque si se lo hubiese quedado para él, para la justicia sería solamente presunto. Vale, que aten en corto a los forajidos del Mercadona, pero que esperen a que actúen los Curro Jiménez del siglo XXI, los parados que se queden sin la prórroga de la ayuda de 400 euros. ¡A ver la que se monta! Personalmente recomiendo que es mejor que nadie robe, que el Gobierno odia la competencia.

Mamandurría

Cohorte de admiradores de Carlos Dívar

Recordando la extinta serie «Los ladrones van a la oficina», esta semana se ha consumado la millonésima pillería. En un país repleto de rateros y timadores de guante blanco, la indemnización que solicita Carlos ‘cara cemento’ Dívar es solo una gota de agua en el océano de la corrupción. Que a la excuarta autoridad del país, a la que pillaron malversando fondos públicos, le quieran dar 208.000 euros en lugar de cadena perpetua, dice muy claro dónde estamos.

A ver qué trabajador presuntamente roba, se va por la puerta de atrás con serias dudas sobre su integridad y encima hay que pagarle doscientos mil euros, el equivalente a la extra de Navidad que le han quitado a 200 funcionarios. ¿A éste que le aplican los 33 o los 20 días de indemnización de la nueva reforma laboral? No, bueno, que debe ser eso a lo que se refería la lideresa Esperanza Aguirre cuando sacó a relucir lo de las mamandurrias. O sea, las prebendas, los sueldos por la jeta, las gangas desmerecidas… lo de Dívar mismamente.

¿Dónde está el ministro de Justicia cuando se le necesita? Pues jugando al despiste con la Ley del Aborto y defendiendo los derechos de los que están por nacer porque a los que están ya vivos les aplica la teoría Andrea Fabra: ¡Que se jodan! Con este espectáculo, el Gobierno todavía pretenderá que Finlandia financie estos desmanes y que Alemania mande al Caribe a la prima de riesgo. Y ahora, queridos lectores, a seguir disfrutando del show de Mariano y sus muñecos.

Barrio rojo

Todo empezó hablando catalán en la intimidad y ha terminado con la caja registradora sonando sin parar. Eso sí, los catalanes, puestos a pedir dinero, lo han hecho con clase, en inglés y en una entrevista en la BBC. Pero no crean que solo piden pelas a Rajoy, Barcelona comenzará el 1 de agosto a pasar la cesta entre las prostitutas que ofrezcan sus servicios en la vía pública y multará a los eventuales clientes. Los mossos ya han empezado a empapelar a las chicas de carretera. Pero la prostitución de lujo, ni tocarla. Clasistas hasta para dar por saco.

Mientras la pasta no deja de sonar, en BCN, las meretrices callejeras podrán ser sancionadas con trescientos euros por infracciones leves y hasta 3.000 por las graves. Y quien tenga la tentación de irse de pilingüis puede apoquinar hasta 1.200 euros. Desde aquí propongo al president Artur Mas que legalice el servicio, las matricule en la Universidad de la Vida, cree un título homologado en Prostitución y Otras Artes para que coticen a la Seguridad Social y que las practicantes del oficio más viejo del mundo no estén libres de impuestos, así el gobierno se convertiría en el mayor proxeneta y recaudador.

Para tal menester, la Generalitat ya maneja un fichero de pelanduscas. Aunque sorprende que, en lugar de perseguir a los chorizos y corruptos, se dediquen a acosar a puteros y fulanas. Las putas se han rebelado, dicen que no molestan, y creen que no deben pagar este IVA revolucionario. Por favor, dejen trabajar a estas señoras, que sus hijos no saben.