El caramelazo del rey mago
Como si de una chirigota se tratara, un juez de Huelva ha dejado libre de cargos al rey Baltasar y ha archivado una denuncia contra el Mago de Oriente por el caramelazo que sufrió una vecina en un ojo durante la cabalgata. De la sentencia se concluye que no se puede juzgar al negrito por lesiones. Si Baltasar hubiese optado, en un alarde de originalidad, por lanzar martillos, si hubiese sido punible.
Tampoco se le puede aplicar la ley de extranjería porque no es una majestad indocumentada. Además, incluso podría haber que apelar al Tribunal Penal Internacional dado que se desconoce la procedencia exacta del susodicho inmigrante. El juez admite, antes de sobreseer el caso, que es un simpatizante del rey porque a él también le trajo regalos. Lo cual, digo yo, le obligaría a inhibirse por cohecho.
La sentencia es para mear y no echar gota y para, por supuesto, enchironar a la tipa que ha planteado semejante demanda aunque sea evidente que cuando le atizó el caramelo en el ojo le fundió las dos neuronas que le quedaban. Además se olvidó de pedir el pasaporte de Baltasar… igual se apellidaba Garzón, las cartillas sanitarias de los camellos, los contratos de trabajo de los pajes y las facturas del IVA de los regalos. Pues yo me voy corriendo a poner una demanda al ratoncito Pérez o a Maritxu Teilatuko porque la última vez que se me cayó un diente no me dejaron ni una triste gominola. Y le recomiendo a la señora que coja sitio en la cabalgata de este año para poder tener los dos ojos iguales.
Con la puerta en las narices
Al rey le han dado con la puerta en las narices. Su graciosa majestad se ha pegado un hostión en La Zarzuela y desde el miércoles luce unas gafas negras, –a lo Stevie Wonder–, para tapar el moratón. Quizá se las ha puesto Sofi intentando disimular que ha sido un golpe en el ojo izquierdo cuando estaba haciendo un guiño a la República. Este año, Juan Carlos va de mal en peor.
Una intervención en la rodilla, luego otra en su tendón de Aquiles… han tenido al monarca a la virulé. Aunque la intervención que más le preocupa no es la de sus articulaciones sino la de la sociedad que preside su yerno, de la que es vocal su hija, la infanta Cristina. El rey tendrá que permanecer bastante tiempo con lentes oscuras porque el escándalo que protagoniza el duque de Palma, crece por momentos. Los cristales ahumados no le ayudan a tapar la investigación que acecha a Iñaki Urdangarin y su casi segura imputación a causa del presunto desvío de capitales cuando presidía el Institulo Nóos.
El rey de copas no gana para sustos. Tal vez sea el Vega Sicilia fuera del desayuno o quizá el pelotazo de Urdangarin, al que ya se empieza a conocer como Hurtangarin, lo que le está pasando factura. Y como tampoco puede cogerse la baja laboral porque de eso no practica… pues va de presentación en presentación hecho un guiñapo. Con el carrerón que lleva este hombre, a este paso el mensaje de Nochebuena nos lo suelta Froilán.
Invertir en latas de sardinas
Porfa porfa que cesen los mensajes del Apocalipsis económico. Mi marido se ha empeñado en almacenar comida antes de que llegue el Mad Max y ha hecho tal acopio de fabada y berberechos que los botes han rebasado un palé en el trastero y ya solo nos caben en los bolsillos de la ropa de abrigo.
Ha decidido que, para capear la crisis y estar a salvo de primas de riesgo y de los peligros de la eurozona, mejor que comprar acciones o buscar un buen depósito, es invertir en latas de sardinas, por lo que pueda pasar. El otro día, sin ir más lejos, me encontré, al pasar por caja, que había asaltado una góndola del híper y había pillado una veintena de latas de conserva. Atún, navajuelas, almejas, caballa y toda suerte de especies marinas. De todo buen superviviente es sabido que uno de los primeros alimentos que buscaremos entre las ruinas de las ciudades será el laterío.
Creo que, por el rabillo del ojo, vi pasar el código de barras de tres linternas, pilas y varias cajas de cerillas. Igual es que tiene intención de montar un búnker entre la cocina y el pasillo. Aunque yo creo que si por él fuera instalaría una tienda de campaña en el pasillo de los encurtidos del súper y montaría un wc de urgencia junto a los pepinillos y las banderillas, sin olvidar la tele en el lineal de los frutos secos. ¡Buf!, les dejo que ahí viene apremiando con las papeletas y los sobres para ir a votar. Espero que, por lo menos, no estén pringados de escabeche. Si no, van a dejar la urna hecha unos zorros
De mujeres alfa y machos beta