Del naranja al amarillo: el plagio de la cárcel

Vis a vis
Al comienzo de mi vida profesional comprendí que ser original y radicalmente creativo no es más que la primera consecuencia de la autoestima intelectual. Alguien que se aprecia en toda hora es incapaz de copiar la obra de otros y rendirse al poder de la influencia. Y vi también que el mundo de la tele está lleno de imitadores y parásitos del talento ajeno. Al producir la serie Vis a vis, ambientada en una cárcel de mujeres, los guionistas de Antena 3 se importan un bledo a sí mismos por calcar el magnífico serial americano Orange is the New Black, un plagio tan torpe que se atreven a disimular su evidencia con el teñido del atuendo de las reclusas, del naranja yanqui al amarillo nacional. Chusca maniobra, vive Dios, porque en España los presos visten de calle y no de uniforme. ¡Y qué importa malversar la realidad si con ello se maquilla el bochorno del producto pirata y se introduce un foco de bondad estética!

Sin embargo, su estreno ha batido récords, superando en 300.000 espectadores al hasta ahora imbatible culebrón cómico La que se avecina. De la inspiración plagiaria no puede esperarse más que un retrato facilón: el morbo de los desnudos en las duchas, los episodios de esclavitud sexual, los liderazgos violentos y los personajes extremos como el que encarna nuestra Najwa Nimri, que nunca se liberará de su encasillamiento fatal. En mi opinión, el título de la serie sugiere un escabroso proyecto y se revela muy previsible en el triunfo de la inocencia, los amores supervivientes y la derrota de los malvados salpicada con algún que otro asesinato. No hay pasión, sutileza ni osadía. Si la valiente denuncia de la brutalidad penitenciaria proyectada en las películas de Hollywood sirvió para alterar los métodos de reinserción, Vis a vis agigantará el monstruo de la amargura carcelaria.

Pudiendo haber sido una epopeya de la libertad perdida, el thriller se queda en una anécdota gualda de tetas y culos. Carece de fondo y renuncia a la grandeza de advertirnos: ¡eh, la libertad comienza por no ser el policía de tu vida!

Un comentario en «Del naranja al amarillo: el plagio de la cárcel»

  1. Totalmente de acuerdo con su árticulo. No entiendo como las personas que copian cualquier tipo de argumento , proyecto , estén paseando libremente. Y encima gna audiencia el programa. a mi la verdad no me gusto nada, me parece de muy bajo valor .
    Muchisimas felicidades por su reflexión, que nos acerca a ete mundo mafioso de la televisión . Y asi conocemos lo que sucede .

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