La banca siempre gana

Los cinco grandes bancos españoles acumularon el año pasado unas ganancias conjuntas de 20.582 millones de euros. El Santander obtuvo el mayor beneficio de su historia: 9.600 millones. El BBVA también ganó más que nunca, 6.420 millones, el Sabadell logró otro pastizal y suma y sigue. Los bancos están reventando la caja, subiendo los tipos de interés de las hipotecas, pero dan cero euros por nuestro dinero en depósitos y cuentas corrientes, o cobran diez pavos por una libreta. ¿Y luego se quejan y se querellan contra el gobierno por querer ponerles un impuesto extra?

Mientras los españoles se asfixian con la inflación, estas magníficas empresas logran récords de ganancias, con un servicio deleznable, miles de empleados despedidos y comisiones de prestamista. Pero todavía no he oído a Feijóo y a Cuca Gamarra al grito de; «Se forran a costa de los ciudadanos». Será impecablemente legal, pero resulta asquerosamente obsceno.

Estos «buenos samaritanos» llenan sus arcas a manos llenas, al tiempo que lloriquean por un gravamen para que arrimen el hombro. Mientras, cierran oficinas, cajeros, despiden empleados y crujen a sus clientes, haciéndonos trabajar gratis en internet y tomándonos el pelo online. Que una entidad financiera no haya sido rescatada con fondos públicos (el caso de las arriba citadas) no quiere decir que no se haya lucrado hasta la saciedad. Urge, por tanto, el nuevo tributo, algo bastante simbólico en un sector que, en plena crisis, aumenta sus beneficios exponencialmente y aprovecha para eliminar puestos de trabajo. La banca siempre gana. 

Baja Cibeles, que sube Ayuso

Por si alguien ha estado incomunicado, informar que la semana pasada Ayuso recibió en la Complutense la distinción de alumna ilustre, una operación de propaganda y autobombo a mayor gloria de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Y cuando creíamos haberlo visto todo, llega la lideresa y dice que ella se independizó “con un sueldo de becaria (como siempre nos ocurre a los periodistas) y aunque pagué varias veces las tasas de doctorado, no pude hacer la tesis porque tenía que trabajar para pagarme una habitación”. Literal.

Eso sí, lo llevaba todo bien escrito en un papelito. ¿Cómo es que la ilustre alumna tiene que leer su propia vida? ¿Qué pasa? ¿Qué no se la sabe? A esta mujer le quitan de la ecuación a Sánchez y la chuleta, y se pierde. Pobre niña pobre. No ha contado que tuvo que irse a la Cañada Real y se calentaba con cerillas, que comía en un comedor social y vestía ropa de Cáritas. Y es que lo dijo así, en plan dulce y cándida virgencita…

Pero la resaca de la distinción fue in crescendo toda la semana porque la ínclita acusó a Pedro Sánchez de “mandar gente a mis actos para asustarme”. “De aquí al 28 de mayo veremos cosas que nos helarán la sangre”, dice. El grado de victimismo de esta señora roza el delirio. Cuando protestan contra el PSOE es sinónimo de libertad, y prueba del hartazgo de los ciudadanos. Cuando protestan contra ella, son comunistas bilduetarras. ¡Qué pereza! Cibeles bájate, que sube Ayuso.

Dos tontos muy tontos

Froilán, en una de sus fiestas

Se nos van los mejores. La fuga de cerebros sigue desangrando España y Froilán se irá a vivir (temporalmente) a Abu Dabi junto a su abuelo, Juan Carlos I. Otro joven talento que se ve obligado a emigrar, porque aquí no le dan una oportunidad. El chasco que se va a llevar el pobre niñato cuando vea un camello de verdad.

Dicen que el objetivo de su madre es alejarlo de las últimas polémicas y del foco público. Pero para eso, digo yo, que antes debe dejar de ser un macarra sin oficio ni beneficio. Porque el nieto tiene madera de emérito. Como el yayo lo pula, lo convierte en un figura.

Cuando los hijos se desmadran, los padres normales les mandan, como mucho, a su cuarto. Pero esto es como ir de Erasmus a un colegio de lujo a estudiar primero de campechanía y segundo de fraude fiscal. ¡Cuánto va a aprender llevándole los negocios a Juancar!

Y eso que el máster en Asuntos Raros ya se lo ha sacado. El último tuvo que ver con una reyerta con navajas a la salida de una discoteca. Este verano en Marbella también fue testigo de un tiroteo en un garito mientras celebraba su cumpleaños. Ya debutó a lo grande cuando era un crío con aquel tiro en el pie. A ver quién dispara primero. «Duelo en Abudabi Korral». Porque este chaval tiene pinta de tener menos luces que un barco pirata. A ver si no vuelve. Nieto de inmigrantes y siempre metido en trifulcas. Espero que Vox pida su deportación y pérdida de nacionalidad.

¡No tiréis comida a los cuadros!

A ver, tontos a las tres. ¿Me podéis explicar por qué os dedicáis a arrojar sopa de tomate, puré de patata o cualquier guarrindongada a los cuadros? ¿Desde cuándo es ecologista atacar el patrimonio cultural? Los y las papanatas loctite se pegan las manos a las paredes y a los marcos, y se quedan tan anchos.

El otro día le tocó el turno a Warhol, pero han sucumbido a la chorrada de los activistas climáticos Goya, Monet, Van Gogh, un Picasso. Hasta la pobre Gioconda fue atacada con una tarta.

¿Por qué destruir para hablar de la propia destrucción? ¡Qué pena! Hemos creado una sociedad de ofendiditos. Adolescentes privilegiados que creen que con gilipolleces así ayudan al planeta. Bobos y bobas eco jetas que igual descubrieron anteayer que Van Gogh no era un jugador del Ajax.

No acabo de entender qué parte de respetar el arte choca con respetar el medio ambiente. Porque protestar será muy chic, pero como te hagan pagar la factura de la restauración ya no mola tanto. Lo siguiente, echar una lata de fabada con chorizo en el David de Miguel Angel. ¡Qué despropósito! Y a eso le llaman ecoprogreso. ¿Por qué no se encartelan frente a las embajadas de los países más contaminantes? ¿Por qué no se atreven con las nucleares o con las eléctricas? No tienen narices. Cinco años limpiando la National Galerie, o tres años desinfectando váteres en El Prado, y se les pasa la tontería.

‘The Crown’ versión española

Se ha quedado con 65 milloncejos y todavía saca un podcast de ocho capítulos, y se marca un Rociíto, justo coincidiendo con la vista que se celebra en Londres contra Juan Carlos I. La credibilidad de una cortesana de lujo, llámese Corinna Larsen o la Bella Otero, está entre cero y nada, así que da igual que saque un podcast, o un canal en streeming. Pero un monarca, con una entrepierna tan floja, que hace llamadas bajo el apodo de señor Sumer, da para otro The Crown (versión española) de Netflix.

Cada uno es muy libre de acostarse con quien quiera, siempre y cuando costee de su bolsillo los devaneos. Pero le hemos pagado el picadero, con reforma y mantenimiento del nidito de amor incluido, los viajes, los hoteles de lujo… Manteníamos a dos parejas reales y allegados, suma además queridas y vedettes reales, tarados palaciegos, y toda la banda de fiesteros que revoloteaban alrededor. Pero no pasa nada, ¡paga el pueblo!

Aunque todavía es mucho más grave usar a los servicios secretos de un país, el CNI mismamente, para lavar los trapos sucios del emérito, acosando a la examiga entrañable. “Si no obedeces estas instrucciones, podrías morir en un túnel como la Princesa Diana”, revela ella, en una sinopsis perfecta que da para otra serie de la mafia. No pasa nada. Hay una manada de genuflexos justificando las correrías del macho man Borbon y llamando de todo a la bien pagá, que también tiene lo suyo.